Quiero alabar la ponencia del obispo Juan A. Vera de la Iglesia Metodista de Puerto Rico con respecto al código civil, que fue civil, justo y recto al defender como cristiano la larga tradición gloriosa y loable de separación estricta entre iglesias y estado en esta democracia secular.
Que esta tradición nace de las palabras del mismo Cristo es algo que han olvidado muchos de los otros cristianos que han presentado sus ideas ante la legisladura, y peligraba Borinquen de caer en un tipo de teocracia y oligarquía peligrosa. En todos los lugares del mundo donde vemos relaciones adúlteras entre religiones y estados (Nigeria, Vaticano y todos los estados mayormente musulmanes excepto quizá Turquía), reina la injusticia, la desigualdad, los dobles estándares, las violaciones de derechos humanos y la opresión. Algunos de estos estados, como el Vaticano, no reconocen el derecho de una mujer a gobernar. Otros, como Nigeria, imponen la pena de muerte por adulterio y por ser homosexual.
No hay una sola teocracia democrática en el planeta, ni nunca la ha habido. La imposición neurótica de ciertas creencias sobre el resto de la población produce, invariablemente, iniquidad y opresión. De modo que señalar esto fue solo recto y justo, y estuvo muy bien de parte de este obispo, como líder cristiano, manifestar su franqueza al respecto. Que Dios lo bendiga.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario