jueves, noviembre 15, 2007

El rol del oráculo

El Nuevo Día publicó hace poco un artículo sobre el potencial problema de la dependencia de sistemas oraculares que se da entre algunos querellantes que consultan el tarot, las runas o la astrología.

Aunque yo mismo soy funcionario rúnico, comparto la crítica. Las runas, además, no son para predecir el futuro (cosa que muchos querellantes quisieran creer) aunque pueden hacerlo en ocasiones, pero esta noción se tendría que basar necesariamente en la falsa premisa de que el futuro no es cambiable. El futuro es una serie de posibles variables que nacen de las decisiones, y las decisiones nacen de la cabeza (Ori, para los santeros) y de la voluntad del querellante, por lo tanto está en manos del querellante cual futuro quiere crearse. Como dijo el gran y venerado profeta Zoroastro en sus hermosos Gathas, cada segundo el hombre tiene opciones, cada momento el hombre decide que camino trazarse.

Las runas lo que dan es un diagnóstico de los eventos, la gente, las influencias metafísicas o físicas, los enredos kármicos y las fuerzas impersonales que podrían estar activas en la siquis y la vida del querellante en el momento en que se presenta ante el mítico pozo de Mímir (1) para una lectura, para pedir oráculo cuando tiramos las runas.

Tuve un amigo nigeriano que, aunque respeta todas las religiones incluyendo el culto a los orichas, me dijo que muchas veces la gente depende tanto de eso que no toma decisiones si no es consultando a los orichas. Sacrifican su libertad. Entiendo como esto puede impedir que una persona tome las riendas de su destino, abandonando el uso de su buen juicio a fuerzas externas.

En una entrada previa y reciente, también critiqué el uso del miedo por parte de los santeros y paleros para manipular a los querellantes y sacarles dinero, práctica que es una epidemia en esas culturas religiosas. Como lector rúnico ético, nunca uso estas tácticas: cuando existe una imperativa en la lectura, la comunico no con miedo sino explicando detalladamente los pasos a seguir y porqué seguirlos, respetando siempre la inteligencia del querellante.

Sin embargo, no es en si malo asistir a las runas u otros sistemas cuando en realidad hay confusión y hace falta claridad y ayuda. Para eso Odín se sacrificó para darnos las runas. Por medio de las runas, los ancestros nos muestran su atención, protección y su genuino interés en ayudarnos a mejorar nuestras vidas. Se reta el velo de la muerte y se ve como ese amor que tuvimos en vida, no se va, solo cambia, pero continúa, siempre ahí, cuidándonos, protegiéndonos y guiándonos. La abuelita que nos cantaba nanas de niños no deja de tomar interés en nosotros cuando nos enamoramos, cuando el matrimonio anda mal, cuando los hijos se meten en apuros, cuando hace falta dinero para alimentar y educar bien a nuestros hijos, cuando alguien en la familia se enferma o cuando nos acercamos a la muerte.

Son los difuntos de la familia los primeros en tomar genuino interés en nuestros problemas. A estos difuntos no se les ha de molestar a diario, ni con frecuencia, pero en momentos de dificultad, son un recurso en el mundo espiritual imposible de sobre-estimar.

Además, Odín encarnó entre nosotros específicamente para darnos el sistema de las runas, como una dispensación espiritual para que existan consejeros sabios en la cultura, que ayuden a los que necesiten claridad y guía en los momentos difíciles de la vida. Esta noble función de poetas griotas (así Odín les llama en el sacro poema del Havamal) tiene también el rol de preservar los proverbios y la sabiduría ancestral por medio de rimas, llamadas también runas, o a veces en inglés 'runesongs' o cantos rúnicos.

Las runas eran, originalmente, poemas sabios comparables a la sabiduría de Salomón en la Biblia. Estos proverbios fueron destilados en el Havamal para el beneficio de los funcionarios rúnicos de hoy, y son un recurso importantísimo para que las lecturas rúnicas sean eficaces y repletas de medicina. En otras palabras, negar nuestra herencia rúnica es negarle a los ancestros una voz, negarles la oportunidad de extendernos la mano luego de que les pedimos que nos auxilien, lo cual no hace sentido. Todo el que pide ayuda de los cielos debería bienvenir esa ayuda.

Los escritos de sabiduría de la Biblia y del Avesta (2), que es otro libro de sabiduría en la misma tradición indo-europea del Havamal, se preservaron originalmente del mismo modo que la sabiduría rúnica, como poemas y proverbios, como sabiduría oral que se rimaba para que fuera fácil de memorizar. Mientras que el oráculo de los profetas zoroastrianos y bíblicos asumió la forma final de escrituras, el oráculo del profeta Odín asumió la forma de escritura pero también de un sistema oracular vivo y formal, que puede ser consultado, preguntado, memorizado y estudiado por iniciados.

Muchos de los versos de la Biblia, sobre todos los de las tradiciones de sabiduría y de los profetas, eran originalmente mantras, runas. Mis lectores han de entender esto: los versos de la sabiduría de Salomón y de los libros de los profetas judíos eran originalmente Y SON un oráculo, del mismo modo que las runas lo son, y no hay distinción. Antes de ser escritos, fueron pronunciados por funcionarios oraculares en estado de trance, con frecuencia en el formato de rimas fáciles de memorizar, y luego memorizados por escuelas que seguían a estos profetas. Es decir, eran folklor y sabiduría oral, al igual que las runas escandinavas, y solo luego fueron escritas siguiendo el formato de escritura sagrada. Incluso hoy, el oráculo africano de Ifá es entendido como una escritura sagrada oral. El profeta Samuel no pudo haber sido mas transparente al decirlo de este modo:

Antiguamente en Israel, cuando uno iba a consultar a Dios, decía: Venid, vamos al vidente; porque al que hoy se le llama profeta, antes se le llamaba vidente. - 1 Samuel 9:9

El mismo Dios que dirigió a Arjuna en el campo santo de Kurukshetra, que se reveló a Zoroastro y a los profetas bíblicos que pudieron haber sido legítimos, ese mismo Dios de todas las religiones, conocido en todos los idiomas por miles de nombres, le promete a todos que los va a dirigir y guiar en el mejor camino para ellos tanto en el Gita como en Isaías 48:17. El Dios que habló a los profetas y por medio de los profetas, ese Alfather (Todo-Padre) que alaba el santo poema del Havamal, habla por oráculos como las runas y sus funcionarios. No hay otro Dios: es el mismo, el Dios de los místicos, de los poetas y griotas consagrados que, habiéndose refugiado en El, no tienen otro Amigo ni Refugio, es nuestra Roca, nuestro Sol.

Heilsa Alfather!

Notas:

1. El pozo de Mímir es un pozo mitológico en el mito nórdico en el cual el Alfather Odín sacrificó uno de sus ojos para adquirir la sabiduría. Odín personifica el impulso en el ser humano de adquirir mas y mas sabiduría, conocimiento y poder, es decir, es el poder evolutivo y expansivo, la Conciencia Suprema que dirige nuestra evolución.

El pozo de Mímir es una imagen arquetipal que representa las aguas del inconciente colectivo, la memoria colectiva, los ancestros y los instintos heredados de la especie. De este pozo nace nuestro wyrd, que es la palabra nórdica para el karma, las vidas pasadas y la constitución genética que determinan gran parte de nuestro destino y camino predeterminado. Sin embargo, las ciencias rúnicas enseñan que el ser humano a cada momento contribuye a su propio wyrd. Del mismo modo que Odín supo sacrificar un ojo en el pozo de Mímir y adquirir sus secretos y usarlos para el beneficio de la humanidad, así nosotros podemos trabajar con nuestro karma y, usando nuestra inteligencia, libertad y virtud, y el poder que emanan de ellas, liberarnos del mismo.

Los hilos complicados del destino son simbolizados por las tres Nornas en la religión nórdica, las Trinidad de Diosas del destino llamadas Urdhr (la que fue), Verdhandi (la que es) y Skuld (la que será). Eran imaginadas como una vieja que ahuanta un rollo de hilo, una mujer madura que lo cose, y una virgen joven que ineludiblemente lo corta, lo cual simboliza que la muerte y la destrucción es el unico final inevitable de toda cosa manifiesta, y eran conocidas como las Moiras por los Griegos. Estas tres Nornas son fuerzas impersonales, es decir personifican todos los hilos y enredos kármicos del ayer, el hoy y el mañana, y son invocadas siempre al principio de toda lectura rúnica.

2. El Avesta es la Biblia mazdeista o zoroastriana, que nace de las enseñanzas del profeta persa Zoroastro y que sirve como texto sagrado para la primera de las religiones éticas monoteístas reveladas, que es el zoroastrianismo. El profeta Zoroastro fue el primero en hablar del juicio final, del Espíritu Santo, de la lucha entre el bien y el mal, y del Salvador del mundo que viene al final de los tiempos a instituir una era de paz, todas ideas que forman parte central de las religiones abrahámicas. Sin embargo, rara vez se le da crédito a Zoroastro por estas ideas.

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