sábado, noviembre 14, 2009

Movimiento pro-legalización de la marihuana avanza

Mas de una docena de estados de EU se han unido a Canadá y han legalizado el consumo privado de pequeñas cantidades de marihuana, y el movimiento está empezando a ganar momentum, lo cual es un cambio muy positivo, desde donde yo lo veo.

Creo que es un tema del cual la gente necesita educarse un poco más y hay que fomentar mas diálogo honesto y abierto, primero debido a las campañas de tergiversación de los hechos y segundo debido a los muchos problemas que causa la batalla futil contra el consumo popular de la marihuana de manera recreacional no polo por jóvenes sino por personas de todas las edades que no son criminales ni peligrosos, muchos de los cuales son pacientes de cáncer, esclerosis múltiple, SIDA y otras condiciones.

Primero he de hacer la salvedad de que estoy radicalmente en contra de que se legalicen drogas fuertes y peligrosas como la cocaína, el crack o la metadona, y otras drogas sintéticas que, a diferencia del pasto, son dañinas. La marihuana, sin embargo, es menos dañina que el alcohol y tabaco, que son legales y que sí causan muertes a diario de condiciones del pulmón, del hígado y accidentes automobilísticos. Nadie nunca ha muerto por causa directa o indirecta, que yo sepa, de consumir yerba.

Un estudio frecuentemente citados por los enemigos del pasto para reclamar que la marihuana "mata células del cerebro" mostró ser no solo prejuiciado sino sumamente inético e irresponsable. El estudio concierne el uso de chimpancés que fueron sometidos a enormes cantidades de marihuana y privados de oxígeno por minutos a la vez. Los resultados muestran células muertas, pero esto se debe a que estos animales fueron privados de oxígeno por minutos a la vez, y cuando eso sucede no solo mueren neuronas sino que la persona misma puede quedar comatosa. El estudio muestra mas nuestro acostumbrado abuso de animales inocentes en laboratorios que los efectos de la marihuana en el cerebro.

Fuera de ese estudio, la evidencia empírica, estadística y científica que favorece la legalización no termina ahí: personas que sufren de cáncer y esclerosis múltiple han reclamado por décadas que se les haga disponible cantidades pequeñas de marihuana para el consumo privado porque les ayuda a bregar con el dolor físico mejor que otras drogas.

El factor económico no es menos imperativo. Hasta el 40 % de los recursos de la policía norteamericana son desperdiciados en la guerra contra la droga en algunas partes. Esto sucede en un país cuya economía el último régimen, el de Bush, dejó en ruinas y al cual le vendría bien el enorme ingreso que originaría imponer impuestos en la marihuana una vez sea legal, como se hace con el tabaco y el alcohol.

Mucho más costoso ha sido el precio pagado por la ilegalidad en lugares como México y Colombia, donde el consumo es tradicional y su criminalización ha producido algunas de las economías subterráneas mas poderosas y peligrosas del mundo, que han llegado a ser en lugares hasta mas poderosas que el mismo gobierno y lo han llegado a retar abiertamente, desatando guerras civiles. La semana pasada un estado de México le solicitó asistencia militar a las Naciones Unidas para enfrentar a los narcotraficantes, porque tan poderosos eran.

Lo cual alumbra otro incentivo a esto: la marihuana no va a desaparecer, siempre ha sido parte de la cultura, pero ahora con frecuencia al comprarla el consumidor está quizá financiando el crimen organizado: si se legaliza, se anula tal posibilidad. El gobierno puede entonces regular su consumo como sucede con el alcohol y tabaco, e imponerle impuestos.

De hecho, ya hace décadas vimos este mismo escenario durante la era de la prohibición del alcohol en Estados Unidos, que hizo proliferar mafias y movimientos subterráneos que fueron sumamente problemáticos. Ya legales estas substancias, vimos que dejó de ser un problema la contracultura ilegal y que la gente que iba a beber y fumar, lo iban a hacer de cualquier modo pero que los problemas que causan serían aminorados con la legalización.

Otro problema social que causa la ilegalización es la criminalización de los jóvenes, particularmente los hombres jóvenes de color (a pesar de que los blancos y las mujeres no consumen marihuana con menos frecuencia). De hecho, muchos de los 'criminales' que procesa el sistema legal nunca cometen otros crímenes, la mayoría no son aprisionados y los que son aprisionados terminan desmoralizados adquiriendo malos hábitos en la cárcel, volviéndose peligrosos y antisociales cuando originalmente solo usaban la marihuana recreacional y no representaban ningún peligro para la sociedad ni exhibían alguna patología preocupante.

El comediante Bill Maher presentó un punto legítimo hace un tiempo cuando habló de lo importante que es la legalización del pasto, comparando el pasto con drogas legales que, incluso en los anuncios televisados, admiten tener efectos secundarios letales. Bill Maher es, con razón, un crítico severo de la industria farmacéutica - otro tema del cual hace falta mas diálogo público honesto y abierto.

Luego de estudiar los detalles de la muerte de Michael Jackson y ver el obsceno modo en que se lucran los doctores y la industria farmacética de personas enfermas y personas no-tan-enfermas, queda claro que esta industria no ve en sus mejores intereses la legalización por obvias razones. De hecho, a los menos escrupulosos productores de productos farmacéuticos ni siquiera les conviene que la gente esté saludable, sino que les conviene nuestra dependencia a sus productos. Hay que tener mucho cuidado con la industria farmacéutica y mirar cautelosamente los intereses que defienden y en cuales causas vierten su mucho dinero.

La marihuana, a diferencia de las drogas sintéticas que gozan de legalidad y de un millonario ejército de grupos de presión política, es 100 % natural. Esta fragante medicina natural no requiere de caras comisiones a la industria, sino solo de la fertilidad de la Madre Tierra.

Las semillas del cannabis son consideradas una super-comida en el movimiento de comidas vivas y de super-foods, muy popular ya en algunas partes del mundo anglosajón, por su altísimo contenido de fibra, grasas Omega-3 y de proteína: se puede hacer un nutritivo sustituto de leche vegan del cannabis y su cultivo también sirve para producir un hilo muy resistente y papel de muy alta calidad. De hecho fue en papel de cannabis que se escribió la versión original de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, cuya copia aún es preservada en excelente condición.

Todo botánico sabe que las plantas de cannabis son sumamente eficaces en convertir el carbono en oxígeno, por lo que su cultivo liberal podría contribuír enormemente a neutralizar los efectos del calentamiento global y la contaminación, sobre todo en áreas urbanas.

Con decir esto, también debo aclarar que la marihuana, al igual que el tabaco y la cerveza, puede producir otros problemas como impedir buenas notas en la escuela en algunos casos (aunque conozco gente que, al contrario, estudian y calculan mejor cuando están high) o fomentar el ocio. Creo que la lucidez es el ideal y que no hay que fomentarla, ni al cigarrillo ni a la cerveza tampoco, pero no es para tanto como para que la marihuana sea ilegal.

Espero que mis lectores discutan este tema abiertamente con sus amistades y se involucren a nivel local en los movimientos de presión a favor de la legalización. Creo que es tiempo de que haya un discurso público sincero y sin tergiversaciones sobre el tema. No hace sentido la ilegalidad de la marihuana.

1 comentario:

Francisco Joaquín Marro dijo...

Una vez probé marihuana. Bueno, dos. El hecho es que nada ganamos prohibiendo, porque lo prohibido siempre atrae y llama más que aquello que se publicita con bombos y platillos en la TV. Así somos los hombres, desde que a nuestra madre Eva le dijeron !no! con lo de la manzana del Edén. Cuando yo la probé (la marihuana, no la manzana ) fue luego de que en mi escuela la satanizaran y por consiguiente la hiciesen más atractiva a mis ojos. No fue la experiencia alucinante ni pecaminosa que yo creí en un principio y por eso nunca más la volví a consumir. Tienes razón, los gobiernos están perdiendo mucho dinero con semejante tema, hace tiempo debió quedar zanjado.

Excelente post.
Francisco.