miércoles, abril 04, 2007

La Reina de Abril

Leyendo el libro Classical Living, que hace relevante los cultos de nuestros ancestros romanos a la vida moderna, me enteré de que la Diosa del amor Venus es la Reina de Abril, y que en este mes los antiguos le dedicaban sus festivales. Abril es un mes que deriva su nombre de la apertura, el abrirse, es el mes primaveral donde se abren las flores, se abren los vientes, se abre la tierra y sucede el milagro del sexo y la fertilidad a través de toda la naturaleza. Es un mes para abrir nuestras mentes, abrirnos a nuestra propia fertilidad intelectual y espiritual, a nuestra propia creatividad impregnados por las santas musas y por Ella, que es la Reina de las musas. Ella es la Diosa de las artes y de toda forma de belleza, y es Ella quien impregna las ideas artísticas y creativas en nuestra siquis y nos ayuda a darlas a luz, a expresarlas. La primavera es para enamorarse, es por eso que la Mujer de Chipre es la Reina de Abril.

Así que anoche decidí darme un baño de rosas antes de acostarme a dormir, para bienvenir a la Reina de Abril y para que por su gracia pudiera mi alma encontrar serenidad, y le pedí que abriera mi alma, me diera amor e inspiración y que me endulzara, porque Venus es el equivalente de Ochún, mi madre en la Santería. Encendí incienso de rosas, que es uno de los aromas mas dulces que puede engalanar a los sentidos, y una velita rosada. Y mis sentidos se llenaron de Ella cuando me di aquel baño, y era como si pudiera recordar las emociones que han de haber experimentado los antiguos cuando la adoraron sin complejos ni represiones contra natura, emociones sublimes, inocentes y suaves que los devotos del Dios de Abraham han olvidado y degenerado.

En el libro arriba mencionado se recuenta un mito sobre una ocasión en que los mortales en una isla se olvidaron de rendir homenaje a Venus, y Ella hizo que las mujeres de esa isla se odiaran a si mismas y se volvieran prostitutas. Si es cierto lo que dijo el sicoanalista Carl Jung y los mitos y dioses antiguos representan verdades sicológicas, que buen ejemplo es este mito. Las mujeres que rechazan a Venus, que personifica la femeinidad con toda su gracia, sus instintos, su belleza y creatividad, se odian a si mismas. En otra entrada en este mismo blog yo también he relatado que la palabra 'venérea' viene del nombre de la Diosa Venus, y que es el mal uso de los dones eróticos de Venus, casi siempre a causa de la falta de amor propio, lo que nos pone en riesgo de adquirir enfermedades venéreas. De modo que el ultraje de esta Diosa es detrimental para los mortales. Los Dioses son completos: a ellos nada le falta ni necesitan la adoración de los mortales. Son nuestras almas y cuerpos los que sufren a causa de las Diosas olvidadas, insultadas, y cuyos regalos no son apreciados.

La prostitución, se ha dicho en el pasado, es un arte y profesión que pertenece a Ella pero incluso en este mito esta profesión es mal vista. Venus no es una prostituta, ni celebra la prostitución. Será coqueta, bellaca, amante de los placeres, pero puta no. Como prostituta se entiende, en este mito, aquella persona que ha sido MALDITA por Venus, es una maldición no un tipo de consagración como los devotos de Cibele en error opinaron. Venus maldice con prostitución a las mujeres, y no a los hombres, por lo que yo imagino que a las mujeres Ella las ha graciado con algún don por el cual las mujeres fueron malagradecidas y que no supieron apreciar, un don que pertenece particularmente a las mujeres, un don venusiano de gracia femenina que les permite amarse a si mismas y que las protege de caer en la prostitución y otras degeneraciones peculiares de las mujeres. Este don es un tipo de apreciación de su propia femeinidad, un amor propio sano que irradian aquellas que sí reconocen sus dones, las reinas de belleza (coronadas o no), las artistas veneradas que son mas bien las funcionarias de Venus que crean y celebran la belleza.

Las mujeres son sicológicamente distintas a los hombres, y tienen necesidades síquicas distintas y es Venus la Diosa de las mujeres que contiene e imparte sus misterios. Dejar que los hombres articulen sus mitos, donde Venus es insultada persistentemente en la Biblia y llamada una y otra vez Reina de las putas (porque en la Biblia parece que todas las mujeres extrangeras y sus Diosas eran putas), ha causado enorme daño a las mujeres en los últimos dos milenios. Los patriarcas bíblicos fueron excelentes adeptos en robarle la voz a las mujeres y presumir de hablar por ellas, y hasta consagrar su odiosa misoginia en sus escrituras. Aún así, ahogándose en medio de esta blasfemia, hasta la Madre Jehová salió del closet de burqas y velos de las mujeres de Medio Oriente gritándole a los mortales en Isaías 42:14

Por mucho tiempo he estado silenciada
he estado callada y me he aguantado.
Pero ahora, como una mujer en parto,
Grito, gimo y jadeo.

Quien sabe, a lo mejor alguna profetisa feminista de la escuela del profeta Isaías canalizó este mensaje desesperado, concibiendo en su alma una visión salvaje de Jehová en parto que la mayoría de los creyentes en la Biblia encontrarían incómoda, aunque para mi es epifánica, tangible y repleta de verdad espiritual. No hay creación sin matriz, por eso si Dios es Creador, que tenga matriz y que de parto son metáforas completamente válidas.

Rechazar a Venus, para las mujeres, es degradarse, es negarse, es odiarse a si mismas y des-graciarse (porque sus ninfas son llamadas las Gracias). Rechazar a Venus es rechazar lo que ven en el espejo las mujeres hermosas, desecrar el templo del cuerpo es desecrar el de Ella.

Y por el otro lado honrarla es canalizar sus Gracias, su amor incondicional que todo lo ama y acepta con dulzura que entiende, que todo lo suaviza con una sonrisa repleta de vitalidad sensual. Abrazarla es entender su modo de embellecer todo lo que toca.

Donde pisan las plantas de Venus, allí nacen rosas y claveles y todo se llena de magia y vida, de alegría de vivir terrenal, natural, suelta e inocente. Venus es la vida, y es la que hace que valga la pena vivir. Si escuchamos el río con su refrescado correr, nos dicen los santeros, podemos escuchar la risa de Ochún que siempre ríe, por eso se llama simplemente "Río". Es una risa suave, traviesa, coqueta, incesante, dulce y serena, o a veces un caudal de carcajada cuando los Dioses del cielo se vienen sobre Ella y las lluvias preñan el cauce y la vida del río rebosa sobre la tierra. Allí donde van las aguas del río, va la vida, porque Ella es el río fertilizante.

Creo firmemente que el aumento en la cultura occidental de la frivolidad y superficialidad, y problemas como la bulemia, anemia y otros males sicológicos asociados con la auto imagen, también se deben en parte a que no se honra debidamente a esta preciosa Diosa, que es tan pervasiva que todas las culturas la conocen por distintos nombres, ya sea como Ochún, Lakshmi, Afrodita, Freya, Inanna, o Nuestra Señora de la Caridad del Cobre. Hasta los musulmanes con su neurótica insistencia en el monoteísmo seco y desértico la reconocen como una genio llamada Aisha Qandisha, o a veces como la hija del profeta Fátima. Eso da un indicio de que se trata de un instinto heredado, un arquetipo inherente a la naturaleza humana que todo el mundo intuye.

Si la honráramos los humanos como hicimos en la antigüedad, Ella nos enseñaría los secretos y las artes del amor y la belleza, a amarnos y estimarnos a nosotro/as mismo/as de un modo saludable y balanceado. Los que no la conocen idolatran divas vanas, celebridades mortales débiles que no podrían jamás compararse a Venus y que, aunque son muchas de ellas expertas en sus respectivas artes y muy bellas, no son mas que faxímiles irrazonables. En Venus se hallan todas las perfecciones femeninas, toda la elocuencia, belleza, trascendencia, creatividad, fertilidad, dulzura, los mas dulces aromas, y sobre todo la sabiduría que es responsable por el poder creador. Es en los vientres de las mujeres, esos hornos cálidos, oscuros, misteriosos y a salvo que están bañados de Ella, que se forma el vulnerable misterio de la vida, y no hay vida humana que se pueda formar fuera de sus húmedos hornos. Todos tenemos nuestro origen en las aguas de la vida, y esto lo sabemos, en el fondo de nuestras almas lo intuímos y nuestros mitos de esto dan testimonio.

Sepan los mortales que Dios es Padre y también es Madre, y que cuando Dios se viste de Madre, se convierte en Ella. He aquí mi libación de versos a la Reina de Abril ...

Preciosa Reina de Abril
dulce númen de los ríos
al ponderar tus brujos líos
no puedo evitar sonreír

La gente busca de tí
busca pero no encuentra
de tus dulzuras reniega
y tu te das aún así

Cuando menos lo esperaba
un día primaveral
ardió en mi pecho una ansia
y me quise enamorar
y no supe que ese anhelo
nació en las viejas leyendas
cuando en la concha naciste
de las espumas del mar

Diosa que cuajas brujos
en tus laboratorios
de alquímia tus conjuros
bombas de embriague hormonal
que vuelven un hombre loco
por los brazos de otro
o las caderas de alguna
de gracia llena mortal

Diosa de los encantos
que traviesos y mojados
los mortales disfrutan
y olvidan que morirán,
que renuevas la vida,
que con un roce o sonrisa
salvas a los que penan
de su pesado penar

Ofrézcante copas de vino
los malagradecidos
viendo que eres su Reina,
la de pasión liberal,
que tu río, por mas que muran
represas contra natura,
los mortales arrogantes
contenerlo no podrán

Salve Venus Matrix!

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