miércoles, marzo 25, 2015

La crisis de valores y la autarquía como alternativa


Puerto Rico ha sido llamada la Grecia de América por causa de las dificultades económicas que enfrenta la isla. Ciertamente nuestras playas pueden a veces parecerse a los gloriosos y placenteros panoramas de Mykonos, pero la comparación en realidad es en referencia mas bien siniestra. Somos dos sociedades con un pasado glorioso pero en serio peligro de decadencia, que sueñan con recuperar su gloria pasada. Y estamos endeudados hasta el cuello, viviendo bajo constante amenaza de austeridades y soñando haber sido Islandia (quizá la única nación que metió en prisión a los banqueros corruptos que la endeudaron).
El enorme crecimiento del epicureísmo en años recientes en Grecia es, en gran parte, el resultado natural de la crisis fiscal y la búsqueda de rearticular valores. De hecho, las dificultades fiscales recientes han sido una enorme fuerte de solidaridad entre epicúreos de ambos hemisferios. El Presidente de Uruguay José Mujica reconoce que cambios idénticos a los que se ven en Grecia hoy, que requieren una reconfiguración post-consumerista de nuestros valores, están pasando en las Américas.
No tenemos una crisis con los jóvenes, sino que tenemos una crisis civilizatoria que incluye a estos, a los viejos y al destino de la vida humana sobre la tierra.
Nuestra civilización cristiana y occidental es un gigantesco fracaso, porque transformó a la vida en una apelación para gastar, consumir y acumular y lo que está despilfarrando son horas de vida arriba del planeta”.
Creo que los jóvenes lo sienten porque necesitan tiempo libre, tiempo que no se cuantifica, tiempo para amar y es lo que menos tienen. La civilización se construye alrededor del amor, del hogar, del sentido de pertenencia, del respeto y del cultivo de la tolerancia. A veces el amor se acaba y hay que volver a empezar mientras se esté vivo. Ese es el mejor mensaje para sentirse joven y para respetar el contenido de la juventud.
Hay que considerar el pragmatismo de la filosofía helenística como antídoto. Los hermanos epicúreos de Grecia hablan de que Epicuro les ha enseñado a pararse con los pies firmes en la tierra y abrir bien los ojos en lugar de arrodillarse y cerrarlos como hacen los griegos que asisten a la Iglesia Ortodoxa, actitud que presumiblemente contribuyó a que llegara la crisis en la que se encuentra su país.
Durante el 6to Congreso Panhelénico de Epicúreos, el Dr. Christos Yapijakis del Jardín de Atenas (el mismo que escribió la portada de mi libro) hizo una presentación titulada “La autarquía epicúrea en la Grecia de la crisis contemporánea”, en la que discute la auto-suficiencia como producto de la prudencia. La idea es que los sabios no se hacen esclavos de innumerables externalidades sino que, al contrario, viven vidas simples, satisfechas, agradecidas y contentas. Pero para esto uno debe estar conciente de los límites de nuestras verdaderas necesidades, discernir entre deseos innecesarios y necesarios.
Una vida libre puede que no obtenga gran riqueza, porque esto no es fácil sin ser esclavo de las multitudes o de los tiranos. – Metrodoro
En un artículo titulado “aitio paronta” (que se traduce del griego como “estas son las circumstancias”) otro pensador de los jardines de Grecia llamado Dimitris Dimitriadis habla de como “debes tener los ojos y oídos y la mente abiertos y observar cautelosamente lo que está pasando a tu alrededor y encontrar múltiples causas“. Luego, persiste
El tipo epicúreo no se pega a la nostalgia , sino que procede a la acción ya que estima que la felicidad depende de él. Es por eso que el epicureísmo es una filosofía de acción. Es una acción de iluminación capaz de abrir los ojos, los oídos y la mente de otras personas. Es una acción relacionada con la libertad humana como el valor más alto y no como moral social o deber.
El intercambio intelectual con ellos hace que se le contagie a uno el realismo de mente fuerte que ostentan. Prestemos atención. Fíjense en el contraste entre tener los pies firmes en la tierra y los ojos abiertos, y ser auto-suficiente, versus tener los ojos cerrados y estar arrodillado, e imaginar que alguna providencia divina nos va a sustentar.
Pero, ¿que es la autarquía? Autarquía es un término griego (al igual que monarquía yoligarquía), pero se traduce como el gobierno de si mismo y como auto-suficiencia … porque (¡sorpresa!) para gobernarse uno mismo uno tiene que poder proveerse y suplirse uno mismo.
Consideremos el hecho de que en nuestro sistema educativo no se nos ha programado para ser autarcas. Este pudo haber sido uno de los valores fundamentales y esenciales de la civilización occidental, pero no se nos ha educado al respecto: nos quieren reducir a consumidores de cosas que no necesitamos (y que se proveen desde afuera de la isla), nos quieren endeudar (porque la esclavitud es hoy ilegal, pero no es ilegal el endeudamiento por medio del cual somos esclavizados y debemos dar a otros el fruto de nuestra labor … y es sumamente difícil desenmascarar la esclavitud salarial por ser tan pervasiva e impersonal: así operan los banqueros).
No dañes lo que tienes deseando lo que no tienes, sino que recuerda que lo que hoy tienes estuvo una vez entre las cosas que solo anhelabas.
Nada es suficiente para alguien que considera lo bastante como insuficiente.
Si en Puerto Rico existe poca voluntad para la soberanía es por falta de autarquía, por la obsesión de comprar y poseer cosas que suplen otros mientras que no nos esforzamos por producir y suplir nuestras necesidades mas universales y básicas.
En cambio, a principios de siglo cuando en Argentina la crisis fiscal empeoró, la gente empezó a declararse prosumidores (un movimiento masivo de consumidores que producen): se reinventaron la identidad consumerista. No les quedó otra.
Algunas personas han llegado a confundir la autarquía epicúrea con minimalismo o simplismo, y aunque se pueden parecer es importante que no veamos el minimalismo como un fin en si mismo sino como un medio a una vida placentera, que es el fin. Si se pueden tener lujos con poco sacrificio y sin muchos inconvenientes, el lujo no es nada malo. Mas importante que eso es estar conformes y felices con lo que se tenga, y saber disfrutarlo sabiendo que es poco lo que necesitamos. Es eso lo que produce una buena calidad de vida.

No es tan malo que aspiremos a ser la Grecia de América si entendemos que Grecia fue la cuna de la democracia, de la filosofía, y que en ella se establecieron las fundaciones de la ciencia moderna. A lo mejor si sabemos manejar esta crisis fiscal con la sabiduría del helenismo, de entre nosotros podrán emerger los nuevos y necesarios intelectuales latinoamericanos pragmáticos y sobrios.

Artículo originalmente escrito para ateistaspr.com.

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