domingo, noviembre 30, 2008

El Espíritu de la Navidad



He estado leyendo el libro Everyday Suchness, que fue hermosa y humildemente escrito por unos de los pioneros del budismo de tierra pura en América, el japonés americano Gyomay M. Kubose. En uno de sus capítulos, explica la manera tan fácil en que se suscribió con entusiasmo al espíritu de la Navidad al mudarse a los Estados Unidos.

Es inescapable el ímpetu cultural de estas celebraciones: gente de todas las culturas participan de esta experiencia colectiva de la raza humana y hasta países lejanos asiáticos, o tropicales como en las islas del Caribe, son visitados por el universalmente reconocido Santa Claus o Papá Noel (creo que ya es hora de que empezemos a vestirlo de surfer, para que no se muera de calor cuando nos visite el pobre).

El espíritu de la Navidad existió mucho, mucho antes de la cultura cristiana de distintas maneras. El 17 de Diciembre entre los romanos era Saturnalia, la celebracion del viejo Dios Saturno que incluía intercambios de regalos y generosidad hacia los esclavos y hacia los más necesitados.

También el Santa Claus de los nórdicos se origina en el dios Odín, que en su expresión mas primitiva era un Dios que en el invierno se iba de caza con sus lobos en los vientos fríos, en su trineo. El culto de Odín se pierde en la antigüedad en la edad de piedra en Europa. Los berserkers, un salvaje y primal culto chamánico asociado a los osos que durmieron con los humanos en las cuevas de Europa durante los inviernos de la era glacial, son asociados con Odín de modo que su culto podría trazar su origen a alrededor de veinte o trenta mil años atrás.

Este Odín cazador, cuando llegaba a la aldea con su caza, era un tipo de salvador obviamente porque si no cazaba animales la gente no comía, y era imposible sobrevivir el invierno en las cercanías del polo norte. Por eso esta figura se tornó tan esperada y tan benévola y en la imaginería popular, Santa Claus siempre se está riendo: porque traía comida y alegría a la gente durante el tiempo precario del invierno.

Odin's Wild Hunt

Es posible que los renos o venados que hoy le acompañan eran originalmente los espíritus de los animales que el cazaba, es decir que le eran sacrificados en la cacería, que en la creencia de los devotos de Alfader Odín se convirtieron en sus benévolos asistentes. Esto representa una evolución en su culto, porque originalmente el montaba su caballo Sleipnir.

Santa Claus es un inmortal, un símbolo cultural de gran valor, tan querido que incluso en la era cristiana no lo pudieron destruir en los corazones de la gente y lo tuvieron que sincretizar con San Nicolás en el sistema de santoral católico. Se le llama popularmente Papá Noel.

Hoy ya es de conocimiento común que Yeshua, el Cristo, con toda probabilidad no nació en el solsticio de invierno y que se le adjudicó esta natividad por causa de mitologías previas que fueron recicladas.

La crisis en los mitos modernos y la obsolencia de los mitos piscianos, que fue proclamada a tan alta voz por el mentor de George Lucas, el mitógrafo Joseph Campbell, no puede ser mas aguda y evidente que en el caso de la Natividad. El vacío que engendra el reconocimiento de la verdadera historia ha producido toda una serie de mitos nuevos alrededor de la Navidad: la idea es que no se puede perder la tradición, de algún modo se ha de transformar y adaptar siempre que sobreviva. Al igual que el ego individual se asiste de medios de supervivencia constantemente, el ego colectivo lo hace y es por medio de la mitología: el mito es el lenguage de las siquis colectivas. En su artículo de blog Celebración del día del Espíritu de la Navidad, el autor (perrunodigital) relata el siguiente mito acuariano de origen para el espíritu de Natividad:

... hace muchos, muchos años, llegó al planeta Tierra un bello Ser proveniente de una galaxia muy lejana y evolucionada, quien se instaló en lo que conocemos hoy día como la península Escandinava, en la zona norte del planeta; era alto, delgado, de aspecto adolescente; su piel emanaba luz de tonalidad roja-dorada, su cabello larguísimo era castaño con destellos rojizos y sus ojos inmensos, rasgados, color ámbar como miel acabada de libar.

Manifestaba un manejo absoluto del conocimiento de cómo traer al plano físico todo lo que deseamos en nuestro corazón (poder de precipitación) e impartía sus enseñanzas universales a través de fábulas, cuentos y anécdotas graciosas que hacían las delicias de todos los habitantes de las ciudades que con asiduidad y generosidad visitaba cada año.

Con su pericia en el manejo de la Sustancia Universal y su gran Amor a toda la humanidad, el Amado Maestro Natividad repartía regalos de gran valor, que eran energía pura y condensada provenientes del propio Creador, los cuales eran usados con gran sabiduría por los seres humanos que en esa época sólo conocían el Bien, el Amor, la Generosidad, la Sencillez, la Solidaridad y la Armonía en sus relaciones diarias como hermanos hijos de un solo Dios.

Con el transcurso de los años su generosa labor, amor y servicio se convirtieron en una leyenda extensiva a todo el planeta, tanto que hoy lo conocemos como un SER, todo Amor, todo Unidad, todo Compasión, siempre dispuesto a estar en cada hogar que le invoque desde el espacio del perdón, el amor, la misericordia, la hermandad, la compasión y la pureza.


De modo que aquí el Espíritu de la Natividad es prácticamente un boddhisattva. Fíjense no solo el detalle del mito, sino el color que le añade. Las Navidades son muy llenas de color, usualmente rojo, verde y blanco. Se rearticula la idea de que Santa Claus trae regalos a los niños, explicando en lenguage acuariano como esta festividad es una ocasión para ponderar el arte de manifestar nuestros anhelos.

Aquí, dicho sea de paso, uso la palabra mito en el sentido liberal: todo mito de origen tiene como propósito reforzar y justificar la tradición, que busca siempre imitar las cosas 'como eran en un principio', y a la vez hacer la tradición relevante.

Para las personas que no necesariamente creemos en Dioses, o que somos agnósticos al respecto de ellos, el momentum cultural que conocemos como Odín / Papá Noel / Santa Claus es un egrégor. Conny Méndez, en su libro "Un Tesoro Más Para Ti", dice:

Los Egrégores son creaciones humanas que están en el plano astral o en el emocional. Son seres artificiales que dependen del pensamiento o sentimiento de su creador para mantenerse con vida. Hay Egrégores personales, grupales, colectivos, nacionales y mundiales, como el Espíritu de Navidad. Se mantiene con el calor y el amor que le brinda la humanidad, con sus pensamientos y deseos.

Bajo esa categoría podrían caer los numerosos símbolos nacionales como Lady Liberty, Uncle Sam ... Juan Bobo :) y hasta los super héroes como Superman, Wonder Woman y otros, que empezaron en tirillas cómicas y luego se han adaptado a todos los medios de publicidad disponibles y cuya vitalidad cultural es mucho mas grande que lo que sus autores hubieron imaginado. Es decir, hay una corriente de experiencias colectivas que, como cola de cometa, acompañan a estas figuras y les dan una trascendencia que les eleva al marco transpersonal, que no es otro que el marco mítico que puede ser accesado por medio de dramatización, imaginería y música.

Los budistas también admiten que su figura de Amida Buda, o Amitabha Buddha, es un egrégor que crearon los budistas en los primeros siglos de la era búdica para fomentar ciertas enseñanzas de compasión universal: este personaje reverenciado es lo que se llama un upaya, o medio eficaz en el camino espiritual.

Espero que al añadir sus energías a esta inocente y alegre celebración, pasen una Feliz Navidad.

Santa Clós Santa Clós
que viejo pipón
se comió cinco guineos
y un melocotón


- Jingle Bells Boricua

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