martes, julio 17, 2007

El jíbaro, al-Hibri

Por muchos años ya he sido fanático de la música sefardita o judeo-española. He escuchado la canción Mar de leche en muchas ocasiones. El CD Ladino Legacy tiene una rendición hermosísima de esta canción que he escuchado una y otra vez y no me deja de conmover. Pero recientemente, al escucharla, se me ocurrió algo insólito. He aquí las letras:

Si la mar sea de leche
yo sería un pescador
pescaría mis dolores
con paravritas d'amor

Dame la mano palomba
para subir a tu nido
maldicha que durmes sola
venu a durmir contio

Todo puertorriqueño que lea esto se acordará de un aguinaldo que se canta año tras año, derivado de la segunda estrofa de este canto sefardita. ¿Será posible que los judíos hubieran dejado una marca en la cultura puertorriqueña desde la mas remota memoria, en el alba de la formación de nuestra identidad nacional? No es tan descabellada la idea. Estudiando la historia de mi apellido (apellido que mis ancestros de las montañas del centro de la isla me dejaron), descubrí que habían familias judías en Burgos, España, con el mismo apellido en tiempos medievales.

Ahora, la historia siempre la dicen los conquistadores. Quizá por eso el silencio de una comunidad judía temprana en Puerto Rico. Los judíos y moros fueron expulsados de Iberia solo un año antes del descubrimiento de las Américas, y los que se fueron dejaron todas sus pertenencias en Iberia. Aún así, o quizá por eso mismo, miles se quedaron en Iberia, quizá muchos de ellos adinerados - los cristianos no les dejaron llevarse sus riquezas (la religión no fue el único motivo de la expulsión). Fueron los que aceptaron la fe católica los que se quedaron, casi todos en el sur (por eso Andalucía tiene un aire moro peculiar en su castellano). A los judíos que aceptaron la fe católica se les llamó marranos, puercos, pero fueron los judíos que permanecieron fieles los que les pusieron este apodo. Los anales de la historia también cuentan de instancias donde los judíos siguieron practicando su fe, o elementos de su fe, a escondidas.

No es difícil tratar de imaginar lo mucho que ha de haber pasado por la mente de éstos judíos (o post-judíos) cuando el Nuevo Mundo fue descubierto y se abrió todo un continente de esperanzas y posibilidades ante ellos. Seguramente no fue facil decir adiós a primos, hermanos y otros familiares, quizá la mayor parte de sus previas comunidades, que partieron a Turquía, a Marruecos y sabrá Dios a donde más, y a los cuales perdieron por siempre la esperanza de volver a ver. Habrán sentido como si una alfombra fue jalada de debajo de sus pies, y quedaron sin comunidad, prestos a comenzar de nuevo. Los recursos monetarios que tenían, junto a la decepción de vivir en una Iberia donde el antisemitismo se marinaba con otros potenciales males sociales bajo la superficie, probablemente pudieron haber sido un excelente incentivo para irse e invertir en el Nuevo Mundo.

Los judíos tienen una historia de resistencia ideológica y supervivencia formidable y admirable. Han sabido asimilarse a culturas completamente distintas una y otra vez, mientras que mantuvieron su identidad judía. Han sabido sembrar conspiraciones en las culturas para tener un 'plan B', en caso de que sean de nuevo expulsados, maltratados o exterminados como fueron otrora, usando como recurso el sionismo, o la profecía de que iban a ser liberados de la esclavitud. Recientemente, se realizaron pruebas de DNA a miembros de un pueblo negro y monoteista de Sud-Africa llamado los Lemba, que dicen ser hebreos, practican una forma primitiva de judaismo y en sus leyendas orales hablan de ser descendientes de Aarón el hermano de Moisés, y nadie les creía. Las pruebas de DNA muestran y confirman, sin lugar a duda, sangre semita. El resto de la diáspora judía, ahora, ha comenzado a aceptarlos y a tomar interés en su cultura. Lo formidable no es que sean hebreos, sino que hayan preservado esa identidad a traves de miles de años, incluso mientras convivieron con otros pueblos y hablaron sus idiomas. Se asimilaron, pero a pesar de la transparencia de su asimilación una y otra vez, no se disipó su identidad hebrea. Sin escrituras, con leyendas orales, preservaron la memoria de quienes eran. Algo la sostuvo.

Aunque no soy muy amigo de los mitos de tribus perdidas, la idea insólita que visitó mi mente cuando escuchaba esta canción, es: ¿será posible que la palabra jíbaro provenga del hebreo 'ivrit' (que significa 'hebreo')? ¿Será posible que sea un vestigio de una presencia temprana de judíos en los montes remotos de Puerto Rico, quizá para preservar, a escondidas o disimuladamente, la identidad sefardita de un buen número de nuestros ancestros originales? ¿Será posible que jíbaro sea un código para 'hebreo'?

La palabra jíbaro, aunque (casi) todos los boricuas la aman y reclaman como un pedazo sagrado de quienes fuimos, y aunque sabemos mas o menos que se trata de los primeros puertorriqueños de raza española que se consolidaron en los montes con las indias y españolas, nadie sabe su origen con certeza. El Diccionario de la Real Academia Española define lo jíbaro como: "perteneciente o relativo al campesino de ascendencia española, generalmente en las regiones montañosas de la isla". Por el otro lado, este diccionario de palabras taínas lo define como una palabra de origen taíno: "La palabra jíbaro está compuesta de la radical indo-antillana jiba, monte, y ro por ero, que, como sufijo en español, equivale a hombre." Pero esta última definición híbrida, taíno-castellana, aunque no puede ser del todo descartada, es algo incómoda. Las palabras castellanas que terminan en 'ero' tienen el acento en la penúltima sílaba: jíbaro lo tiene en la primera.

La palabra hebrea 'ivrit' (hebreo) tampoco es de origen cierto. Los judíos suelen hablar de Hebrón (un lugar en Israel), y de que el nombre proviene de un ancestro de Abraham mencionado en la Biblia llamado Eber. Pero hay una posibilidad históricamente mucho mas probable: la palabra egípcia happaru significaba 'refugiados', 'aquellos que se refugian (en otras tierras)', y por extensión, extraños o extrangeros, y se le ha atribuído a los hebreos esta palabra EGIPCIA como el origen de su nombre, de modo que fue en realidad en Egipto que surgió esta identidad, del exilio, la esclavitud.

Hay que imaginar que 400 años de esclavitud han de haber formado su identidad, y que se han de haber entremezclado con otros grupos esclavizados porque, originalmente, todos los hijos de Israel que llegaron a Egipto eran de la misma familia. Se tuvieron que mezclar con otros al casarse. Entonces, culturalmente y racialmente han de haber sido algo diversos y haber asumido ciertos elementos del estrato bajo de la nación egípcia. De hecho Moisés mismo, que fue criado en la casa real, tuvo una esposa etíope, por lo que su hermana Miryam y su hermano Aarón lo criticaron. Dice la Biblia que Jehová supuestamente causó lepra a Miryam por haber sido tan vilmente racista, lo cual indica que Moisés vino de una familia de piel clara. Entonces, al igual que los boricuas, los judíos fueron racialmente diversos en su origen.

En los idiomas semitas, las palabras no usan vocales así que los lingüistas se valen solo de las consonantes para derivar correspondencias entre posibles raíces semánticas de las palabras modernas. En ese sentido, he leído incluso de que los íberos fueron descendientes de Eber. Sí, se que suena rastafariano, y lo es, los rastafarianos son dados a todo tipo de teorías sobre tribus perdidas - pero aunque no estoy de acuerdo con mucho de lo que dicen en esta página, si creo que muchos de los supuestos "fenícios" que vivieron en España eran en realidad canaanitas, o hebreos del norte que se paganizaron a través de las generaciones. Estos canaanitas incorporaron muchísimos miembros de las supuestas diez tribus norteñas, que parecen simplemente haberse asimilado a las poblaciones locales, pero que preservaron mas o menos cierto elemento de folklor judío. Los argumentos de esta página rastafariana se basan en la idea de que la ciudad fenícia de Gades (Cádiz, España) fue fundada por los gaditas, una de las doce tribus de Israel, y se argumenta que el emblema en la bandera de Gibraltar es idéntico al emblema de la tribu de los gaditas: un fuerte o castillo, parecido al del morro.

Se argumenta también que el río Guadalquivir (en Gibraltar) fue originalmente llamado por los mozárabes 'Wadi al-Hibri', o 'río de los hebreos' cuando los gaditas aún vivían allí. Hibri ciertamente suena algo parecido a jíbaro, y es un modo moro de expresarse, que ha de haber sido corriente entre los judíos que habían convivido con sus vecinos moros por siglos, de modo que al referirse a sus hijos como jíbaros pudieron haber usado una pronunciación mozárabe, donde la j se aspira con cierta fuerza. Los judíos, también, al pronunciar el hebreo 'ivrit', lo hacen con el acento en la primera i. Repitan conmigo: Híbri (h fuertemente aspirada), jíbaro, Híbri, Jíbaro, Híbri, Jíbaro.

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