domingo, noviembre 29, 2009

El festival de la Luz

El lechón se coge
se mata y se pela
se pone en la vara
y se le da candela


- Aguinaldo, no, himno sacrificial boricua en ocasión del sacrificio del lechón

Hoy, luego de tantos años entrenando a mi cuerpo a ser vegetariano, debo admitir que detesto esta práctica del lechón sacrificial de Navidades aunque hay mucho de las Navidades que encuentro bonito (el coquito no me lo pierdo ni pa'l carajo). He visto y escuchado estas matanzas y prefiero el tema de las luces y los fuegos como tema central del festival de solsticio en lugar del tema sacrificial. Creo que en Puerto Rico se debería abolir la tradición del lechón sacrificial. Hay modos mas civilizados de celebrar.

Mucho se ha hablado (incluso en este blog) sobre los orígenes paganos del cristianismo. Me percaté del sacrificio del lechón como un tema pagano al estudiar los hombres-dioses muertos y resurrectos de Medio Oriente y Europa, como Frey cuyo animal sacro era el jabalí o cerdo salvaje.

Antinous, el dios gay de Bitinia que muere y resurrecta, también tiene un tema de la caza de un cerdo salvaje dentro de su mitología. Sus devotos comparan el sacrificio del cerdo con sacrificar la parte mas sucia de nuestra personalidad en honor al divino Antinous. Su ideal griego y humanista es del efebo joven, atlético y muy refinado y educado.

Y el cerdo, porque aunque tiene pezuña dividida, formando así un casco hendido, no rumia; será inmundo para vosotros. No comeréis de su carne ni tocaréis sus cadáveres; serán inmundos para vosotros.

Levítico 11:7-8


Que el sacrificio del lechón es pagano se diluscida, de primera instancia, si apunto al hecho de que la Biblia explícitamente prohibe el consumo de la carne de cerdo en el código levita y lo denomina un animal abominable al dios de la Biblia. Por lo tanto ni Cristo lo consumió ni sus seguidores inmediatos: la tradición tiene orígenes extracristianos.

Los antiguos griegos solían sacrificar cerdos a sus dioses ctónicos, es decir dioses subterráneos asociados con la muerte y fertilidad, por lo que no nos debe sorprender que los misterios de hombres-dioses muertos y resurrectos incluían estos sacrificios. Quizá se debe a que los cerdos saben desenterrar con facilidad raíces y son muy fértiles.

En la religiosidad popular de los primeros cristianos griegos y romanos solo hubiera hecho sentido inventarse una tradición de sacrificar un cerdo en ocasión de las Navidades, muy a pesar del tabú levita, si entendían al Cristo como un dios ctónico asociado con la muerte. Ese parece haber sido el caso.

Y sabemos que la tradición puertorriqueña del alegre sacrificio del lechón nos ha de haber llegado de los romanos por medio de España porque la otra tradición de intercambiar regalos (que era precedida por el sacrificio del cerdo) se origina en el festival romano de Saturnalia en diciembre 17. Hay todo un set de tradiciones transferidas del paganismo al cristianismo fácilmente por virtud de Constantino haber declarado el solsticio como la natividad oficial de Jesús.

En Puerto Rico, la tradición dicta que del mismo modo que el Día de Acción de Gracias (cuyo precursor era un festival de cosecha que precedía el frío y estéril invierno) se sacrifica y come pavo, en Navidades se ha de sacrificar y comer un lechón asado. Este cruel sacrificio existe también en Rumania, donde sus orígenes son recónditos y hoy lo hacen el 20 de diciembre en honor a San Ignacio, el santo de los fuegos.

Debido a que en el hemisferio norte, el solsticio de invierno es la noche mas larga del año, se entendía en la antigüedad que era el nacimiento del sol y se celebraba el nacimiento del dios solar Mitra el 25 de diciembre, que fue la razón para elegir el imperio romano este solsticio como la natividad de Cristo. El festival estaba tan arraigado que en lugar de destruir las tradiciones, se podían transferir a la nueva religión oficial.

Los primeros sacerdotes eran matemáticos y astrónomos. Ellos notaron que el sol se quedaba en un mismo lugar al ponerse y salir por mas o menos cinco días para esta fecha, en su punto mas al sur, antes de comenzar a nacer progresivamente mas hacia el norte de nuevo. Solsticio significa que el sol estaba estático, sin moverse.

Obviamente era en el extremo norte que el festival era de mayor relevancia cósmica, porque en muchas partes ni salía el sol durante semanas. Santa Claus es una versión moderna de un personaje sumamente antiguo. Originalmente el mito involucraba Odin's Wild Hunt, la caza salvaje de Odín en un trineo durante las tormentas de nieve con sus dos lobos, que le asistían en la caza.

Hoy, mientras el cristianismo empieza a seriamente decaer, la linda imagen del niño dios radiante recién nacido ya ha sido remplazada casi en su totalidad por el culto a San Consumerismo. Precisamente los ateos, humanistas y secularistas, hartos del modo en que muchos cristianos adamantes en crear polémicas políticas alrededor de la religión (aunque son casi el 80 % de la población americana), recientemente se han inventado una versión completamente secular del festival de solsticio de invierno que los afroamericanos celebran como Kwanzaa y los judíos como Hannukah.

Han creado un nuevo festival que sigue la tradición invernal de ser un festival de luces llamado Humanlight, pero basado en principios humanistas. En este festival no se hace referencia a lo sobrenatural sino que se encienden tres velas o antorchas que representan la razón, la compasión y la esperanza. La luz, en la interpretación humanista, obviamente representa el conocimiento, el progreso y la razón (versus la superstición).

A mi personalmente la luz o antorcha me recuerda a Prometeo, el mas humanista de los dioses, que le robó a los dioses la tecnología del fuego para el beneficio de los seres humanos y nos lo entregó, terminando así la tiranía de los dioses sobre los mortales. Veo enorme resonancia entre Prometeo y los valores progresivos del humanismo / ateismo.

Se inspiran, en parte, en el festival de Kwanzaa que los afroamericanos se inventaron en los años 60 y que, luego de décadas de afanadamente cultivar esta tradición se ha vuelto culturalmente normativo como una de las alternativas culturales a la Navidad. Debido a que los ateos, agnósticos y humanistas ya son mas del 16 % de la población, y mas numerosos que los afroamericanos, ellos se imaginan que en varias generaciones Humanlight será normativo también. He aquí un video introductorio en inglés donde grupos humanistas presentan la idea:



Mi única crítica es que al igual que los proponentes de Kwanzaa, sería bueno que los humanistas también enfaticen los valores anti-consumerismo durante HumanLight. Los celebrantes de Kwanzaa enfatizan el dar regalos artísticos que reflejen la cultura africana, y preferiblemente hechos a mano.

Supongo que en español se podría traducir como el Festival de la Luz Humana. No me emociona mucho el nombre, pero ya existe, ni modo: ¡Feliz Festival de la Luz!

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