El coco

Platón, en su obra Critias, describe los cocos de Atlantis como frutas que tienen una cáscara dura y confieren bebidas, comidas y ungüentos, lo cual confirma la antigüedad de su uso ya que Atlantis, se cree, existió hace mas de 11,000 años.

En sánskrito, el nombre de la palma de coco (kalpavriksha) significa 'árbol que da todo lo necesario para vivir', o según algunas fuentes 'árbol que realiza todos los deseos', ya que casi todo el árbol se puede usar para algo: para construir canoas, comer, beber, para hacer utensilios de cocina y para hacer ropa (sobre todo en el Pacífico), mueblería y vivienda.

En las islas del Pacífico, la palma de coco es considerada el Arbol de la Vida. En Samoa, se cree que palmas de coco crecen en la entrada del mundo de los espíritus. En las islas Nuevas Hébrides, el coco se come en funerales para comunicarse con los muertos, y en las religiones afrocubanas el coco remplazó las semillas de kola como oráculo para comunicarse con Egún (los muertos) y con los orichas. De hecho, es posible construir un Eleguá (oricha portero que comunica los mundos de los vivos y de los muertos) con un coco en caso de emergencia, para que proteja la entrada de nuestro hogar, si es necesario y se hace imposible conseguir uno propiamente preparado por un babalawo.

Según la tradición yoruba, el coco es un oricha o deidad de gran hermosura llamado Obí. El oricha Obí, personificación misma del Coco, tiene un rol oracular en este sistema y puede contestar preguntas de sí o no por medio de cinco signos. De modo que el rol del coco en la metafísica aborigen para comunicarnos con los otros mundos es harto documentado.

Obí es asociado en la tecnología metafísica yoruba con Orí, que es el oricha individual que camina con cada persona. Orí es la cabeza, literalmente, del individuo, aquella fuerza espiritual que dirige la corriente de vida de la persona. Esta asociación quizá se deba a que el coco es duro como el cráneo por fuera, pero es blanco y suave por dentro como la masa cerebral, y en la creencia yoruba la cabeza u Orí es el mediador ante el mundo metafísico que facilita la comunicación con los muertos y orichas, de modo que el rol de Obí como mediador se explica del mismo modo: posee el mismo aché y medicina que Orí. Por eso se usa en adivinación, y aún hoy en el Caribe muchos negros al referirse a la cabeza le llaman el coco.

El ocha Obatalá, que solo acepta ofrendas puras, acepta el coco. También el auspicioso Dios pipón Ganesha, que protege las entradas y puertas y es el mensajero de los Dioses en el hinduismo (paralelo a Eleguá) disfruta de unas golosinas llamadas modakas, que son bolas de arroz dulce preparado con coco.

En India, el coco remplazó hace milenios los sacrificios de animales en el sistema védico y al inaugurar deidades, bendecir hogares, templos, edificios y nuevos comienzos el sacrificio requerido según los Vedas es el coco. Al igual que en la religión yoruba, el coco representa la conciencia divina en el sistema sacrificial védico (donde se usan los cocos en los sacrificios de fuego, o puyas).

También el coco es usado para hacer artesanía, y tiene uso cosmético como aceite para el pelo y la piel.

A pesar de que tiene grasa saturada, es una grasa vegetal distinta de todas las demás grasas y una de las mas saludables del planeta (junto a la manteca de palma o corojo), que no contiene colesterol ni contribuye a los males cardíacos. De hecho, tiene propiedades anti-virales y anti-bacteriales. Los efectos medicinales del coco son muchos: ha sido usado para tratar la diabetes, en tumores, resfriado, constipación, dolores de cabeza y estómago, úlceras, irritaciones de la piel, reduce la fiebre y hasta ayuda contra enfermedades venéreas. Ayuda al desarrollo fetal y se recomienda que las mujeres preñadas lo consuman.

El coco se consume sea la pulpa sola, el agua de coco sola, o ambas mezcladas para formar leche de coco. Su aceite es aromático y se usa para cocinar, tanto en su estado natural como en su estado de aceite virgen, o como mantequilla. Combina con el arroz, se usa en dulces y pasteles. En Tailandia y otras partes de Asia se usa para preparar deliciosas sopas (prueben el "Tom Kha soup" si visitan un restaurante tailandés) y curris.

La yuca triturada se puede usar para hacer un tipo de casabe de coco, añadiendo leche de coco. Tengo un amigo de Canóvanas, Puerto Rico, que hace un tipo de fritura con esta masa sazonada con gengibre. En la isla de Guam se hace un pudín de casabe parecido.

También se puede freír la espinaca en aceite de coco (o leche de coco), con sal de mar y (opcional) turmérico. Se puede añadir cebolla bien picada y hasta queso feta, en cuyo caso no hace falta añadir mas sal.

En India se usa el corazón de la palma para extraer un azúcar de coco, el cual también se puede fermentar para producir vino, vinagre y licor de coco. En resumen, la palma es un árbol sumamente opulente y generoso.