martes, enero 08, 2008

Ahimsa (No-Violencia)

En los 1940's, Mahatma Ghandi liberó a India ... pero lo hizo del modo mas revolucionario que la humanidad jamás haya concebido. India era explotada por sus señores coloniales, los británicos, y los grupos que vivían en India estaban ya hartos de ser siervos de extrangeros en sus propias tierras. Entre los muchos líderes de India, surge un héroe de la cultura humana llamado Ghandi, un hombre profundamente religioso, hindú, cuyas ideas políticas estaban enraizadas en la tradición védica y empapadas de las virtudes santificadoras que enseña el hinduismo. La no-violencia (ahimsa) es el pilar del sistema ético y espiritual hindú: enseña que es inmoral y dañino hacer daño o generar sufrimiento a cualquier entidad viviente de cualquier especie.

Usualmente cuando dos pueblos hostiles tenían que resolver sus asuntos políticos, los resolvían de dos modos antes de Ghandi: sumisión (a veces un pueblo se sometía a otro por beneficios económicos o para evitar que se vierta sangre) o conquista (a veces se hacían la guerra hasta que uno aniquilara o conquistara al otro). Ghandi cosió en la tela de la historia nuevos modos de hacer las cosas, nuevos paradigmas.

Era mucha la animosidad contra los británicos en India, y entre los miembros de las diversas religiones, pero a Ghandi se le ocurrió invitar a las personas de diversas religiones a orar juntos por la liberación de India y a participar todos juntos de un movimiento de resistencia no violenta: si dejaban de trabajar para el agresor, y dejaban de contribuir al sistema económico y político corrupto del agresor, podían liberar a India con la menor cantidad de sangre posible. El que participara de la resistencia no violenta quedaba protegido de toda represalia, porque a nadie estaba haciendo daño, y podía efectivamente contribuir a liberar a su patria.

El movimiento de resistencia no-violenta fue todo un éxito. India se liberó y, aunque hubo sangre, no fue tanta como la que pudo haber corrido si no hubiera sido por Ghandi. Mas aún, Ghandi creó un estado secular. Abolió las castas, y declaró que todas las religiones eran iguales ante el estado. Rompió con milenios de tradiciones injustas. Poco luego lo mataron, por ser un reconciliador de gentes que con frecuencia solían y preferían odiarse. Nadie entiende a los profetas. Las naciones siempre odian a sus propios profetas, los persiguen y con frecuencia los matan, porque los profetas encarnan para retar y remplazar el estatus quo.

Pasó una generación. En todo el globo se recontaron las glorias de Ghandi. En Brasil se organizaron, en la ciudad de Bahía, fraternidades cooperativas que hasta hoy llevan el nombre de Ghandi. Pasaron 20 años y en Estados Unidos, particularmente en el sur donde existía en los años 60 aún el apartheid, negros y blancos no podían comer, estudiar, ni tomar un autobús juntos, surge otro líder, inspirado por nada menos que Ghandi y con ideas no menos revolucionarias.

Hay que entender que cuando el profeta moderno Martin Luther King Jr. predicó y organizó el movimiento de derechos civiles en Estados Unidos, ocurrían 'lynchings' con cierta frecuencia, donde ciudadanos blancos humillaban y torturaban ilegalmente a ciudadanos negros, a veces por odio, a veces solo por diversión. Disparaban al piso para que los negros bailaran. Quemaban cigarrillos en sus pieles. Los amarraban de carros y los arrastraban. Luego de cansarse de humillarlos, con frecuencia en público, los ahorcaban. Hay fotos en blanco y negro de estos tiempos, con cuerpos negros guindando de árboles mientras que masas de gente blanca celebra. Los 'lynchings' eran a veces festividades frecuentadas por personalidades locales que eran bastante vocales en su odio a los negros.

En el Bhagavad Gita 4:7-8, el Señor promete a la humanidad que siempre y dondequiera que reine la iniquidad (como en los años 60 en el sur de EU), el va a intervenir para proteger a los piadosos. Este verso del Gita significa que cualquier grupo marginado, sean los negros, sean los gays, sean los miembros de alguna religión o tribu, hayan sido los judíos esclavizados en Egipto o los hindúes en los tiempos de Krishna o Rama, si este grupo se refugia en Dios, Dios a la larga siempre los atiende, nunca los abandona. Hemos de entender que Martin Luther King Jr. ha de haber sido parte del modo en que Dios respondió a las oraciones de cuatro cientos años, de decenas de generaciones de afroamericanos que se refugiaron en el Señor ... porque si no se refugian, Dios no interviene, Dios respeta nuestro libre albedrío. Dice Dios en el Gita que el viene a defender a los piadosos y a aniquilar a los impíos. He aquí que muchos negros se refugiaron, y Dios envió un reverendo bautista para liberarlos.

En medio de un ambiente de hostilidad general hacia los negros y hacia los cambios que trajo la era de los derechos civiles, los seguidores de este profeta, Martin Luther King Jr., organizaron un movimiento de resistencia no-violenta a imagen del movimiento que había organizado Ghandi. Cantaban música gospel con frecuencia en sus manifestaciones públicas. En algunas ciudades del sur, los bomberos los humillaron mojándolos hasta removerlos de los lugares donde, sin a nadie hacer daño, expresaban su indignación. Los policías, que personificaban a la ley, los brutalizaban y aprisionaban. Gangas de supremacistas blancos los terrorizaban. Pero el movimiento de derechos civiles fue victorioso e hizo que hoy, personas de todas las razas, participen de la democracia y de las oportunidades que ofrece la nación americana, una nación que ayer estuvo dividida y sumida en la opresión e injusticia. Un verso que citaba King con frecuencia era de los profetas:

Pero corra la rectitud como las aguas
y la justicia como una corriente inagotable.


- Amos 5:24

De modo que mientras que la Biblia fue usada por los poderes coloniales para justificar el genocidio indígena y la esclavitud (establecida en Levítico 25:44-46), también pudo ser usada para inspirar, junto al ejemplo de Ghandi, un movimiento de no violencia que remplazara aquel orden inhumano que otras partes de la Biblia habían contribuído a crear. La Biblia fue un arma de doble filo que, al iluminarse con la luz de un ser como Ghandi, y al ser expuesta a la refulgencia de las enseñanzas milenarias hindúas como la no-violencia, adquirió un nuevo lustre, una nueva dignidad.

¿Han olvidado los hombres que Ghandi fue el que inspiró a King? Es cierto que la libertad, la justicia, y otros ideales seculares que los occidentales hemos glorificado son de suma importancia. Pero es la no violencia la que hizo que estos ideales pudieran ser alcanzados para muchos, con la menor cantidad de violencia, y aún en tiempos muy peligrosos para ellos, y la no violencia la ejemplificó Ghandi, y la derivó de las milenarias enseñanzas del hinduismo. El Cristo dijo que por sus frutos reconocemos a la gente y las religiones: son estos los frutos de Ghandi y de la tradición de India, frutos que se han esparcido y han alimentado y santificado la civilización humana del mismo modo que una piedra, al caer en un lago, levanta ondas en todas las direcciones. No creo que hay alguien en el planeta que, directa o indirectamente, no se haya beneficiado de esto.

Han pasado cuarenta años desde que King dio su vida por los ideales que, en conjunto, se vinieron a llamar el movimiento de derechos civiles, y el mundo ha sido asombrado por la iniquidad de nuevo, que ataca desde castillos ideológicos que proclaman el jihad como el ideal, como lo mas alto que se puede alcanzar: mientras que Jesús, que enseñó la no-violencia, dijo que Dios es un Dios de vivos, el suicidio es la salvación de los que adoran al Dios del Terror. Está claro que la no-violencia es moralmente superior al jihad, este culto moderno a la muerte.

Es cuestión de tiempo antes de que Krishna tenga que, de nuevo, hacer descender una gran misericordia sobre la humanidad para protegerla de las fuerzas jihadistas, y la infraestructura ideológica que el futuro salvador del mundo va a querer establecer para que nos acerquemos al reino de los cielos y se terminen todas las guerras supuestamente santas, va a tener que estar basada, de nuevo, en los ideales hindúes del ahimsa. Solo el ahimsa, la no-violencia, podrá volver a salvar a la humanidad en estos tiempos peligrosos: toda la retórica fundamentalista y apocalíptica, tanto cristiana como musulmana, es peligrosa. Cunde la imaginería militar en estas ideologías inventadas por los hombres.

De modo que es bueno que nos eduquemos sobre la historia de las ideas humanas, sobre todo las mas nobles que hemos ido adquiriendo mientras nos hemos ido civilizando y educando, para que cuando llegue el momento de sacar el arsenal de armas para pelear la batalla de la vida, podamos usar nuestra inteligencia, capacidad de articular nuestras ideas, y técnicas de resolución de conflictos basadas en el buen juicio, y no armas de guerra. El ahimsa es un arma que nos hace moralmente superiores y que apela a las inteligencias y conciencias de la gente, y no a su sed de sangre.

Forjarán sus espadas en rejas de arado,
y sus lanzas en podaderas.
No alzará espada nación contra nación,
ni se adiestrarán más para la guerra.


Isaías 2:4