lunes, septiembre 28, 2009

El holocausto de las mujeres

No dejarás con vida a la hechicera.
- Éxodo 22:18

El mes de octubre siempre conjura para mi memorias guardadas en el inconciente de la civilización occidental de la edad oscura y la inquisición, particularmente la quemada de brujas, que es un tema tan desagradable pero tan importante.

La palabra holocausto suele hacer que la gente piense en los desafortunados judíos durante la II guerra mundial, pero ¿y el holocausto de las mujeres? La quema de, según algunos estimados, hasta nueve millones de mujeres a través de varios siglos en la Europa medieval que habían sido acusadas de ser brujas representa algo parecido a la quema de la librería de Alejandría - excepto que el conocimiento era un tesoro intangible, era oral, era cultural. Aquellas mujeres eran libros. Murió con ellas una cultura, murieron costumbres, cánticos tradicionales y nanas, mágicos cuentos de hadas, recetas de cocina, murieron con ellas los conocimientos de las distintas yerbas y sus usos medicinales. Las mismas yerbas que hoy la industria farmacéutica nos da a consumir eran conocidas en la antigüedad por brujas y curanderas europeas cuyas voces fueron silenciadas por una iglesia asesina, paranoica y neurótica.

Particularmente preocupantes para la iglesia eran las comadronas, que retaban la voluntad de Dios cuando intentaban aliviar el dolor del parto, que era el castigo de Dios sobre la mujer por causa de la transgresión de Eva. Eran también acusadas de propagar prácticas abortistas y de planificación familiar ... algunas cosas no han cambiado.

No solo se perdió de modo irreparable la esencia cultural de nuestros ancestros europeos paganos cuando por varias generaciones niños tuvieron que mirar a sus madres y abuelas ser quemadas vivas, sino que con frecuencia estas falsas acusaciones de brujería surgían por causa de codicia por parte de un clero que se lucraba obscenamente del infortunio de la mujer. Toda propiedad de las mujeres masacradas por brujería era confiscada por la iglesia y pasaba a ser posesión del clero, de modo que el matar brujas era un negocio sumamente atractivo. Es por eso que muchas de las brujas eran, por casualidad, viudas: mujeres vulnerables que habían heredado propiedades de algún valor y que no tenían esposos que las defendieran del clero cristiano.

En esta era post-colonial, la historia se debe contar desde una perspectiva mas honesta. Octubre es el mes de las brujas. No está bien que se olviden las voces de las mujeres que fueron catalogadas como brujas durante siglos en Europa y cocinadas vivas por causa de la superstición, la codicia, la estupidez y la intolerancia. No cesemos de derivar lecciones de la historia.

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