sábado, agosto 08, 2009

El canibalismo y su sublimación en la eucaristía

El canibalismo se practica aún hoy en sociedades primitivas, como las tribus salvajes que habitan aún Papúa Nueva Guinea, y siempre y en todo lugar en que se ha practicado ha sido asociado con una serie de creencias rudas y vulgares que suelen ser, con razón, asociadas con la falta de civilización.

Algunos de los aborígenes americanos probablemente lo practicaron, aunque seguramente no en la medida que los colonos racistas lo hicieron aparentar.

Curioso que la histeria anti-salvaje de los colonos los haya pintado caníbales cuando, mientras América era descubierta, en los absolutistas y supersticiosos estados de Europa se cocinaban vivas brujas, homosexuales, judíos y todo tipo de disidentes en las plazas públicas en nombre del Dios de la Biblia. Lo que pasa es que no se comían a sus víctimas ... porque solo quedaron cenizas: sin embargo quemarlos era un sádico ritual público como en el filme Apocallypto (pero sin las pirámides) ... y los murmuros de los sacerdotes eran en latín, no en lengua azteca. Fuera de eso, los europeos eran mas o menos igual de supersticiosos y salvajes que los aborígenes del Nuevo Mundo.

También siempre he opinado que es posible que la muerte del neanderthal, el otro ser humano que convivió con nuestros ancestros en Europa por mas o menos 20,000 años antes de extinguirse, se haya debido al canibalismo. Se ha encontrado evidencia arqueológica que da a pensar que este fue el caso ... aunque yo personalmente no estoy seguro si fueron los neandertales quienes consumieron carne neandertal o los humanos quienes canibalizaron a sus primos.

Digo esto, porque en Africa aún hoy los humanos consumen carne de otros simios y, al menos una de las teorías sobre el origen del VIH (que se originó en las partes de Africa donde la industria de la carne simia o bushmeat es prevalente), asocia el VIH con el consumo de carne de simios que tenían una versión simia del virus del VIH. La teoría dice que, al consumir su carne y beber su sangre durante muchas décadas, eventualmente el inteligentísimo virus llegó a encontrar la mutación necesaria para poder residir en el cuerpo humano.

Si los humanos comen primates y simios en Africa aún hoy (y el consumo de seres que comparten casi el 99 % de nuestros genes es prácticamente canibalismo), entonces no es gran cosa decir que hayan canibalizado al neandertal y a otros humanos hace 25,000 años en Europa.

El canibalismo suele asociarse con creencias según las cuales, al consumir ciertas partes del cuerpo de la víctima, usualmente sacrificial, el caníbal asume dentro de su cuerpo y espíritu ciertas cualidades que la víctima poseía. Consumir el corazón, por ejemplo, le confiere al vencedor de alguna batalla la misma valentía y corage que el vencido. Comer los testículos, confiere vitalidad sexual, etc. Las creencias de otros grupos (como los bantúes de Africa) dictan que comerse un oponente confiere virilidad.

Estas creencias asociadas con el canibalismo evolucionaron en culturas mas recientes, donde aquello que remplazó la carne humana (pan y vino) aún seguía confiriendo los poderes y atributos del espíritu o deidad a quien se consagraba, como veremos luego.

El emperador Adriano hizo ilegal el sacrificio humano mas o menos alrededor del año 110 de la Era Común, de modo que se entiende que ya el sacrificio humano y canibalismo que le acompañaba habían caído en tanto desuso, que ya eran mal vistos en el umbral de la Era Común.

Pero esto resultó en que los animalitos se convirtieron en el nuevo objeto de la primitiva fijación caníbal en algunos lugares, mientras que entre cultos como los orfeicos se eliminó por completo el consumo de carne. Durante el alba de la Era Común, las ménades (borrachonas que servían a Baco) solían perderse en los montes de noche, descuartizar cabros y comérselos crudos mientras bebían su sangre. El cabro era el animal sagrado de Dionisos.

La creencia era que al comer el cuerpo y beber la sangre del cabro, experimentaban comunión con el Dios y eran poseídas por el Dios del frenesí, Baco. Las eufóricas bacantes así poseídas, daban oráculo y hablaban en nombre de los espíritus y de su Dios de un modo parecido a como hacen los pentecostales bajo la influencia del Espíritu de su Dios. De modo que con esto se entiende la referencia en los evangelios a los cabros a la izquierda de Dios: era un modo de hacer propaganda contra el culto báquico, que era tan prevalente entre los griegos, el pueblo cuya conversión fue la prioridad principal de los primeros cristianos.

Los devotos de la tradición orfeica del culto báquico, que eran mas austeros y modestos, adoraban a Baco de un modo mas civilizado: eran vegetarianos, y creían que Orfeo estableció el sacramento de comer pan y beber vino, como el cuerpo y sangre de Dionisos, para experimentar comunión con su Dios. Similares ritos existían en Egipto donde a Osiris se le ofrecía un tipo de cerveza de cebada y pan.

Ambos Dioses, si recuerdan, contenían dentro de sus mitos el tema de una pasión, muerte, desmembramiento y resurrección. Este tema es prevalente de manera global en el mito del chamán y los cultos que parieron estos mitos tenían invariablemente elementos chamánicos: posesión, oráculo, hablar en lenguas, etc.

Son estos los primitivos orígenes del sacramento cristiano y pagano de la eucaristía, que fue llevado a cabo en honor a Cristo pero también de Dionisos, Mitras, Attis, Osiris y seguramente muchos otros dioses. La idea era que, al civilizarnos, la asqueante práctica del canibalismo tuvo que ser sublimada y llevada a un nivel mas sano, no-violento, sin que se perdieran las tradiciones y los conceptos religiosos que la comunidad atesoraba y que unían a la tribu o comunidad alrededor de la mesa a comer.

Uno de los puntos que quiero recalcar antes de continuar, es que la existencia de estos sacramentos en Europa y el área mediterránea indica que el canibalismo también tiene que haber existido en la Europa pre-pagana y que tiene que haber pasado por un proceso por medio del cual, al civilarse (es decir, renunciar a la violencia religiosa) se desmanteló el sistema caníbal pero no las creencias subyacentes. Pero Europa llegó a vivir, originalmente, una edad primitiva en que el europeo llegó a ser tan salvaje, supersticioso y ritualmente caníbal como lo han sido otros pueblos.

Con decir esto no le pretendo faltar el respeto a la religión de los cristianos, de hecho la eucaristía es uno de los momentos mas hermosos y sublimes que tiene el cristianismo, pero es imposible perder de vista que en el cristianismo sí se ven vestigios de todos los tabúes tradicionales asociados con el canibalismo entre los primitivos: los cristianos creen que comunan con su Dios, que su Dios ha muerto y resucitado, que fue sacrificado, que de algún modo trascendental la esencia o espíritu del Cristo continúa en el pan y el vino y entra en el devoto o participante, que luego es 'parte del cuerpo de Cristo'. Hay una transmutación, una alquimia o transformación dentro del devoto, algo se repara, y las cualidades santas que los cristianos proyectan sobre la figura del Cristo se aceleran, se incrementan, se aumentan en la siquis del devoto: se santifica.

Estos efectos santificantes han de haberlos sentido los orfeistas también, y todos los que, en su tiempo, participaron de eucaristías de otros Dioses ... porque la idea era que el canibalismo era ahora un tabú, que habían nuevas leyes y creencias religiosas en su contra, y que al comer pan en lugar de carne, se sostenía la rectitud en la comunidad.

Participar en estas eucaristías fue originalmente una señal de renuncia a la violencia y fanatismo religioso burdo de los antepasados inmediatos, que se tradujo en canibalismo. Hay un elemento horripilante en la naturaleza humana que se intentó suprimir y enterrar para siempre en estos cultos llamados entre los griegos 'mistéricos', y los participantes 'mystes', porque celebraban el 'misterio' de la comunión. Aún hoy, el catolicismo llama este sacramento un 'misterio'.

Basta con entretener la idea por un instante para ver que no hay nada misterioso en que nuestros antepasados en algún momento hayan querido dejar de comer carne humana. La eucaristía, se supone, sea un paso hacia la no violencia, un sistema sacramental en que el veganismo es visto como la gracia que nos salva de nuestros impulsos salvajes y bestiales. Es ese el sentido y uso original del sacramento.

No hay comentarios.: