miércoles, septiembre 05, 2007

El yoga de la labor

Aquel que realiza su deber sin apego, abandonando los resultados al Ser Supremo, no es afectado por las reacciones kármicas, como la flor de loto no es tocada por el agua. - Bhagavad Gita 5:10

La flor de loto, que nace del lodo y de lo burdo, se levanta por encima de las aguas, se abre y se torna en la flor mas serena, fragante y hermosa. Incluso el lago se santifica. Si se veía sucio antes, como lodazal, ahora con flores de loto abiertas en su superficie el lago se ve sereno, tranquilo, tanto el budismo como el hinduismo y la religión del Antiguo Egipto hablaban del loto como un emblema de paz y espiritualidad madura, un símbolo sacro.

Del mismo modo al trabajar para el reino de Dios, nos dice Sri Krishna, nos liberamos de las repercusiones pecaminosas de nuestros actos. Un devoto de Krishna que trabaja con la actitud del karma yoga, o el yoga de la acción, parece externamente realizar el mismo trabajo que uno que no es devoto, pero la actitud y la conciencia es distinta, y no hay enredo kármico. Lo que hay es desprendimiento, libertad, ecuanimidad y su trabajo es adoración. Mientras que el que no es devoto, piensa en los frutos de su acción, en la recompensa que va a recibir, por lo tanto su nivel de conciencia permanece egoísta, centrado en si mismo, y por lo tanto continúa generando sufrimiento. He aquí el corazón y centro de la ciencia y yoga de la actividad, el misticismo de la acción.

Si uno se queda en el deseo, no pasa nada; son los activos los que engordan ... El justo come y calma su apetito; el estómago de los malos grita de hambre. - Proverbios 13:4 y 25

En India, Dios tiene tres aspectos, llamados el Trimurti. Dios es Creador (=Brahma), Preservador (=Vishnu) y Destructor (=Shiva). Es este aspecto de Vishnu, Preservador, quien encarna de era en era para preservar la rectitud y destruir la iniquidad, y es este aspecto quien sostiene las clases sociales y la civilización humana, el orden social, de este modo confiriendo estabilidad a la sociedad humana.

Al realizar la labor con la actitud de desprendimiento de los frutos del trabajo, como acto de adoración, todo trabajo queda impregnado de Vishnu, que es el aspecto preservador de Dios, por lo tanto se convierte en dharma, en rectitud, en adoración. Es decir, el trabajo no es distinto de Dios, porque todo lo que se consagra a Dios se vuelve sagrado, es de Dios, pertenece a Dios. El trabajo es Dios, en su aspecto por medio del cual el sostiene la cultura, sociedad, orden y civilización humana. El karma-yogui reconoce esto y es en esta plataforma que funciona como si fuera una mano de Dios en la sociedad.

Mientras Jesús se enfocó en enseñar el yoga de la renuncia a sus devotos mas cercanos (al cual el Señor Krishna dedica el capítulo 18 del Gita), Krishna es mas práctico y reconoce que no es fácil abandonar el mundo para la mayor parte de la gente. Nos hace falta sostenernos, y mantener a nuestras familias, para lo que hay que trabajar, y sin lo cual la sociedad no puede funcionar. Por esto mismo, Sri Krishna instituye en el Gita un yoga para la labor, para la acción, de modo que el devoto se pueda santificar y contribuir al reino de Dios, que está ya en nosotros y que por lo tanto podemos realizar de modo práctico en nuestras vidas diarias. De este modo, Sri Krishna (encarnación de Vishnu) ejerce su rol como preservador, tanto de la rectitud como de la sociedad.

Todos los hombres son forzados a actuar inevitablemente de acuerdo a los impulsos que nacen de su naturaleza material, por lo tanto nadie puede dejar de hacer algo, ni siquiera por un instante. - Bhagavad Gita 3:5

Incluso al respirar, millones de entidades vivientes microscópicas mueren y son integradas a nuestros cuerpos. Por eso toda acción acarrea karma. Entonces, es impráctico el rechazo a la acción y actividad en este planeta. Cuando la conciencia se refugia en Dios, en medio de toda actividad, la conciencia se libera de las repercusiones kármicas, se vuelve trascendental, su paz se torna inconmovible, su disposición ecuánime, y el que realiza la acción es un yogui, es libre de las reacciones de sus actos.

Claro, karma yoga no es solo realizar los deberes asociados con nuestros cargos, profesiones, posiciones familiares y relaciones con desprendimiento. También es servicio a la humanidad o a otras entidades vivientes de otras especies: visitar al prisionero o enfermo, alimentar al hambriento, dar de beber al sediento. Todo eso es el yoga de la acción, cuando nuestras obras son adoración, cuando nuestras manos adoran a Dios. En ese momento si realizamos nuestros actos sin querer recompensa, solo para adorar al Creador, somos karma-yoguis, místicos de la acción.

He aquí versos de los maestros Cristo y Krishna que acentúan la importancia de este desprendimiento y explican la verdadera renuncia, no como un abandono impráctico del mundo, sino como una participación desprendida en el, contribuyendo al reino de Dios sin esperar los resultados ni las recompensas por nuestros actos:

Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. - Mateo 6:16-8

Actos de sacrificio, caridad y austeridad no han de ser abandonados sino realizados. De hecho, el sacrificio, caridad y austeridad purifican incluso a las grandes almas. Todas estas actividades deben ser realizadas sin esperar resultado alguno. Deben ser realizadas a modo de deber, O hijo de Pritha. Es esta mi final opinión. - Gita 18:5-6

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me encanta tu BLOG!! Especialmente el de la ciudadania puertorriquena! Buenisimo!
-Alexandra
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Hiram dijo...

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