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jueves, mayo 07, 2015

Epítome

La Sociedad de Amigos de Epicuro acaba de anunciar la publicación de Epítome: Escrituras Epicúreas, una obra que contiene las Doctrinas Principales, Sentencias Vaticanas, Epístolas de Epicuro a Meneceo, Pítocles y Herodoto, junto con una crónica resumida de los Escolarcas de la escuela de Epicuro de Samos y nueve razonamientos basados en los pergaminos de la villa de Herculano, o al menos los fragmentos que sobrevivieron la erupción del Monte Vesubio en el año 79 de la Era Común. Dice la introducción:

“Sabemos que los epicúreos antiguos eran conocidos por andar con epítomes, estudiándolos y memorizando las enseñanzas. Según Norman DeWitt en su libro Epicurus and his Philosophy, los epicúreos iniciaban sus estudios con el Epítome Menor, que hoy sobrevive como la Epístola a Herodoto, y luego se graduaban al Epítome Mayor.”

En el canon del nuevo epicureísmo en castellano, la obra es precedida por Cultivando el jardín epicúreo (ver reseña) y la traducción de Varios días en Atenas. En inglés, NewEpicurean.com ha producido muchas mas obras en años recientes.

miércoles, abril 29, 2015

Entrevista con los Amigos de Epicuro

Hiram Crespo y Alexander Ríos, de la Sociedad de Amigos de Epicuro, dialogando sobre la ciencia de la felicidad y el hedonismo; sobre comparaciones entre estoicos, epicúreos y la tradición de sabiduría sudamericana del sumac kawsay; y otros temas con nuestros amigos del Perú de "Decisiones Bambú" para Rey Yacolca Producciones. Hubo algunos problemas técnicos y de audio pero pueden leer la conversación en el video.







miércoles, marzo 25, 2015

La crisis de valores y la autarquía como alternativa


Puerto Rico ha sido llamada la Grecia de América por causa de las dificultades económicas que enfrenta la isla. Ciertamente nuestras playas pueden a veces parecerse a los gloriosos y placenteros panoramas de Mykonos, pero la comparación en realidad es en referencia mas bien siniestra. Somos dos sociedades con un pasado glorioso pero en serio peligro de decadencia, que sueñan con recuperar su gloria pasada. Y estamos endeudados hasta el cuello, viviendo bajo constante amenaza de austeridades y soñando haber sido Islandia (quizá la única nación que metió en prisión a los banqueros corruptos que la endeudaron).
El enorme crecimiento del epicureísmo en años recientes en Grecia es, en gran parte, el resultado natural de la crisis fiscal y la búsqueda de rearticular valores. De hecho, las dificultades fiscales recientes han sido una enorme fuerte de solidaridad entre epicúreos de ambos hemisferios. El Presidente de Uruguay José Mujica reconoce que cambios idénticos a los que se ven en Grecia hoy, que requieren una reconfiguración post-consumerista de nuestros valores, están pasando en las Américas.
No tenemos una crisis con los jóvenes, sino que tenemos una crisis civilizatoria que incluye a estos, a los viejos y al destino de la vida humana sobre la tierra.
Nuestra civilización cristiana y occidental es un gigantesco fracaso, porque transformó a la vida en una apelación para gastar, consumir y acumular y lo que está despilfarrando son horas de vida arriba del planeta”.
Creo que los jóvenes lo sienten porque necesitan tiempo libre, tiempo que no se cuantifica, tiempo para amar y es lo que menos tienen. La civilización se construye alrededor del amor, del hogar, del sentido de pertenencia, del respeto y del cultivo de la tolerancia. A veces el amor se acaba y hay que volver a empezar mientras se esté vivo. Ese es el mejor mensaje para sentirse joven y para respetar el contenido de la juventud.
Hay que considerar el pragmatismo de la filosofía helenística como antídoto. Los hermanos epicúreos de Grecia hablan de que Epicuro les ha enseñado a pararse con los pies firmes en la tierra y abrir bien los ojos en lugar de arrodillarse y cerrarlos como hacen los griegos que asisten a la Iglesia Ortodoxa, actitud que presumiblemente contribuyó a que llegara la crisis en la que se encuentra su país.
Durante el 6to Congreso Panhelénico de Epicúreos, el Dr. Christos Yapijakis del Jardín de Atenas (el mismo que escribió la portada de mi libro) hizo una presentación titulada “La autarquía epicúrea en la Grecia de la crisis contemporánea”, en la que discute la auto-suficiencia como producto de la prudencia. La idea es que los sabios no se hacen esclavos de innumerables externalidades sino que, al contrario, viven vidas simples, satisfechas, agradecidas y contentas. Pero para esto uno debe estar conciente de los límites de nuestras verdaderas necesidades, discernir entre deseos innecesarios y necesarios.
Una vida libre puede que no obtenga gran riqueza, porque esto no es fácil sin ser esclavo de las multitudes o de los tiranos. – Metrodoro
En un artículo titulado “aitio paronta” (que se traduce del griego como “estas son las circumstancias”) otro pensador de los jardines de Grecia llamado Dimitris Dimitriadis habla de como “debes tener los ojos y oídos y la mente abiertos y observar cautelosamente lo que está pasando a tu alrededor y encontrar múltiples causas“. Luego, persiste
El tipo epicúreo no se pega a la nostalgia , sino que procede a la acción ya que estima que la felicidad depende de él. Es por eso que el epicureísmo es una filosofía de acción. Es una acción de iluminación capaz de abrir los ojos, los oídos y la mente de otras personas. Es una acción relacionada con la libertad humana como el valor más alto y no como moral social o deber.
El intercambio intelectual con ellos hace que se le contagie a uno el realismo de mente fuerte que ostentan. Prestemos atención. Fíjense en el contraste entre tener los pies firmes en la tierra y los ojos abiertos, y ser auto-suficiente, versus tener los ojos cerrados y estar arrodillado, e imaginar que alguna providencia divina nos va a sustentar.
Pero, ¿que es la autarquía? Autarquía es un término griego (al igual que monarquía yoligarquía), pero se traduce como el gobierno de si mismo y como auto-suficiencia … porque (¡sorpresa!) para gobernarse uno mismo uno tiene que poder proveerse y suplirse uno mismo.
Consideremos el hecho de que en nuestro sistema educativo no se nos ha programado para ser autarcas. Este pudo haber sido uno de los valores fundamentales y esenciales de la civilización occidental, pero no se nos ha educado al respecto: nos quieren reducir a consumidores de cosas que no necesitamos (y que se proveen desde afuera de la isla), nos quieren endeudar (porque la esclavitud es hoy ilegal, pero no es ilegal el endeudamiento por medio del cual somos esclavizados y debemos dar a otros el fruto de nuestra labor … y es sumamente difícil desenmascarar la esclavitud salarial por ser tan pervasiva e impersonal: así operan los banqueros).
No dañes lo que tienes deseando lo que no tienes, sino que recuerda que lo que hoy tienes estuvo una vez entre las cosas que solo anhelabas.
Nada es suficiente para alguien que considera lo bastante como insuficiente.
Si en Puerto Rico existe poca voluntad para la soberanía es por falta de autarquía, por la obsesión de comprar y poseer cosas que suplen otros mientras que no nos esforzamos por producir y suplir nuestras necesidades mas universales y básicas.
En cambio, a principios de siglo cuando en Argentina la crisis fiscal empeoró, la gente empezó a declararse prosumidores (un movimiento masivo de consumidores que producen): se reinventaron la identidad consumerista. No les quedó otra.
Algunas personas han llegado a confundir la autarquía epicúrea con minimalismo o simplismo, y aunque se pueden parecer es importante que no veamos el minimalismo como un fin en si mismo sino como un medio a una vida placentera, que es el fin. Si se pueden tener lujos con poco sacrificio y sin muchos inconvenientes, el lujo no es nada malo. Mas importante que eso es estar conformes y felices con lo que se tenga, y saber disfrutarlo sabiendo que es poco lo que necesitamos. Es eso lo que produce una buena calidad de vida.

No es tan malo que aspiremos a ser la Grecia de América si entendemos que Grecia fue la cuna de la democracia, de la filosofía, y que en ella se establecieron las fundaciones de la ciencia moderna. A lo mejor si sabemos manejar esta crisis fiscal con la sabiduría del helenismo, de entre nosotros podrán emerger los nuevos y necesarios intelectuales latinoamericanos pragmáticos y sobrios.

Artículo originalmente escrito para ateistaspr.com.

viernes, marzo 20, 2015

Feliz Dia de la Felicidad


New-Intl-Day-Happiness
Es preciso que nos ejercitemos en aquello que produce felicidad ya que cuando la poseemos, lo tenemos todo y cuando nos falta, hacemos todo por tenerla. – Epicuro de Samos
Hoy, el 20 de marzo, es el Día Internacional de la Felicidad, una celebración relativamente nueva que fue instituída por las Naciones Unidas y que se ha venido a convertir en una ocasión importante para la comunidad epicúrea internacional. Los epicúreos de Grecia (jardines de Tesalónico y Atenas) han publicado la Declaración de Palini, expresando su iniciativa de lograr que la Unión Europea reconozca oficialmente el derecho a la felicidad como hizo Thomas Jefferson en la Declaración de Independencia de EU.
Similares iniciativas se han dado en otros países: Brasil ha añadido la búsqueda de la felicidad a su constitucióny otros países sudamericanos como Bolivia y Ecuador ya la reconocen como parte de su filosofía indigenista desumak kawsay (buen vivir), también incorporada a sus leyes. Muchos países budistas como Tailandia y Cambodia tienen hasta índices nacionales de felicidad e incorporan estas ideas a sus cálculos de bienestar mientras que acá en las democracias neoliberales solo se mide lo económico (pruducto nacional bruto). Estos índices reflejan un concepto distorsionado que nos habla mas del lucro de los inversionistas en Wall Street y menos de la calidad de vida, bienestar y placer verdaderos que se viven a diario en una sociedad.
En el laicismo, no debemos subestimar la importancia de estas iniciativas. Con frecuencia los ataques de la religión a las libertades civiles constituyen de alguna manera u otra, en efecto, ataques a nuestro derecho a ser felices. Durante la controversia de Proposición 8 en California, cuando los mormones organizaron y financiaron una campaña de difamación contra los gays para negarles el matrimonio, uno de los comentarios que recuerdo haber escuchado de una líder mormona tenía que ver con que Dios “no nos puso en el mundo para ser felices, sino para obedecerle”. Y es precisamente en contradicción a esto que concluye Frances Wright en su obra Varios días en Atenas:
“¡Escuchen, pues, mis hijos! … Sea un dios o un filósofo quien hable, el mandato es el mismo: ¡Disfruten y sean felices! ¿La vida es corta? Eso es un mal: pero hagan la vida feliz, y así su brevedad es el único mal. Yo les hago a ustedes el mismo llamado que Dios, si existe, debe darles desde el cielo: ¡Gocen y sean felices! ¿Dudan en el camino? Dejen que Epicuro sea su guía. La fuente de todo placer está dentro de ustedes mismos. El bien y el mal se encuentran ante ustedes. El bien es todo lo que puede dar placer: el mal, lo que trae dolor. Aquí no hay paradoja, ni refrán oscuro, ni moral escondida en las fábulas.
Un Dios, si existe, nos va a querer felices del mismo modo que cualquier persona virtuosa y bienaventurada nos va a querer felices. Sería blásfemo imaginar otra cosa. Solo los enemigos de nuestras almas nos van a convencer de lo contrario.
El Día Internacional de la Felicidad coincide con el día 20, que es el momento en el mes en que los epicúreos llevan a cabo sus actividades mensuales. New Epicurean hoy publicó su mensaje del 20 contra los que tergiversan el sentido de la verdadera felicidad: hay personas que la interpretan como falta de dolor, otros comovirtud. Generalmente son los filósofos profesionales académicos quienes equiparan felicidad con falta de dolor, en gran parte porque están influenciados por los estoicos, que suelen mal interpretar el epicureísmo. El autor se mofa de esto citando un poema de Lucrecio donde remplaza el nombre de Venus y las referencias al placer con “painlessness“, produciendo un absurdo.
Los que equiparan felicidad con virtud, con frecuencia también bajo la influencia de los estoicos, son quienes peor confunden nuestra búsqueda de la felicidad. Para muchos, virtud se equipara con negarse a si mismo, con abnegación. Para otros, como los católicos, solo de la cruz, del sufrimiento se puede derivar virtud … y para otros, como los musulmanes, ser virtuoso significa pelear por Alá en guerras santas y pegarle a una esposa desobediente. La virtud es un concepto que significa distintas cosas para distintas personas y muchos han usado este concepto para confundir a la gente, con frecuencia adelantando agendas que benefician a ciertas clases dominantes. Por eso los maestros de la tradición epicúrea insisten que el fin establecido por la naturaleza es el placer (el cual nuestras facultades están perfectamente programadas para reconocer), y no la virtud como dicen los estoicos.
Para nosotros, el ser natural experimenta la felicidad tangiblemente en su cuerpo y mente como placer. Esta felicidad es real, vivida directamente. No es imaginada, como la aversión y el dolor tampoco lo son. De hecho, muchos naturalistas vemos las facultades del placer y de la aversión como fundamentales e indispensables para nuestra felicidad y esenciales para nuestro compás moral.
Tampoco hay que pedir disculpas por buscar una vida placentera para nosotros, nuestros amigos y seres queridos. Los enemigos de la felicidad humana nos han tratado de convencer que es señal de egoísmo, de narcisismo, de degradación, buscar la felicidad. Es completamente natural que seamos bienquerientes, tanto para nosotros mismos como para nuestros seres queridos, y alegrarse por el placer ajeno y propio es además señal de que hemos asumido una ética humanista que muestra compasión.
Resistan en todo a los odiadores del placer y del bienestar humano. En una ética antropocéntrica humanista, el propósito de las leyes, e incluso el propósito de la religión y de toda expresión e institución cultural, debe coincidir de algún modo con la maximización de la felicidad y el placer junto con la disminución del sufrimiento humano.
¡Esperamos que tengan un placentero y auspicioso Día Internacional de la Felicidad!

domingo, octubre 19, 2014

Contra la moirolatría

Recientemente en la comunidad cibernética de filósofos epicúreos han habido divisiones considerables por causa de la insistencia en la creencia en que el determinismo ha sido reivindicado por la ciencia entre algunos que se hacen llamar neo-epicúreos que no pueden comprometerse del todo con la enseñanza de Epicuro por causa de esta opinión. En la doctrina inicial de Epicuro, había un fuerte anti-determinismo.

En un reciente artículo para Prospect, Daniel Dennett incluso cometió un serio e irreverente error cuando dijo que Lucrecio escribió una gran obra "estoica" titulada De Rerum Natura, y no mencionó que entre Demócrito (uno de los primeros atomistas) y Lucrecio hubo un gran hombre, Epicuro, que nos mostró el camino a la realidad.

Es difícil imaginar que Dennett no ha estudiado su historia de la filosofía lo suficiente como para saber que Lucrecio era uno de los mas grandes epicúreos de la historia. Encima de esto, dice que fue estoico. Hace mas sentido suponer que Dennett evadió a Epicuro a propósito con la intención de que sus lectores no se pongan a averiguar lo que los epicureanos enseñan. Odio el tono acusativo que asumo al decir esto, pero Dennet es uno de los filósofos mas prominentes del mundo de habla inglesa en esta generación y es imposible que el no entienda que Lucrecio no era estoico, y mas aún que uno de los puntos principales en que divergían estoicos y epicúreos era el asunto del determinismo.

Esto nos da una idea de que hasta que punto las antiguas batallas intelectuales entre las dos escuelas hermanas helenísticas todavía continúan y tienen vigencia, y de cuan importante es educarse para poder distinguir entre ambas. Ambas escuelas son terapéuticas, pero la estoica ve la virtud como el telos (la meta de la vida) mientras que los epicúreos vemos el placer como el telos, y las virtudes son solo medios hacia ese fin. Solo son virtudes porque al final producen una existencia placentera y si produjeran mas dolor que placer, no serían virtudes sino vicios, enfermedades del alma, malos hábitos.

Es curioso que exista un arraigo a los "ideales" del determinismo tan intenso, casi religioso, entre personas que de lo contrario son seculares y anti-superstición. Creo que la prevalencia del estoicismo tiene mucho que ver con esto, porque el estoicismo enseña a aceptar todo lo que no se pueda controlar con resignación y se endiosa tanto este espíritu resignado como si fuera dignificado, que se empiezan a aceptar restricciones innecesarias basadas en la corrupción cultural como si fueran naturales.

El sistema de las castas o clases sociales, el rol sumiso de la mujer, el perpetuo exilio de los gays, condiciones laborales paupérrimas e incluso monstruosidades culturales como el shari'a islámico podrían terminar haciendo del estoico un hombre virtuoso, domándolo por completo, porque no se agarró de la naturaleza con firmeza como su guía y aceptó la cultura a la par. Noten que cuando hablamos de corrupción cultural, invariablemente son las clases dominantes las que establecen sus agendas en estos esquemas.

Entre los estoicos de menor prudencia, existía una tendencia a buscar oráculos y signos en todas partes porque la fe en el destino era tal que, aunque nada se podía hacer para cambiarlo, creían que era posible y deseable conocerlo por medio de profecías y signos.

Lo importante es resignarse y ser virtuoso, ¿que importa si se es feliz? ¿No? Ese modo vil de pensar es deshumanizante, y es por esto que el epicúreo se rebela contra el determinismo a la vez que está dispuesto a aceptar sus límites naturales para sufrir menos, porque la naturaleza no nos da otra opción.

Así, tal y como pregona el evangelizador estoicista Dennett en su artículo, el hombre puede aspirar a RESISTIR la vida en lugar de PLANIFICAR la vida, que es lo que arguye el filósofo epicúreo Norman DeWitt, que parafrasea un adagio conocido de la filosofía al decir: "la vida no-planificada no vale la pena vivirla". Resistir la vida y planificarla son dos cosas muy distintas. Al final, el estoicismo produce un hombre quizá virtuoso, pero mucho menos libre, mucho menos creativo, mucho menos dinámico que el autarca virtuoso, contento y tranquilo que produce el epicureísmo.

Otro de los puntos de animosidad con los estoicos se traza a su mal entendimiento del placer, a veces por ignorancia y a veces por tergiversación intencional de las verdaderas enseñanzas sobre el cálculo hedónico. El placer y el dolor son la experiencia REAL, tangible de felicidad y sufrimiento en el cuerpo y la mente de los seres naturales. No son imaginarios. Entonces, sin hablar en términos de hedonismo no se puede hablar propiamente de la ética, de la sana y buena vida.


Precisamente en una de las muchas discusiones recientes sobre estas diferencias irreconciliables de opinión, una amiga de Grecia explicó que los que endiosan a Fortuna pecan de moirolatría (el culto al destino) y que esta es una superstición tan vil como cualquier otra idolatría. Epicuro hubiera ido mas lejos, ya que el dijo que al menos si creemos que los dioses influyen en nuestras suertes, podemos apaciguarlos con ofrendas y oraciones con la esperanza de que nos escuchen, pero si creemos en el determinismo naturalista no hay fuerza en el cosmos a la que podamos apaciguar, ni rezar, ni recurrir. Epicuro no pudo haber sido un reformador moral si hubiera aceptado el determinismo.

Mientras que la gente común tiembla de miedo ante la Fortuna y sus muchas manifestaciones, la actitud propia del epicúreo hacia la diosa Fortuna es una actitud de casi desdén. Es burla, insolencia. Veamos un ejemplo de los antiguos:


Te he anticipado, Fortuna, y me he consolidado contra tus ataques secretos. Y no nos entregaremos como cautivos a Ti o a cualquier otra circunstancia; sino que cuando sea hora de irnos, escupiendo con desprecio la vida y todos los que aquí vanamente se apegan a ella, dejaremos la vida dando un alto grito triunfal y glorioso de que hemos vivido bien. - Sentencia Vaticana 47
El mérito de esta actitud yace en la emancipación del sabio de las externalidades en su tranquilidad y felicidad, en su autarquía (es decir, su auto-suficiencia y su auto-gobierno). Al final de su vida, habiendo llevado una vida buen vivida y habiéndose disfrutado cada momento, el moribundo sabio epicúreo mira a Fortuna (o a cualquier otra deidad caprichosa de la suerte) y le debería poder decir esto, en cuyo caso muestra que no vivió como esclavo y que le sacó provecho a las doctrinas de la mas sana filosofía de hombres y mujeres libres.

Nosotros no nos adherimos a un triunfalismo insensato, sino que reconocemos que hay una facticidad, un contexto natural y hasta cierto punto cultural que delimita los poderes de nuestra voluntad y libertad. Pero a la vez afirmamos con Jean Paul Sartre que el hombre es lo que hace con lo que la vida le da.

Es decir, el ser humano tiene el poder de involucrarse creativamente en su vida, inventar cosas nuevas, volverse maestro de las artes y ciencias, tener proyectos que le hagan trascender y hasta tener un arte de vivir que le defina aún mas que lo que Fortuna tire en su camino. 


Para concluír (y esto es muy importante): el reconocimiento de la libre voluntad y el discurso sobre lo que idealmente deberíamos hacer con nuestra libertad deberían informar nuestra labor filosófica y nuestros proyectos existenciales a largo plazo.

viernes, octubre 03, 2014

jueves, julio 24, 2014

Cultivando el jardín en las Indias

La primera reseña en castellano de mi libro ha sido publicada ... ¡y es muy positiva!

Nace la Sociedad de Amigos de Epicuro - en español

La Sociedad de Amigos de Epicuro ahora tiene una página del web propia en castellano, además de su página comunitaria en facebook donde constantemente se van a ir compartiendo recursos didácticos y artículos en español.

De igual modo, la traducción al castellano de mi libro Tending the Epicurean Garden, titulada Cultivando el jardín epicureano, también está disponible, y su versión en Kindle.