jueves, abril 19, 2007

La verdad inconveniente

He estado viendo la película The Inconvenient Truth, que produjo el ex-futuro presidente de los Estados Unidos Al Gore, para contradecir la burocracia irresponsable de la nación americana que no ha hecho absolutamente nada sobre el problema del calentamiento global, sino añadir leña al fogón (literalmente). Esto en vísperas del Día de la Tierra, que se celebra en Abril.

Tanto el mitógrafo Joseph Campbell, en sus documentales, como Al Gore en esta película, llamaron la atención de la audiencia a fotos del planeta Tierra tomadas desde la Luna durante la misión de NASA llamada Apolo 13, fotos impresionantes que cambiaron para siempre como la humanidad se miraba a si misma. Esta misión le dio la vuelta a la Luna y retornó del lado oscuro de la Luna y tuvo la oportunidad de presenciar un levantar de la Tierra, comparable al modo en que la Luna se levanta en nuestro planeta en el horizonte. Al Gore llamó la atención a esta foto en particular, llamada Earthrise: la Tierra se levanta en el cielo.

Inmediatamente me acordé de Joseph Campbel, que como a todo, le atribuyó un significado mítico a este momento en la historia de la humanidad. Ver a la Tierra en el cielo, como un cuerpo celestial, significó que ya la Tierra era sagrada, que no era profana como en edades previas. La humanidad siempre ha proyectado sus ideas sobre la divinidad y lo sagrado hacia el cielo, que es infinito e insondable. Ahora, era inevitable notar que Gaia, la Tierra, también fue un personaje del mundo de los mitos romanos y griegos. La Tierra es una Diosa. Eso la humanidad siempre lo ha intuído, de hecho incluso los no paganos hablan de la Madre Tierra y de la Madre Natura instintivamente. Reconocen y saben que sus propios cuerpos están compuestos de los minerales, el aire y las aguas de este planeta y que no tienen existencia fuera de ella.

Joseph Campbell compara este evento de ver la Tierra levantarse en el cielo en la conciencia colectiva de la humanidad con una doctrina católica que fue articulada en los años 50, en el umbral del despertar feminista en el mundo occidental: la Asunción de Nuestra Señora. Se afirmó por primera vez como dogma oficial de esta iglesia que la Madre María (porque no creo que fue virgen) había ascendido al cielo físicamente al morir. Independientemente de los argumentos perfectamente racionales que se podrían producir contra esta idea tan extraña, Campbell dice que es un mito, y que llena una necesidad y realidad sicológica para la siquis del colectivo que lo produjo. Dice Campbell, al igual que casi todos los mitógrafos, que tanto Nuestra Señora como la Madre Tierra simbolizan al divino femenino, y al cuerpo, la divinidad inmanente.

En otras palabras, tanto la foto de Earthrise como la Asunción de María, eventos que sucedieron mas o menos simultáneamiente con el despertar eco-feminista y el reavivamiento pagano donde se adora a la Diosa Madre ... y la globalización, simbolizan la reunión del femenino con el masculino, de anima y animus, del cuerpo con el alma y de la materia con el espíritu. En el ocultismo judío, es el retorno de la Shekina del exilio y su reunión final con El Elyon.

En la película The Inconvenient Truth, Gore arguye que la Tierra está siendo explotada, como lo ha sido tradicionalmente la mujer, por viejos ricos cuyos intereses son puramente económicos y que están moralmente podridos y son irresponsables. Nada revelador, siempre lo hemos sabido.

Hace varios años, todos los países de la Tierra se reunieron en Japón para firmar el Protocolo de Kyoto, donde prometen todos reducir en cierto porcentaje las emanaciones de gases nocivos a la atmósfera, desarrollando combustibles alternos para los cuales existe ya una ciencia viable. Casi todos los países del mundo lo han ratificado, excepto adivinen quién: Estados Unidos y Australia. Estados Unidos es, junto a China, el país del mundo que mas emisiones de gases estornuda a la atmósfera.

Es innegable que Al Gore hizo esta película para criticar al partido de hijos de mala madre republicanos, a quienes solo les importan los bolsillos de sus constituencias, y no se puede negar el rol de la política y los intereses económicos de los mas ricos en el despilfarro del planeta, pero tampoco se puede negar el profundo sentido de responsabilidad que Gore ha de sentir como político americano al ponderar el problema del calentamiento global, que es sin precedente en toda la larga historia del planeta desde su formación. Me llena de esperanza ver que hay personas como Al Gore.

La imperativa moral de la generación que vio la globalización es mirar a la Tierra levantarse, mirarla como nuestra responsabilidad y patrimonio, como nuestro único hogar, y mirarnos a nosotros mismos con relación a ella como en realidad somos: células de su cuerpo. De hecho, incluso la hipótesis Gaia (que postula que la Tierra es un organismo viviente) ha sido articulada por geólogos y geólogas, algunas paganas y feministas, con argumentos algunos mas convincentes que otros. Uno de los mas convincentes hace referencia a un proceso llamado simbiosis que ha sido observado desde el principio en este planeta, según el cual dos o varios organismos derivan sus supervivencias de una interrelación mutuamente beneficiosa. Este proceso, dice la hipótesis, se ha expandido en el planeta hasta formar toda la red de vida que se autoprotege y autoregula en este planeta. No es difícil encontrar muchísima evidencia que demuestre que el planeta funciona como un solo organismo complejísimo, un enorme sistema coherente donde todo depende de todo lo demás.

¿Que podemos hacer por la Madre Tierra en su día? Educarnos, y así comprar productos ecológicamente responsables, ahorrar energía en nuestros hogares, compartir vehículos o evitarlos si podemos caminar a algún lugar, y sobre todo no invertir en petróleo y en compañías militares sino que invertir dinero en fondos mutuos, stocks y otras inversiones que desarrollarán la nueva vanguardia en el uso responsable de energía a nivel global. Estas compañías, como las de gases naturales, son inversiones muy prometedoras ya que los abastecimientos de petróleo se están acabando y no habrá mas petróleo dentro de tres décadas mas o menos.

El que invierta hoy en gases naturales y otras tecnologías para producir energía ecológicamente responsable, podría ver sus inversiones multiplicarse en las próximas décadas cuando el momentum de las fuentes alternas de energía incremente. De modo que no hay que ser irresponsable para invertir exitosamente en infraestructuras de energía: también las hay ecológicamente viables. El petróleo va a terminar siendo solo un porcentaje del mercado de la energía, luego una fracción, y finalmente no va a existir, y toda esta locura de gringos yendo a guerras por petróleo va a ser solo una vergonzosa página de la historia.

Que la Madre Tierra los guarde a todos en su manto azul protector. Hare Krishna.

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