lunes, agosto 14, 2006

Viejo verde to you ...

Me acabo de enterar de que Fidel Castro se va a convertir en octogenario. Y gobernó (lo digo en el pasado porque todos sabemos que está mas allá que acá) Cuba con mano de hierro por tantas décadas, no menos de cuatro. Ha de ser cierto que la yerba mala no muere. He escuchado que fue a Nigeria a recibir unas iniciaciones, y que está iniciado en lo que en Cuba se llama Palo Monte, la religión del Congo que se practica hoy en Cuba. A lo mejor esos espíritus lo han mantenido vivo todo este tiempo, lo cierto es que solo una fuerza demoníaca protege un ser tan bajo y odiable.

También estoy leyendo el libro 'Why I am not a Muslim' ("Porqué no soy musulmán") de Ibn Warraq, que expone las falsedades, las neurosis y los errores evidentes enormes del profeta Mahoma. Uno de los errores mas cómicos y prepósteros es que el profeta estaba convencido y en el Corán se hace evidente de que María, la madre de Jesús, era la misma María hermana de Moisés y Aarón! Esto es increíble, considerando que alrededor de mil años o mas han de haber pasado entre estas dos Marías, pero es claro en el Corán que el profeta estaba convencido de que eran una y la misma.

Este negocio de los profetas es muy peligroso, si nos paramos a pensar en las calamidades y enorme sufrimiento innecesario con el que está azotando el Islam al planeta hoy. Pero bien franco fue el mismo profeta Samuel en 1 Samuel 9:9 cuando el mismo admitió que 'lo que hoy llaman profetas antes llamaron videntes', o sea que en esencia un síquico de hoy es lo mismo que un profeta, lo mismo que Samuel y Mahoma. No hay diferencia. Hay que alabar la honestidad de este Samuel, que luego de haber dado órdenes de genocidio contra los Amelekitas (incluso ordenando que los judíos maten niños, mujeres, y hasta cabros y ganado de esta pobre tribu inocente), se atreve a admitir que el no es mas profeta que Nostradamus, Edgar Cayce y otros.

Otro de los comentarios que me que me amenizó con respecto al Dios del Corán que hace Ibn Warraq es que el Dios del Corán es tan despótico y absolutista que es una versión cósmica de Saddam Hussein.

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