miércoles, junio 18, 2014

Nada nuevo bajo el sol

Humanistas Seculares de Puerto Rico ha expresado su repudio a las expresiones de rechazo (por parte de grupos cristiano-fascistas) hacia la designación de la Lcda. Oronoz al Tribunal Supremo por causa de que esta sea lesbiana. Entre las expresiones de HUSE, vemos:

... la mayoría de la gente sin distinción a su preferencia sexual agradecen a su familia o a su esposos y esposas su continuo apoyo para lograr sus metas. 
El pretender influenciar la nominación de un gobernador aduciendo que no hay garantías de que una jueza homosexual no pueda ser tan imparcial y justa como una heterosexual y cristiana sí es una afrenta a los jueces y juezas que actualmente componen nuestro alto foro judicial.
Las agendas autoritarias de los grupos cristianos que no reconocen la separación entre religión y estado representan no solo un peligro para las personas abusadas sicológica o sexualmente por los sacerdotes y para la comunidad LGBT y sus familias en la isla: son un peligro para los derechos de los ateos, de los disidentes religiosos, de las mujeres maltratadas por sus esposos (porque la iglesia ha declarado el divorcio inmoral), de las madres solteras o padres solteros (en medida que las políticas públicas favorezcan solo a las familias llamadas 'tradicionales' por estos grupos).

La naturaleza punitiva de la ideología cristiana conservadora además produce una sociedad donde existen mas crímenes imaginarios sin víctimas, y hasta el uso mal-intencionado de leyes para el beneficio de grupos que se aprovechan, por ejemplo, de las prisiones con fines de lucro que se van volviendo mas y mas la norma, sobre todo en Estados Unidos. Invariablemente, las libertades civiles van a sufrir mientras personas poseídas por estas ideologías persistan.

La elección de una jueza lesbiana al Tribunal Supremo de Puerto Rico surge poco luego de que los casos de abuso sexual y encubrimiento de sacerdotes depredadores por el alto liderazgo de la iglesia hayan explotado en los medios públicos de la isla como han explotado en casi todos los países donde existe apertura a que se critique la iglesia abiertamente. Los altos jerarcas de la iglesia también han expresado, naturalmente, desconfianza y preocupación por la elevación a este rango de una miembro de una comunidad que ha sido históricamente atropellada y odiada de modo muy público por los líderes católicos.

De modo que no hay nada nuevo bajo el sol, como dice la Biblia. Nada de esto nos debe sorprender.