sábado, marzo 29, 2014

Cosmos y la doctrina epicureana de los innumerables mundos

Recientemente, el canal Fox americano (no el noticiero fascista sino el canal de variedades) ha decidido rehacer la serie Cosmos, que originalmente fue facilitada por Carl Sagan en los años 80.  Esta vez, usaron un astrofísico, Neil DeGrasse Tyson, que como joven llegó a conocer a Sagan y verlo como un mentor, creando un sentido de linaje y de procesión generacional interesante.  El concepto central de Cosmos era el interesar a los jóvenes en la ciencia y en la cosmología natural y científica (opuesta a la charlatanería de la religión organizada y la superstición que siempre ha sido enemiga de la ciencia).

La première de la nueva serie incluyó una biografía de Giordano Bruno, y en un momento de la narrativa se le ve leyendo libros que eran prohibidos por la iglesia durante la edad oscura.  Se entrevé por varios segundos el libro del poeta y filósofo romano del primer siglo de Era Común Lucrecio titulado Sobre la naturaleza de las cosas.

En este libro, el poeta de convicción epicureana presenta en detalle sus teorías sobre el atomismo y materialismo, su teoría sobre la selección natural, y su persistencia en que todos los fenómenos que sus contemporáneos consideran sobrenaturales tienen explicaciones naturales, incluyendo las órbitas de los cuerpos celestiales y las enfermedades.

Ahora el tema de Lucrecio y su obra (que fue tratado en el libro The Swerve en años recientes, donde se le atribuye haber sido responsable por prácticamente todo el pensamiento moderno) se ha vuelto viral en el internet.  Un artículo reciente en The Humanist alaba a Lucrecio por sus tempranas opiniones progresivas sobre todo, incluso por haber coincidido con y precedido el pensamiento de Galileo por mas de un milenio.

De particular interés en la narrativa de Giordano Bruno, que fue asesinado por el liderazgo de la iglesia por herejía luego de decir que la Tierra no era el centro del universo, es el origen materialista de sus ideas.  Epicuro no había sido el único, ni el primero, en postular la existencia de otros planetas.  La doctrina de los mundos innumerables era aceptada por todos los filósofos atomistas desde los tiempos de Demócrito.  No solo la Tierra no era el centro del universo, sino que era una de trillones de mundos.  En su Epístola a Herodoto, Epicuro dice:

Además, hay un número infinito de mundos, algunos como este mundo, otros distintos.  Pues ya que los átomos son de cantidad infinita, y como se ha probado ya se extienden más y más hacia adelante en su curso.  Y estos átomos de los cuales puede surgir un mundo, o por los cuales se puede formar, no se han de gastar en un mundo o en una cantidad limitada de mundos, ya sea similar o distintos al nuestro.  Entonces no hay nada que evite una infinidad de mundos.

La doctrina atomista tiene su origen en las sorprendentes repercusiones matemáticas que parten del universo observable, y de la posibilidad de que el cosmos no tenga fin.  Si en cada galaxia hay billones de estrellas, como las que hay en la nuestra, y si hay trillones de galaxias, entonces lo cierto es que nunca vamos a saber cuantos millones de mundos con vida, mucho menos con vida animal o parecida, existen o habrán existido a través de los eones.  Solo podemos hacer estimaciones, pero incluso las mas conservadoras son fascinantes.

Debido a que los átomos, moléculas y elementos solo tienen una cantidad limitada de posibles combinaciones, dice el argumento, entonces es cuestión de tiempo antes de que en algún punto en todas las direcciones y en el tiempo hayan existido combinaciones de átomos, elementos, y variables similares a las que tenemos aquí.

El argumento de Epicuro fue hecho de nuevo en el Siglo XX por Francis Drake, que se inventó una ecuación (la famosa Drake Equation) para estimar cuantas civilizaciones inteligentes hay en el universo.  Dependiendo de los números que uno entre como variables en la ecuación, uno puede conseguir uno o trillones de mundos.

Mientras va avanzando nuestro entendimiento sobre el cosmos, las posibilidades de mundos con vida, y las posibilidades de vida inteligente, aumentan.  En las últimas dos décadas solamente, se han descubierto miles de exoplanetas (mundos fuera de este sistema solar) solo en la vecinidad mas inmediata de esta galaxia.  Empieza a vislumbrarse que la realidad podría ser mas rara que la ciencia ficción.

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