miércoles, febrero 11, 2015

En defensa del adagio de Séneca

Ancient Spanish Philosopher
Seneca, filósofo de Iberia antigua
La religión es vista como verdadera por la gente común, como falsa por los sabios, y como útil para los soberanos. - Séneca
El problema de la invisibilidad de los no-religiosos en el discurso público ha empeorado por causa del modo en que los medios con persistencia repiten que un ateo jamás podría alcanzar la presidencia o una plaza política. Este mantra ha sido comprobado falso ahora que el nuevo Primer Ministro de Grecia es ateo y juramentó sin ceremonia ortodoxa, retando siglos de tradición en una sociedad plagada por el privilegio religioso. Incluso en los peores momentos de reciente austeridad, en una Grecia destrozada por el neoliberalismo el gobierno previo nunca se había atrevido a aplicar estas medidas de austeridad a la iglesia ortodoxa cuyo parasitaje ha empeorado la situación del país.

No olvidemos el contexto propio de la cita del "opio de las masas" de Marx, luego del cual explica:


La abolición de la religión como la felicidad ilusoria del pueblo es requerida para su felicidad real. El reclamo de abandonar ilusiones sobre su condición es el reclamo de abandonar una condición que necesita ilusiones. El criticismo a la religión es entonces embriónicamente el criticismo del valle de las lágrimas, cuya aura santificadora es la religión.

No es, por lo tanto, coincidencia que el nuevo Primer Ministro sea a la vez ateo, y que no pertenezca al establecimiento político sino que represente un nuevo ímpetu anti-austeridad: Grecia se ha visto forzada a despertar.

Sin embargo, a juzgar por el discurso que persiste entre los políticos conservadores, en Estados Unidos persiste la noción (retada cada día de modo mas vocal por personalidades como Bill Maher) de que un ateo no puede ser presidente ni político, aún cuando el Pew Forum on Religion and Public Life indica que una quinta parte de la población americana se identifica como no-religiosa y que este es el segmento de mayor crecimiento en la sociedad, acaparando un tercio de los mas jóvenes. EU también despierta y se encamina decidido al laicismo.

Detrás de esta insistencia se esconde la premisa de que la opinión mayoritaria es necesariamente mas válida o mas sabia, cosa que hay que desmentir con vehemencia. Erase una vez, la mayoría creía que la Tierra era plana, y en Alemania una mayoría hipnotizada hizo matar seis millones de personas. La autoridad moral o filosófica de los gentíos es algo que hay que temer, no porque sea irresistible sino por razones de su potencial tiranía. Fue democrática la tiranía que hizo ejecutar a Sócrates, al igual que lo es la del estado islámico.

Es un mal uso de la lógica pensar que los gentíos tienen algo que ver con la verdad, con la evidencia o con la superioridad moral, confundir su credulidad y consenso con el buen juicio. El consenso no constituye evidencia ni muestra verdad.

Las poblaciones crédulas son las que justifican a los líderes corruptos y malvados.

Esto hay que repetirlo, porque es importante: la gente crédula es lo que justifica líderes corruptos y malvados. Una población educada generalmente está menos dispuesta a tolerar el abuso y a aceptar autoridades tradicionales arbitrarias. Es la docilidad del rebaño la que facilitó la conspiración internacional de silencio ante la cultura de depredación sexual en la Iglesia Católica, y el modo en que los curas culpaban una y otra vez, miles de veces, a las víctimas mientras que disculpaban a los agresores. Fueron las poblaciones analfabetas en Afganistán las que facilitaron el poder talibán, y lo mismo en Nigeria facilita a Boko Haram cuya última masacre sobrepasa las 2,000 víctimas. Es difícil imaginar que suceda algo así en las sociedades mas educadas y menos religiosas del mundo como Suecia, Finlandia, Dinamarca, etc.

Cuando los líderes de una sociedad insisten en que la población esté indoctrinada: ¡escondan a las niñas y a los niños, que son los primeros que sufren! ISIS acaba de anunciar una campaña de mutilación genital de las niñas iraquíes ... porque no hay problema moral mas serio en esas partes que las niñas que todavía tienen clítoris. Eso había que resolverlo con cuchillas, del mismo modo que otros grupos han resuelto con bombas que niñas afganis y chechenias estaban yendo a la escuela.

La paranoia que les inspira una niña con un libro no es muy distinta a la que les inspira un comediante con una pluma. Cuando las mentes aprenden que quieren ser libres, buscan la abolición de la religión y las ilusiones imaginarias como preámbulo a una sed de abolir las condiciones que las llevaron a haber deseado esas consolaciones falsas en primera instancia.

No creamos que la nación americana es distinta a las orientales: el documental The Revisionaries muestra la insistencia contra enseñar la teoría de la evolución y re-inventarse toda la historia y realidad americana a la imagen del cristianismo conservador en los textos escolares del estado de Tejas, un estado que por muchas generaciones ha vivido bajo la sombra de inversionistas en las industrias del petróleo y en el complejo militar industrial. Es con propaganda repleta de imaginería bíblica apocalíptica que se han justificado muchas de las guerras recientes en las que estos inversionistas han recibido retornos en los billones por su dinero. Los americanos mas crédulos fácilmente aceptaron que Iraq es hoy lo que Babilonia fue en la antigüedad, y que la guerra era inevitable, necesaria, porque ... pues, la Biblia lo dice. El fenómeno de los war profiteers (cuyo prototipo es la compañía Halliburton) fue explorado en detalle en el documental Iraq for Sale.

Por estas y muchas otras razones, demasiadas para enumerar, podemos decir que Séneca tenía la razón. La credulidad es cosa de la gente común, del consenso. La gente educada ve la religión como falsa, y los poderosos la ven como útil.

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