Diosas lunares

Francisco Joaquín Marro, uno de mis lectores, me dejó este mensaje en la entrada sobre Los dones de Ochún (en mayúscula, ciber-gritando :-):

PODRIAS HACER UN ARTICULO SOBRE LAS DIVINIDADES LUNARES? HAY UN LIBRO DE ROBERT GRAVES, LA TRIPLE DIOSA BLANCA, NO SE SI LO HAS LEIDO... ME GUSTARIA SABER QUE OPINAS SOBRE LAS DIOSAS LUNARES A TRAVES D ELA HISTORIA Y TAMBIEN SABER A QUE DIVINIDADES DEL CRISTIANISMO FUERON ASIMILADAS

Leí varios libros como Drawing Down the Moon de Margot Adler y The Spiral Dance de Starhawk, ambas wiccanas cuyos libros fueron obras seminales en el movimiento neo-pagano en el mundo de habla inglesa, pero no recuerdo haber leído el libro de Robert Graves aunque he leído que haya sido mencionado en muchas obras posteriores así que sé de su importancia.

Pero de las divinidades lunares te puedo decir que también han sido asociadas en muchos lugares con las minorías sexuales, y con los misterios de la mujer. Entre los aborígenes de nuestro continente, los homosexuales eran con frecuencia reverenciados o temidos por sus poderes chamánicos y llamados two-spirits o doblespiritados (o berdache, si queremos usar el término antropológico o científico). Estos doblespiritados tenían que ir al desierto a iniciarse en una búsqueda de visión al llegar a la pubertad, al igual que todo el mundo en esa sociedad. Dependiendo de la visión que tuvieran, en ese momento era que se determinaba si eran doblespiritados.

Las visiones que convertían a un hombre en Two-Spirited solían incluir imaginería de una Diosa Lunar, que era llamada por algunas naciones aborígenes Doble Mujer, y por otras naciones era llamada Mujer Búfalo o por otros nombres (2). Si tal Diosa elegía a un hombre y se le manifestaba en la búsqueda de visión, era doblespiritado, y tenía que adoptar cierta vestimenta, estatus como chaman, y aprender el folklor de los doblespiritados, usualmente con un doblespiritado mayor como mentor. Usualmente se dedicaban a las mismas actividades que las mujeres si eran hombres, además de roles particulares (como el de chamán), porque se creía que este funcionario sagrado era un mediador entre los mundos. El mito de Bego-chidii (una deidad doblespiritada, creo que de los indios navajo) incluye un caso en que medió entre los grupos de los hombres y las mujeres ayudando a reconciliarlos de nuevo en una sola tribu luego de que se separaron.

Esto hace eco con los sacerdocios de las gali, las kedoshim, ergi, y otros sacerdocios gays dedicados a Diosas europeas o mediterráneas: al ser un transgénero o travestido sagrado, estos devotos creían que eran de algún modo los elegidos de la Diosa, bendecidos con el don de poder servirla en alguna capacidad de funcionario sagrado.

Desafortunadamente hoy, el proceso de iniciación a la identidad adulta para las minorías sexuales es llamado salir del closet y tiene mas que ver con sanar las heridas del odio propio internalizado que con entrar dentro de nuestra rica herencia sicológica y espiritual como hijos del Creador, Padre y Madre. Herencia que ha sido ultrajada y violada por la cultura dominante heterosexista (1), y que ya no es considerada sagrada y nuestras vidas sicológicas carecen de importancia para la cultura.

El salir del closet es un proceso bueno y lleno de medicina, pero en realidad debería ser entendido como mucho mas que eso por las generaciones modernas de minorías sexuales: es un proceso que forma parte del proceso mas importante en el ciclo de la vida que Carl Jung llamaba individuación, es parte de un proceso constante de auto realización que todos somos llamados a realizar, para citar a Joseph Campbell le podemos llamar el viaje mítico personal. Es recorrer los laberintos internos para descubrir nuestro mas auténtico y genuino ser.

Me acuerdo de unas palabras que me dijo una activista transexual en Chicago hace muchos años cuando le pregunté sobre su religión. Ella, que se llama Lorrainne Sade Baskerville (ha sido asumida en el Paseo de la Fama LesbiGay de Chicago), me dijo: "Siempre que tengas una pregunta, mira el espejo y habla con el espejo porque el espejo no miente. Si estás cansado, preocupado, hastiado, sufriendo, sea lo que sea el espejo te lo va a decir, porque el espejo no miente, el espejo siempre dice la verdad".

Suena a cuentos de hadas: brujas o sacerdotizas de la Diosa hablando con espejos. Pero la convicción de esta activista me llegó: el espejo no miente. La búsqueda de visión representa nuestra introducción al espejo, lo que los antiguos escandinavos llamaron el Pozo de Mimir o el inconciente personal y colectivo, a nuestra vida interna, al encuentro con el Yo. Interesantemente, el espejo es un objeto sagrado para Ochún, la Diosa de la fertilidad y de la estética, belleza y artes que es con frecuencia asociada con las minorías sexuales.

La presencia de arquetipos femeninos en la siquis de los hombres gays explica, por ejemplo, la capacidad artística o creativa acentuada y la prevalencia de cultos a divas, cantantes, y otras personalidades que encarnan la femeinidad misma en la cultura, que son como Venus encarnadas (Cher, Madonna, etc.) Incluso los hombres que no son gays cuya creatividad es super desarrollada suelen poseer una conección fuerte con el anima (el yo contrasexual o femenino) y esta anima es quien fermenta y fertiliza su creatividad, por ejemplo, Dante tenía a Beatriz, el cantante Prince y otros son muy andrógenos.

Las mujeres también tienen un animus, que es su yo contrasexual masculino pero al fertilizar su siquis suele volverlas mas asertivas, guerreras o políticas, como el caso de Juana de Arco que se vistió como hombre y se volvió una batalladora. Muchas lesbianas doblespiritadas en las culturas de Norte América fueron documentadas: eran guerreras y tenían esposas, muchas llegaron a ser cacicas o jefas de su tribu, y se vestían incluso como hombres.

Diana, la Diosa romana de la Luna, es entendida por muchas lesbianas como su patrona. Nunca se casó, era muy independiente y sus acompañantes eran amazonas. Hoy hay una tradición del wicca que es diánica, y es estrictamente monoteísta y feminista y se enfoca solo en la Gran Diosa. Muchas wiccanas diánicas hoy son lesbianas. Es una Virgen en el sentido clásico de Parthenos, es decir no tiene un hombre que sea su dueño.

También cabe mencionar que muchas lesbianas no solo suelen tener mascotas quizá para canalizar el instinto parental (Diana es la protectora de los animales indefensos) sino que sobresalen en el movimiento ambientalista moderno muchas lesbianas por causa de esto. Diana es asociada con la selva, con la naturaleza prístina, salvaje y pura. Es una Diosa ambientalista cuya relevancia hoy se hace mayor cada día, de modo que no nos debe sorprender que quiera darse a conocer, ni tampoco que la liberación gay moderna coincida con la misma generación que ve el ambientalismo como una imperativa nueva de gran importancia: es una constelación arquetipal importantísima que despierta y gana relevancia en la cultura.

Este arquetipo va a surgir pronto en la conciencia colectiva con nuevo ímpetu ahora que va a salir una nueva película de la Mujer Maravilla. El mito moderno de Wonder Woman es una reflexión y resurrección contemporánea del mito de la Diana clásica: su nombre es Diana, Princesa de las Amazonas.

El padre de la sicoanálisis Carl Jung habló famosamente del resurgir de deidades antiguas en la cultura por medio de varios procesos. El compara los arquetipos de la conciencia e inconciente colectivos como cauces de ríos que se secan cuando la gente olvida los Dioses, pero aún están ahí. Cuando vuelve a fluir el agua y las deidades vuelven a asumir vida dentro de la cultura, el cauce se llena y aunque es agua nueva, es el mismo río el que fluye como el santo Ganges. Los Dioses resurrectan en la cultura todo el tiempo, en la literatura, en las películas y sobre todo en los comics.

En una entrada en mi blog en inglés titulado Superhero Mythology elaboro mas a fondo la trascendencia de la mitología de los super héroes en la cultura, sobre todo occidental. Para resumir esto: a falta de mitos normales, que nos han sido robados por las religiones monoteístas, que nos permitan explorar los recesos de la siquis colectiva como hicieron los antiguos, los hombres y mujeres de hoy han recurrido a los comics (entre otros recursos) para articular sus mitologías. En el artículo hago la observación de que los universos de DC Comics y de Marvel Comics son internamente coherentes, permiten que la mitología sea orgánica y viva, que cambie, que los personajes mueran y reproduzcan, que super héroes de distintos lugares interactúen dentro de un mismo universo, e incluso los comics derivan inspiración de las mitologías previas y por lo tanto las continúan.

En ese sentido, se puede hablar no solo de Wonder Woman como la Diana de hoy sino de Super Man como un tipo de Hércules moderno, Flash es un Hermes moderno, Iron Man es un Vulcano moderno, etc. Los Dioses no tienen que ser adorados para que reconozcamos donde en nuestra siquis habitan: pueden ser accesados por medio de las artes, imaginería, teatro, cine, o el disfraz (por ejemplo en Halloween) que no es en realidad otra cosa que posesión y ritual: la máscara es sagrada y permite que aquello que es reprimido o no reconocido de manera conciente por la siquis pueda salir y darse a conocer al ego externo, sin que este ego se sienta fragmentado, inhibido o su identidad se vea amenazada. Así se puede accesar a salvo el contenido del subconciente o inconciente.

De modo que tu o cualquier hombre gay que se vea atraído a Diosas lunares debe ponderar la posibilidad de que tiene dones como doblespiritado y mediador entre los mundos. Esto es parte de la herencia espiritual y/o de la configuración sicológica de algunos gays, lesbianas y transgénero.

La Diosa lunar simboliza la menstruación, los ciclos y misterios de las mujeres: Yemayá la Reina de las mareas es su encarnación afrocaribeña. De modo que esta Diosa imparte los misterios de las mujeres a quien quiere, sea mujer o sea hombre, en cuyo caso ese hombre se vuelve un berdache.

En cuanto a las Divinidades cristianas asimiladas a ella, Yemayá es identificada con la Virgen de Regla. De nuevo Regla hace referencia a la menstruación y los misterios de las mujeres aunque también es el nombre de un lugar en Cuba.

Nota:

1. Hay al menos una masacre de homosexuales que ha sido documentada en los anales de la historia cuando los dis-que pioneros europeos arrivaron a las Américas y se encontraron con el fenómeno de los doblespiritados. Quedaron tan escandalizados con estos hombres de vestimenta femenina que en al menos una ocasión, al encontrar un grupo de ellos (que solían vivir aparte, en el margen del territorio tribal), simplemente abrieron fuego y los mataron.

Los misioneros blancos, obviamente, vieron demonios y proyectaron toda clase de neurosis sobre estos seres humanos. Hay que tener en cuenta que, debido a que los Dos-Espíritus se dedicaban al rol fundamental de preservar el folklor y religión indígena, desmantelar la tradición doblespíritus era con frecuencia el equivalente a desmantelar toda la infraestructura religiosa, espiritual, cultural e ideológica de los aborígenes para transplantar la ideología europea. Es como si los musulmanes invadieran a América y mataran o cortaran las lenguas a los sacerdotes católicos como parte de un proceso de islamización y arabización.

Por estas mismas razones, muchos doblespiritados modernos indígenas en Norte América ven el proceso de reclamar este rol sagrado como esencial para la reivindicación cultural de los indígenas norteamericanos.

Sin embargo, a pesar de la hostilidad inicial, también hubo un Winkte en tiempos mas recientes que vivía como mujer y que llegó a visitar la Casa Blanca y conocer y colaborar con grandes personalidades políticas de su tiempo, como representante de su nación indígena. Muchos en este círculo jamás se enteraron de que era biológicamente hombre.

2. Muchos nombres indígenas para los doblespiritados eran interesantes. Los omaha les llamaban un nombre (mixoge) que se traduce como educados por la luna, mientras que los navajo les llamaban nadleeh, que se traduce como cambiantes. Otros nombres se traducen como mujerados, hombre-mujer, eunuco o persona infértil, persona transformada, travestida, sobrenatural, mitad-mujer, o hacían referencia a algún rol como mujer cazadora, etc.