miércoles, mayo 21, 2008

Una herencia mayor que hijos e hijas

What more could you want? What are you afraid of?
Does no one here wish to embrace the celestial totality?
Does no one want to live out the whole holy story?


- del poeta gay James Broughton, en su poema At the Androgyne Carnival

Nuestra historia sagrada


Este artículo lo dedico particularmente a aquellos gays y lesbianas que han decidido permanecer en las tradiciones religiosas cristianas o judías. A pesar de ser vaishnava, estas doctrinas fueron en un momento parte de mi formación espiritual y aquí las comparto.

Aunque he hablado de la historia sagrada gay al hablar de los doblespiritados, nunca antes había escrito artículos que trataran específicamente el asunto de la teología de la liberación gay en el contexto judeocristiano, pero creo que sería un buen servicio a la comunidad gay compartir las tradiciones y corrientes mas liberales de las cuales me he nutrido en varios momentos de mi vida luego de abandonar la fe católica.

Luego de abandonar esa fe, pasé por muchos años de indignación y furia, porque sentí que me mintieron en tantos niveles que el cristianismo era todo una mentira. Luego, en las ideas progresivas acuarianas y de la metafísica, comencé a reeducarme. Pero lo cierto es que, aunque aún hoy mis críticas a la Biblia son vociferantes, firmes y vehementes, mi reverencia por la persona de Yeshua, el Mesías que por tantas generaciones santificó a mis ancestros, continúa, informada en gran parte por mi conciencia Krishna. Aunque no esté necesariamente de acuerdo con algunas de las palabras que los evangelistas le atribuyen, de Yeshua no puedo decir nada malo, mucho menos de su carácter.

Fue tras visitar una iglesia gay (la Metropolitan Community Church en San Juan, Puerto Rico) y, sobre todo, tras leer el libro Embracing the Exile - Healing Journeys of Gay Christians de John E. Fortunato, libro que me había prestado un consejero en la universidad, que pude en realidad apreciar el rol que puede tener la espiritualidad cristiana en la vida de un homosexual ... porque la homofobia, como toda forma de opresión, es una cruz.

Otros libros que he leído, como Gay Theology Without Apology, de Gary David Comstock, aunque presentan muchas de estas mismas ideas, no llegan al corazón como el libro de John Fortunato, que fue verdaderamente revolucionario, y por medio del cual Dios habla y hace su obra. El libro Embracing the Exile compara la experiencia de salir del closet con la experiencia del pueblo judío de exiliarse, no pertenecer, formar parte de una tribu echada de la tierra prometida.

La idea del exilio es perfectamente cónsona con la política de las identidades de género y orientación sexual que surgen de la experiencia gay moderna, e incluso antigua. Incluso los doblespiritados de las tribus indígenas de América, que eran los gays de la antigüedad en este continente, a veces vivían en comunidades separadas, al margen de sus sociedades, al igual que la casta de los hijras en India, que hace seis mil años al encarnar Rama estuvieron en el bosque, en el exilio, al igual que el Señor.

El exilio forma el carácter, y en el desierto es que se han formado los profetas, porque allí no solo han podido comunar con Dios en el yoga, la meditación y la oración, sino que esta experiencia de no pertenecer a la sociedad nos permite ver la sociedad desde afuera, con desprendimiento y con cierto entendimiento y perspectiva. Por eso a los profetas nadie los entiende.

En el contexto de este exilio, esta experiencia de marginación, se puede articular una teología de retorno a la tierra prometida, de liberación. Debido a que todos los profetas tuvieron sus propios exilios, pudieron haber sido ellos usados para articular esta teología en la historia sacra.

No creo que la Biblia sea necesaria para producir tal teología, pero creo que es posible, ya que todas las escrituras son matrices de tradiciones. Pero el problema de la Biblia, y mas aún del literalismo bíblico, como génesis de la homofobia ha de ser atendido antes de derivar una teología de la liberación gay de ella. Fueron los levitas quienes inauguraron las campañas de odio y genocidio anti gay en la Biblia, en Levítico 18, donde hay instrucciones explícitas de asesinarnos.

Luego, cuando la tradición profética reacciona contra toda la maldad que sembraron los levitas en la cultura e intenta promover una nueva espiritualidad ética fomentada en la justicia social, una de las muchas críticas fue con respecto al trato de los eunucos, pero en mi humilde opinión no fue tan vociferante como debió haber sido. Se valen a penas de mencionar que Daniel tuvo una relación muy íntima con el eunuco favorito de Nabucodonosor, que un eunuco le salvó la vida a Jeremías, y en Isaías 56 hay promesas específicamente dirigidas a los eunucos que se refugian en Dios.

Para mas información sobre el asunto de la definición de la palabra eunuco, incluyendo la definición oficial en el Diccionario de la Real Academia Española, vean esta entrada previa de mi blog. Diluscidarlo mas allá de eso, no es parte del propósito de esta entrada.

El reclamo de nuestra herencia y nuestro nombre


De Isaías 56:3-5 se derivan tradiciones proféticas que muchos líderes religiosos gays cristianos han reclamado como parte de su herencia espiritual. Veamos primero los versos específicos:

Que no diga el eunuco: He aquí, soy un árbol seco.
Porque así dice el SEÑOR:
A los eunucos que guardan mis días de reposo,
escogen lo que me agrada
y se mantienen firmes en mi pacto,
les daré en mi casa y en mis muros un lugar,
y un nombre mejor que el de hijos e hijas;
les daré nombre eterno que nunca será borrado.


Estos versos suceden dentro del contexto de invitar a los extrangeros a las sinagogas y declarar la salvación universal, la invitación universal a que todos se refugien en el mismo Dios. Es en este capítulo donde IHVH dice "mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos".

Estos versos parecen haber sido revelados dentro del contexto de respuesta oracular a oraciones de eunucos, que pudieron haber sido presentadas ante el Creador o ante sus profetas, diciendo "he aquí, soy un árbol seco". No tener hijos era considerado una maldición en las creencias primitivas de los judíos. El primer consejo de las escrituras es una admonición en contra de quejarnos, lo cual es una indicación de falta de confianza en el Creador - quizá justificada y propagada en vista de las escrituras levitas.

Lo cierto es que, si son legítimas, estas promesas se están cumpliendo. Dios promete un nombre mayor que hijos e hijas, y si el buen nombre es asociado a la reputación, Dios prometió que si los gays le son fieles, va a defender su reputación ... si el nombre es asociado con la identidad de un grupo o tribu, en el caso de los eunucos la comunidad gay moderna está en el proceso de articular una identidad política, social y cultural única en la historia, una identidad que mira mas al futuro con esperanza que al pasado deprimente de la comunidad gay.

Ponderen esto: ¿no es cierto que Dios está desnudando a los líderes religiosos que nos difaman ante el mundo, para que la gente los vea tal y como son, y quitándole la credibilidad y poder que tenían en sus lenguas de hacernos daño a los gays?

Miren el caso de Ted Haggard, el líder de la organización de odio anti gay mas grande de EU, que se descubrió estaba teniendo sexo y comprando drogas de un prostituto gay ... y los miles de casos de abuso sexual del clero católico que antes fue nuestro mayor enemigo y difamador. Ya pocos les hacen caso, y todo el planeta sabe de los escándalos sexuales.

Da entonces la impresión de que el mismo Dios que inspiró a Yeshua a tumbar las mesas en el templo, les está quitando el poder de destruir nuestra reputación, está preservando nuestro nombre tal como prometió. Dios no abandona al que se refugia.

La recogida de los exiliados o parias


Desde los 70 han habido iglesias gays, y sinagogas específicamente gays, y mas o menos con eso ha sucedido la liberación gay mas o menos en las mismas décadas (porque Stonewall, los disturbios que inauguraron el movimiento moderno de derechos gays, sucedió en Junio 28 del 1969). Progresivamente, el peso de la difamación que los cleros ejercieron contra nosotros se ha disipado y sido remplazada por información fidedigna con respecto a quienes somos y que tipo de familias formamos. Es decir, que al refugiarnos en Dios, y hasta dedicarle templos como comunidad gay, se han ido cumpliendo las promesas.

Luego en el verso 8 de este capítulo leemos:

Declara el Señor DIOS que reúne a los dispersos de Israel:
Todavía les juntaré otros a los ya reunidos.


Algunas traducciones hablan de que el Señor 'va a recoger a los parias', otras usan desterrados o exiliados. ¿Es posible que este verso hable, no solo de los extrangeros que se iban a refugiar en Dios, sino de los mismos eunucos? Es decir, se expresa la intención de recogernos como una tribu, de organizarnos. Vale la pena ponderar el hecho que este verso sucede luego de sus promesas a los eunucos y dentro de su contexto, y hoy la comunidad gay tiene su propia bandera, hospitales, tarjetas de crédito, agencias sin fines de lucro, sus propios festivales y símbolos, etc. Es una comunidad organizada. Creo que el que labora por crear comunidad entre los gays, está haciendo el trabajo de Dios. Creo que la obra de Dios incluye proveer a los gays los servicios médicos, sacramentales y sociales que los heterosexuales nos han negado por siglos.

Entonces, al crear una tribu gay, lesbiana y transgénero, Dios ha recogido los parias como promete en Isaías 56 y ha comenzado a reparar nuestro nombre y reputación. Estamos viendo las promesas del Señor y no agradecemos, no vemos.

Hablando de la recogida de los parias, un hecho interesante entre los pasatiempos del Creador con la comunidad gay: la primera iglesia gay en Puerto Rico fue denominada las Otras Ovejas del Rebaño. Tengo entendido que esta iglesia aún existe.

El juicio final de nuestros opresores


La obra de Dios no termina tras levantar al caído: se tendría que desmantelar la artimaña de nuestros agresores, y el capítulo 56 de Isaías culmina con pronunciaciones severas contra los cleros. El profeta, primero, está llamando a las fieras del campo para que devoren a los cleros, hemos de suponer que debido a que alejan a la gente de Dios con su prédica. Aquí el aire es de crítica decidida y severa al clero: versos 9-11.

Animales del campo y fieras del bosque,
¡vengan todos y devoren!
Ciegos están todos los guardianes de Israel;
ninguno de ellos sabe nada.
Todos ellos son perros mudos,
que no pueden ladrar.
Se acuestan y desvarían;
les encanta dormitar.
Son perros de voraz apetito;
nunca parecen saciarse.
Son pastores sin discernimiento;
cada uno anda por su propio camino.
Todos, sin excepción,
procuran su propia ganancia.


Hace eco con Mateo 23, otro capítulo donde Yeshua, mientras criticaba al clero, les llamó epítetos como perros avaros que ni comen ni dejan comer. Cualquiera diría que estaba mirando a Ted Haggard, o a Jerry Falwell, a los ojos.

La referencia a líderes religiosos como lobos disfrazados de ovejas prevalece a través de toda la tradición profética, y es una de las razones por la cual han hecho falta estos profetas en primera instancia, realizando una obra nueva, respondiendo a las necesidades que surgen a partir de ese paradigma tan vergonzoso, pues fueron los mismos levitas quienes declararon en Deuteronomio 23:1 que "ninguno que haya sido castrado o que tenga cortado su miembro viril entrará en la asamblea del Señor", sin jamás explicar el porqué de este tabú, aunque con frecuencia se justifica explicando que esta práctica era corriente en los cultos paganos.

Al ya no ser practicados estos cultos hoy, el verso queda caduco, sin embargo aún en los tiempos de Isaías los profetas estaban levantando las cejas ante estas leyes irracionales, innecesarias y que lo único que han generado ha sido sufrimiento innecesario, y que han impedido que por generaciones las minorías sexuales se refugien en el Creador en estas tradiciones religiosas. El propósito de las religiones es acercar a las almas a Dios, no alejarlas.

Antes de concluir, cabe aquí contar otro pasatiempo del Señor con sus devotos gays: en la tradición cristiana, el primer gentil (persona no judía) en convertirse al cristianismo fue un eunuco etíope que recibió la prédica del evangelista Felipe. Este eunuco se llama Qinaqis en la tradición etíope ortodoxa del cristianismo.

Qinaqis simboliza el cumplimiento de todo lo que este capítulo dice, aunque probablemente no pudo entrar al templo de Jerusalem, ya que la ley de Deuteronomio era aún vigente y los eunucos no podían entrar (o si entraban, habrán tenido que vivir con la vergüenza y humillación de tener que mostrar sus órganos sexuales antes de ser considerados dignos de entrar al templo) - esto a pesar de que fue a Jerusalem específicamente como peregrino.

¿Cual no habrá sido la sorpresa de Qinaqis al escuchar las buenas nuevas de Felipe? Ya iba de retorno a su tierra, y dice Hechos 8 que estaba leyendo precisamente del libro de Isaías cuando Felipe le vino a predicar la buena nueva. Su esperanza y sed de Dios, como una roca que se alza arrogante contra los vientos, era sorprendente, y el Espíritu de Dios no descansó hasta que hizo caminar a Felipe por toda Judea hasta llegar a Qinaqis y poderle dar las buenas nuevas.

Si consideramos estos versos finales de Isaías 56 en el contexto del resto del capítulo, es justo opinar que el profeta entendió que con la emancipación de los homosexuales viene necesariamente la abolición de estos cleros corruptos, que han de ser desmentidos en el proceso de emancipación gay.

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