sábado, febrero 21, 2015

De la religión y el miedo

Recientemente, el asunto del laicismo y los persistentes esfuerzos por las iglesias de imponer política pública a pesar de la separación constitucional entre religión y estado, ha ganado mayor visibilidad en Puerto Rico a causa de la proliferación de organizaciones secularistas en la isla, que ya son dos (Humanistas Seculares y Ateistas de Puerto Rico), con algunos aliados como el movimiento Dios le debe a Hacienda, y también a causa de que en Agosto del 2015 se va a celebrar por primera vez una conferencia regional de American Atheists en la isla, que es territorio estadounidense.

Recientemente el asunto de la educación con perspectiva de género también ha unido a los movimientos secularistas en la isla, y en ocasión de la polemica por causa de la gran epidemia de decretos de ayuno y oración, donde las iglesias con frecuencia hacen uso de las alcaldías para promover agendas bastante estiradas hacia la derecha, con frecuencia homofóbicas y misóginas, Shirley Rivera fue entrevistada por Univisión. Esta entrevista produjo muchísima visibilidad para la organización Ateístas de Puerto Rico, y generó varios memes en los medios sociales relacionados al Planeta de los Simios y algunos temas que fueron cubiertos.

Uno de los momentos mas visiblemente incómodos de la entrevista fue cuando le preguntaron a Shirley porqué se estaba riendo, y ella tuvo que ser cándida y explicar que le está cómica la idea de hablarle a un amigo imaginario para resolver los problemas de uno, luego de lo cual hubo un minuto de silencio entre ella y su entrevistador (presumiblemente, ¿un minuto de silencio en memoria del Dios que Nietzsche declaró muerto?). Luego de esto, la lluvia de preguntas y comentarios necios del entrevistador hicieron degenerar la entrevista en ñoñería.

El primer punto interesante de esto es que a nadie le debería sorprender que una atea diga que Dios es un amigo imaginario porque, pues, eso significa ser ateo: creer que los dioses no existen ni son necesarios. ¿Porqué hacerse el sorprendido? Eso hasta el jíbaro mas campestre debería entenderlo.

Segundo, las reacciones posteriores del anfitrión incluyeron intentos de chantaje emocional (preguntando "si yo fuera un ser amado tuyo y me estuviera a punto de morir, ¿te entregarías a Dios por mi?" ... no una, sino varias veces y con expresión casi de perro arrepentido), lo cual apunta a la cultura de hipocresia fomentada por el creyente en las religiones basadas en el miedo. ¿No es una celebración de la hipocresía chantajear a una persona para que te diga que cree en algo, cuando confiesa que no cree; no es una oda a la hipocresía preferir que mienta? ¿Y de que manera se sabe que la persona es sincera? ¿No acusó Jesús de hipócritas por esto mismo a los que oran en público en Mateo 6?

¿No es esto parecido a la piedad forzada de los ciudadanos en el mundo islámico, donde negar que crees en el islam puede costar la vida, y es por lo tanto imposible estimar cuantos árabes son en realidad ateos y cuantos tienen preguntas y dudas sobre su fe? Estos fascismos de la piedad se le imponen a la gente así: mas con ñoñería y chantaje que con cañones y látigos. Y el resultado en todos los casos es el mismo: una cultura que, sin querer y sin pensar, eleva la hipocresía a virtud cardinal, para luego todo el mundo quejarse del montón de hipócritas que le rodean.

Otro problema que se puede identificar es el miedo a la muerte, que la gente común expone a la terapia de la fe en religiones que todas se contradicen mutuamente, y ninguna está basada en la evidencia ni en lo empírico. Es obvio que estamos ante el fraude mas grande de la historia de la humanidad con las religiones, pero eso a la gente ni le pasa por la cabeza cuando el terror que tienen ante la muerte es tan grande, que prefieren cerrar los ojos y vivir de rodillas, esclavos de curas depredadores y pastores vividores, o de líderes musulmanes o gurúes hindúes o de otra índole. Este miedo a la muerte puede ser tratado en la filosofía laica, en el epicureísmo o de otras maneras, sin que cause disonancia cognitiva, sin contradecir la naturaleza de las cosas. Pero la gente común ve como convenientes las respuestas preparadas por las mentes de los que viven de la religión.

Lo cierto es que debemos cuidar de nuestra salud existencial. Que negar la muerte, o adornarla de auras santas y de alitas angelicales como hacen las religiones, es como una sombrilla: tapa el sol de momento, pero no lo tapa en realidad. La naturaleza no nos da otra opción: somos mortales. Seamos grandecitos y entendamos eso con madurez, con gratitud, con conformidad.

El precio que pagan las sociedades con altos niveles de religiosidad es demasiado caro para que valga la pena dejarse gobernar por miedos a cosas que son completamente naturales ... y la muerte es eso: es al menos tan natural como el nacimiento. No hay que dejar que el estado y las supuestas "autoridades tradicionales" nos traten como niños, ni que se nos quiera gobernar en todo y quitarnos nuestros derechos civiles, ni hay que dejar que se desperdicien fondos públicos avanzando agendas degradantes fundamentadas en la superstición, ni tampoco hay que dejarse intimidar por terroristas musulmanes ni dejar impunes a sacerdotes que creen poseer funestos privilegios sexuales. Esa no es la clase de sociedad que deberíamos aspirar a ser.

Esperemos que, en medida que el movimiento laico siga creciendo, dentro de cinco o diez años las entrevistas a ateos logren niveles de sofisticación intelectual un poco mayor. Los dejo con una cita del poeta Lucrecio en su obra De la naturaleza de las cosas, Libro 2, Líneas 56-62:

Pues así como los niños tiemblan y temen a todo en la ciega oscuridad, así nosotros en la luz a veces tememos lo que no debe ser mas temido que las cosas que aterrorizan a los niños y que ellos imaginan van a pasar. Este terror, por lo tanto, y oscuridad de mente debe ser disperso no por los rayos del sol ni por la luz del día, sino por el estudio del aspecto y ley de la naturaleza.

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