martes, abril 21, 2009

El llanto del león de las nieves

Cuando yo vea seres de naturaleza malévola
oprimidos por aflicciones y errores violentos,
que los pueda querer
como si hubiera encontrado un tesoro raro y precioso.

Oración del 14vo Dalai Lama


Le he tomado una reverencia y cariño profundo a su santidad, el Dalai Lama, en los últimos años. Primero, porque he entendido muchas cosas del budismo que me han ayudado a entender la naturaleza tan noble de su carácter ... y segundo, por el ejemplo que está dando de no-violencia.

He visto recientemente el documental Tibet: Cry of the Snow Lion, donde se documentan solo algunas de las muchas atrocidades que los comunistas chinos han llevado a cabo en esa tierra santa. Uno se queda sorprendido con el nivel de paciencia que tiene esa gente, habiendo pasado por tantos años de abuso y sufrimiento colectivo. Es chocante. Cualquier otro pueblo hubiera producido innumerables terroristas y movimientos militares.

Para una persona que no ha experienciado los beneficios sicológicos del budismo, se haría difícil entender que reserva de paciencia y sabiduría puede sostener a tanta gente durante tanto tiempo, entender como al Dalai Lama le pueden brotar sonrisas humildes cuando habla de lo que los chinos le están haciendo a su pueblo, aún cuando uno sabe que antes de esas sonrisas muchas lágrimas brotaron al ponderar el mismo asunto.

Como dijo el Buda Shakyamuni en el Dhammapada: "El odio engendra más odio. Solo con amor se puede conquistar el odio. Esa es una ley eterna."

Un boicot a China sería devastador, no solo para los chinos sino para el mundo entero. Sería revolucionario, pero a la vez es una imperativa moral de toda persona que tiene conciencia. El propósito final debería ser, al menos, que se lleve a cabo un plebiscito donde los tibetanos puedan elegir si quieren o no la independencia. Esa sería la mas lógica manera democrática de resolver el problema de Tibet.

No hay comentarios.: