En una entrada previa, hablo de como tanto los chimpancés como los humanos hemos desarrollado el instinto de la risa.
En este interesante artículo los científicos del University of British Columbia y el San Francisco State University establecieron una conección entre la danza de victoria de los varones de las razas simias y humana, y que esta conducta es un instinto heredado: la danza del triunfo es arquetipal. La evidencia crucial y principal para esta aseveración es que aún los atletas ciegos lo hacen.
Me pareció muy interesante, porque es cierto. Los chimpancés, nuestros mas cercanos relativos entre las especies, dan muestras de victoria luego de conquistar un oponente levantando las manos hacia el cielo, formando puños con las manos y empujando el pecho hacia afuera: en el artículo vemos la foto del talentosísimo nadador norteamericano Michael Phelps, que ha ganado una ristra de medallas olímpicas, manifestando los mismos gestos, gestos que son universales y están presentes en todas las culturas humanas y todo el mundo entiende lo que significan. A nadie nunca le han tenido que explicar lo que esa conducta significa.
La danza de la victoria también se ve con frecuencia en las carreras, y sobre todo en el boxing cuando se anuncia el vencedor.
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