Mostrando las entradas con la etiqueta etiopía. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta etiopía. Mostrar todas las entradas

viernes, mayo 23, 2008

Rastafari: otra historia sagrada

Haile Selassie I



Las dinastías que surgen de David

La Biblia (1 Reyes 10) cuenta que cuando Salomón terminó de construir el templo de Jerusalem, recibió una visita de la reina de Sheba, a la cual regaló muchísimos bienes y con la cual compartió su sabiduría. El intercambio intelectual entre ambas realezas ha de haber sido opulentísimo, tan legendario que fue mencionado en las escrituras como un evento histórico notable. La influencia del conocimiento de Salomón en la reina nos invita a imaginar los modos en que ella cosió su realidad a partir de ese encuentro, y nos hace mirar los escritos de sabiduría de la Biblia como posibles ejemplos de los tipos de consejos y adagios que el pudo haber compartido con ella.

Salomón, de hecho, fue conocido por sus relaciones diplomáticas cordiales con otros soberanos, como Hiram el rey de Tiro, y por la enorme cantidad de riquezas que intercambió con estos soberanos gracias a su disposición amigable. Que mejor evidencia de las virtudes que nacen de la no-violencia que Salomón: casi todos los demás reyes bíblicos fueron guerreros o hasta terroristas, y ninguno se comparó en riqueza y conocimiento a Salomón, que en lugar de envidiar, odiar y matar a los foráneos para robar sus tierras, fomentó el intercambio enconómico y cultural con ellos.

La Biblia cuenta que la reina de Sheba llegó a Jerusalem con una enorme caravana, sirvientes, camellos y muchísimos regalos para el rey. Lo que la Biblia no cuenta es lo que se llevó la reina de Sheba con ella, aunque sí menciona que Salomón le regaló a ella mucho mas de lo que ella le regaló a el.

En el Gebra Nagast, libro que cuenta la historia real de las dinastías etíopes, se habla de que no solo se llevó la reina con ella una cantidad de siervos de Judea y muchas riquezas, sino que estaba preñada al abandonar Jerusalem con el hijo de Salomón y primer miembro de la dinastía salomónica etíope: el príncipe Menelik. Es probable que la comunidad falasha, los judíos de Etiopía, surge de este intercambio entre ambas casas reales, en otras palabras fue bajo la protección de la reina que estos judíos llegaron a Etiopía. La fe rasta también nace en este intercambio entre dos casas reales, que sucedió hace mas de 2,500 años, aunque esta fe no fue articulada sino en las Américas, sobre todo Jamaica, en el siglo 20.

Hay varias discrepancias entre la historia, como yo la entiendo, y las enseñanzas de la fe rasta. Debido a que no soy un apologista de la filosofía rasta, aún si veo algunas cosas buenas en ella, voy a enumerar algunas de estas discrepancias.

Los rastas reclaman ser los verdaderos judíos, porque la tradición real etíope dice que los judíos que migraron a Etiopía con la reina de Sheba fueron de las casas (o tribus) de Dan y de Judah, y reclaman que Menelik era un rey judío. Aún hoy, el halachah o ley judía declara que solo un hijo de una mujer judía puede ser considerado judío (aunque algunas vertientes liberales del judaísmo aceptan hijos de padres judíos como judíos). Debido a que la reina de Sheba no era judía, su hijo no pudo haber sido judío en el entendimiento moderno. Era etíope, y era un gentil (es decir, no era judío).

Sin embargo, todos los pueblos tienen su herencia cultural e histórica, y tienen derecho a articular su historia sagrada y su folklor sagrado. Opino que no debe haber ya mas cabida para el colonialismo ideológico dentro de las religiones. El Gebra Nagast es parte innegable de la herencia dinástica, cultural e histórica etíope, y forma un adendum africano a los relatos bíblicos judeocéntricos concernientes a las dinastías que surgieron de David, de entre cuyas ramas dice la Biblia se cumplirán las promesas mesiánicas.

El León de la Tribu de Judas

Aunque no soy rastafariano, luego de haberme familiarizado con la historia de la casa dinástica que los rastas consideran sagrada, creo que es muy posible que Haile Selassie I, también llamado por su nombre de pila Ras Tafari Makonnen, el Negus o emperador etíope que los rastas consideran Dios encarnado, sea descendiente de David. Al ser coronado, fue proclamado Rey de Reyes y Señor de Señores, clara referencia a las profecías mesiánicas. Hasta ahí coincido con los rastas.

La generación que vio a Haile Selassie I, vio también a un predicador negro bautista, Marcus Garvey, que dijo: "miren a Africa, donde un rey será coronado". La visita del rey etíope a Jamaica cambió por siempre el movimiento rasta. Fue un tipo de confirmación de sus creencias en el sentido de que Dios estaba escuchando sus oraciones, que tenían que mirar a Africa y que las promesas mesiánicas se estaban cumpliendo.

Creo que la excitación rasta se debió, en gran parte, a que los negros en las Américas no tenían poder político ni jamás lo habían tenido, eran una comunidad marginal cuyas esperanzas estaban ancladas en Africa, en un deseo de retornar a Africa que se originó entre los primeros esclavos y que se había tornado en idealización y añoranza del continente entre los rastas.

Los rastas opinan que, cuando este rey negro batalló contra los italianos, que bajo el mando de Mussolini invadieron Etiopía, y los removió de su tierra, se cumplieron las profecías en Revelaciones que hablan del mesías. Por primera vez un país africano, en lugar de ser dominado y colonizado por un poder externo, se reivindicó y se liberó del yugo colonial.

No opino que Ras Tafari Makonnen era el Cristo, aunque sí opino que hay precedente para un culto de realeza en su honor, y que este culto tiene evidencia en la Biblia misma. El culto al rey es un elemento puramente africano del culto rasta, que antes opinaba que no era existente en la Biblia. Ahora no estoy tan seguro.

Vemos, por ejemplo, que orichas como Obatalá y Changó (cuarto rey de Oyó) fueron reyes históricos en Yorubalandia que luego fueron deificados. También sabemos que Geb, Osiris, y Horus, aunque mitificados ya en los tiempos de la antigüedad remota, eran originalmente hombres que encarnaron, eran los primeros reyes de la primera dinastía egípcia. Sabemos que la coronación del faraón era también un acto de deificación por el estado, a partir del cual el faraón era un semidiós porque llevaba en su cabeza el 'ba real de Horus'. De modo que el precedente para el culto real en la tradición religiosa africana es claro.

Algunas creencias asociadas a los cultos a reyes estaban presentes en la Biblia en tiempos de Salomón. En Proverbios 8 vemos que se hace referencia a que Sofía (Hokhmah) es quien legitima la corona de los reyes y por Ella, ellos reinan. Sofía o Sabiduría es un aspecto femenino de Dios en el Cábala. Esta creencia es paralela a la creencia yoruba en que las Iyami (Madres ancestrales) legitiman a los Obás yorubas. La tradición de colocar una pluma de loro en sus coronas era un reconocimiento del poder de las Iyami. El rey egípcio también llevaba a veces la pluma de Ma'at, que era una pluma de avestruz, como símbolo de que la Diosa lo legitimaba como rey, al igual que símbolos de la Diosa Meretseger en su corona ... y el hecho inescapable de que al sentarse en su trono, literalmente se sentaba sobre la Diosa Isis, cuyo nombre significa Trono. Era el nuevo Horus.

Al reconocer que por Hokhmah, los reyes rigen, Salomón estaba reproduciendo en las escrituras judías esta creencia egípcia y africana, que se han de haber popularizado en las tradiciones de su corte. Pero hay más: los salmos, que se cree fueron en su mayor parte compuestos por y/o para personas que entretenían en las cortes de David y Salomón, incluyen instrucciones explícitas de adorar al rey, o al menos postrarse ante el.

El rey está cautivado por tu hermosura;
él es tu señor: inclínate ante él.


- Salmos 45:11

El salmo 45 es una canción de bodas que parece hacer referencia a la visita de Sheba. En los versos 6 y 7 de este capítulo, se hace claro que el rey es llamado dios y que luego "Dios, tu Dios" lo bendice. Se reconoce la deidad del rey. En los tiempos de Salomón no pudo haber sido tan chocante el culto a este rey tan opulente, pues los cultos a reyes eran completamente normales. Casi todas las tierras tenían una versión de culto al rey. Finalmente, el verso 16 de este salmo concluye con una profecía:

Tus hijos ocuparán el trono de tus ancestros;
los pondrás por príncipes en toda la tierra.


Esta profecía podría referirse específicamente a la dinastía que inició Menelik en etiopía,ya que en el verso 9 de este capítulo, se habla de que "a tu diestra, en oro de Ofir, está la reina", se presume que la reina de Sheba, ya que Ofir es el lugar en Africa donde el rey Hiram de Tiro solía minar el oro que traía de sus expediciones. Dentro del contexto del culto a la realeza, el culto a Haile Selassie I, o al menos su estatus como negus y rey del linaje de David, se puede legitimar en base a estas profecías, aunque no sea el Cristo.

En base al verso Salmos 45:6, no queda duda de que al menos los extrangeros que en tiempos de Sheba rodearon a Salomón, parecen haberlo adorado como un dios. Existió un culto a este rey, al menos entre los asociados de Sheba y en la corte del rey, culto que se evidencia en los mismos salmos.

Sin embargo, a pesar de que se reconoce que esta tradición antiquísima de cultos a reyes existe incluso en la Biblia, el emperador Haile Selassie I, mientras que reconocía su abolengo en la línea de David, no era rasta. El era un cristiano ortodoxo practicante, y muchos rastas debido a eso, aunque reconocen en su majestad el negus y heredero del trono salomónico, se han convertido a la Iglesia Etíope Ortodoxa, que es cristiana y ostenta toda la imaginería rasta y la orgullosa y antigua herencia real etíope, sin aceptar el culto al emperador. Estos rastas cristianos a veces dicen ser Christafari.

La cuna de la humanidad

En los últimos dos siglos ha salido a relucir evidencia para otra de las razones para la prevalencia de Etiopía en la filosofía rasta y en la historia sagrada de nuestra especie. Es en lo que hoy es considerado Etiopía (y Kenia) que se han encontrado los fósiles humanos mas tempranos: la humanidad nació, como especie, en Etiopía.

La relevancia, para los Rasta, de estos encuentros arqueológicos encuentra eco en la Biblia donde uno de los ríos con que colinda el Edén se encontraba en Africa.

Y el nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea la tierra de Cus. - Génesis 2:13

Cush, también llamado Nubia, fue un reino enorme y muy rico que existió en la era de hierro hacia el sur de Egipto y que asimiló muchas tradiciones de los egípcios antiguos. Aunque hoy se entiende por Cush la tierra que forma parte de Sudán del norte, en los tiempos antiguos a los etíopes se les llamaba cushitas, y fueron gobernados como parte del imperio cushita. Del mismo modo que los pueblos que hoy se llaman italianos, españoles, franceses, portugueses y otros se originaron en el pueblo e idioma romano en la antigüedad, los que antes eran cushitas hoy son nubios, somalis, etíopes, afar y otros.

Jah: un nombre de Dios

Muchos cristianos del Caribe suelen evitar el nombre Jah porque lo asocian con la religión rasta. En realidad, este nombre precede a Haile Selassie I y se origina en la Biblia. Profetas como Obadías, Isaías y otros contienen la partícula Yah como parte de su nombre, y este nombre de Dios aparece en la Biblia y era usado como un apócope del nombre IHVH, a veces pronunciado hoy Jehová. De modo que Jah es un nombre bíblico de Dios, y significa simplemente Yo Soy.

En ese sentido, la filosofía rasta puede ser considerada una tradición abrahámica, al igual que el cristianismo, judaismo, islam y la fe bahá'í. En su expresión mas fundamentalista admite el culto al emperador Ras Tafari Makonnen, pero en su expresión etíope ortodoxa lo rechaza y se enfoca en el santo de Nazareth, aunque afirma el legado y la historia sacra del pueblo etíope.

Arguyo que el culto a Ras Tafari responde a alguna sed en los afroamericanos del Caribe y ambos lados del continente: un rey africano encarna el poder y autoridad política que la historia siempre les negó. Desde la perspectiva de la conciencia Krishna, solo puedo decir que cada cual adora según su naturaleza inherente y que a Dios pertenecen todos los nombres.

Sin embargo, y a pesar de lo que algunos llaman culto idolátrico a Haile Selassie I, la fe rasta tiene algunos elementos positivos: fomenta estilos de vida sanos como la no violencia y el vegetarianismo (dieta ital, algo comparable con las reglas kosher de los judíos) y provee a los negros de las Américas de un contexto ideológico fértil para articular una teología de la liberación africana, aplicada a los paradigmas únicos que son parte de su historia e idiosincracia. En ese sentido, los temas bíblicos, que para tantos de nosotros se han vuelto irrelevantes, adquieren relevancia bajo un disfraz rasta para ellos.

Creo que es un uso inteligente de la religión que los blancos le intentaron imponer a los negros en Jamaica para dominarlos: los filósofos rastafarianos articularon su historia sacra desde su perspectiva y poseyeron su herencia religiosa de tal modo que vedaron y anularon la dominación europea y proyectaron de nuevo sus esperanzas hacia su norte y la tierra de sus ancestros: Africa, la cuna de la humanidad.