martes, abril 15, 2008

El sacrificio en la cruz a la luz de la doctrina del ahimsa

El justo tiene atenciones con sus animales. - Proverbios 12:10

En un previo artículo titulado Argumentos a favor de la salvación universal argüí que no creo en la muerte sacrificial y la salvación cristiana, y di varias razones, en esencia demitificando a Yeshua y entendiéndolo como un judío liberal que no intentaba inventarse una religión nueva, mucho menos una religión a ser consumida por los no judíos.

En este artículo busco, no justificar ni racionalizar, sino mas bien iluminar el uso apropiado de este mito de la muerte sacrificial de Yeshua a la luz de mi entendimiento del ahimsa. Aquí uso mito no en el sentido derogativo (equiparado con mentira) sino en el mejor sentido de la palabra, donde se entiende un mito como una verdad trascendental e inefable.

El sacrificio humano es un concepto primitivo e inaceptable hoy

La noción del sacrificio humano me resulta absolutamente abominable, asqueante e inaceptable. Me es imposible imaginar que es propio postrarse ante un Dios que acepta sacrificios humanos: tal Dios no es en nada menos peligroso e inhumano que Molok.

Podemos derivar otro argumento contra el concepto sacrificial salvífico de la lógica de las enseñanzas del maestro en Mateo 7:8-11. Si un padre mortal, incluso uno que tiene tendencias a la iniquidad, no le sacrificaría a un Dios su propio hijo, mucho menos crucificándolo, ni tampoco lo dejaría cometer suicidio, ¿cuanto mas el Creador no va a mandar a su propio hijo a una misión suicida en un planeta primitivo y repleto de fanáticos religiosos locos? El concepto es realmente obsceno, vergonzoso y escandaloso.

Esta idea de que Yeshua se inmolió por nuestros pecados se basa en tal premisa. La premisa es que Dios necesitaba ver sangre, que necesitaba de algún modo extraño (que se resuelve fácilmente cuando los cristianos le llaman 'misterio') ver un sacrificio humano para poder perdonar los pecados de la gente.

Primeramente, eso no es perdón, es un negocio macabro, un intercambio sangriento e injusto. El que perdona no necesita incentivo, mucho menos beber sangre, para perdonar. El perdón, para ser perdón, necesita que no haya venganza ni violencia. Es un saldar las cuentas no pagas, una amnestía.

Si yo perdono a mi enemigo o vecino, pero le pido que me sacrifique un animal, o que mate a su perrito, eso no es perdón. Es sed de venganza torcida y cruel, y mas injusta que atacar al culpable, porque la víctima es inocente.

Perdonar requiere de que no se paguen las deudas debidas. Si hay que pagar por el crimen cometido, quizá se puede hablar de un sistema kármico o de justicia, pero es deshonesto hablar de perdonar.

Dios no necesita sacrificios animales

Parte del razonamiento cristiano con respecto a la muerte sacrificial implica que el mesías tenía que ser inmolido en lugar de un cordero u otro animal que estaba siendo remplazado. Sin embargo, en el progreso de la imaginación religiosa judía, vemos que la idea de que Dios necesitó alguna vez sacrificios de animales ya estaba siendo retada y negada por los profetas mucho antes de los tiempos de Yeshua.

Esta idea de que Dios acepta sacrificios de animales tomó prevalencia en los tiempos de los levitas, autores del Torah (primeros cinco libros de la Biblia), para los cuales la matanza de animales en el templo había sido por siglos muy lucrativa. Cada crimen cometido (sea real o fingido, es decir, tangible o conjurado por tabúes prescritos por los levitas en las escrituras) requería de sacrificios específicos para redimirse.

Este sistema fue catalogado en su mayor parte en el sangriento código que se ve en el libro de Levítico que consta en gran parte de instrucciones para las matanzas de animales. Como en la santería, por todo eso había que pagar. De modo que los levitas fueron las moscas y mimes que pululaban de este modo sobre el estiércol de los sentimientos de culpa de la población. De aquí surge la insistencia en el judaismo como una religión legalista.

Los profetas vieron la transparencia de este sistema religioso-legal de los levitas y lo criticaron severamente, pero como todo cambio, la inercia de la tradición lo resistió y esta tendencia no alcanzó su madurez sino siglos después, y fue solo gracias a la destrucción del templo de Jerusalem.

¿Qué es para mí la abundancia de vuestros sacrificios?
--dice el SEÑOR.
Harto estoy de holocaustos de carneros,
y de sebo de ganado cebado;
y la sangre de novillos, corderos y machos cabríos no me complace.

Cuando venís a presentaros delante de mí,
¿quién demanda esto de vosotros, de que pisoteéis mis atrios?


- Isaías 1:11-12

... Aunque me ofrezcáis holocaustos y vuestras ofrendas de grano,
no los aceptaré;
ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales cebados.
Aparta de mí el ruido de tus cánticos,
pues no escucharé siquiera la música de tus arpas.
Pero corra el juicio como las aguas
y la justicia como una corriente inagotable.


- Amós 5:21-24

De modo que, en la usanza judía en los tiempos del templo de Jerusalem, se sacrificaban animales como paga por los pecados, lo cual fue retado por los profetas, y siglos luego Yeshua se nutrió de la tradición profética y compartió las opiniones progresivas de los profetas: Yeshua opinó que el perdón de los crímenes no requiería de sacrificios animales.

A la luz de esto, el tumbar las mesas en el templo hace sentido. Como reiteraron los profetas una y otra vez, Dios acepta sacrificios pero no de animales. El sacrificio de la justicia, del perdón de nuestros enemigos, de las obras de justicia social y caridad son verdaderos sacrificios. En otras palabras, los sacrificios no-violentos le agradan.

Pero el Cristo no solo criticó esta práctica porque las víctimas eran animalitos inocentes. Fue mas allá. En Mateo 18:18 asevera: "En verdad os digo: todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo." De modo que el poder que antes tuvieron los levitas ahora lo tiene Juan del Pueblo. ¡El mismo Cristo nos dice que ni siquiera necesitamos al Cristo para que nuestros pecados sean perdonados! Nos podemos solo perdonar los unos a los otros. En aquel entorno, esta fue una idea revolucionaria, progresiva y liberadora ... fíjense que eso no es lo que enseña hoy la mayor parte de las iglesias cristianas, que fomentan la dependencia en cleros y no la emancipación que proclamó Yeshua en Mateo 23.

Como nota lateral, y con esta realización como trasfondo, vemos entonces lo profundamente deshonesta que fue la iglesia cristiana medieval, que no solo mantuvo a la gente analfabeta para que no pudieran leer la Biblia por su cuenta, sino que mas aún los miembros del clero católico cobraron indulgencias por el perdón de los pecados, asumiendo en efecto el lugar que tuvieron los levitas en la era pre cristiana, cobrando y lucrándose de las culpas de los creyentes, y deshaciendo el efecto progresivo del pensamiento del Cristo para retroceder a una ideología primitiva que requiere de la ignorancia y sumisión del pueblo. Diciendo ser funcionarios del Cristo fueron, en efecto, los 'rateros' por los cuales Yeshua tumbó las mesas.

El mensaje de Yeshua era que la verdad nos hacía libres, no que nos hiciéramos esclavos de nuevos amos.

No mas muerte

Es claro, a mis ojos, que Yeshua no murió por nuestros pecados sino por causa del fanatismo religioso de sus contemporáneos, que lo consideraron falso profeta. Para los falsos profetas, el código legal absolutista de Deuteronomio (capítulo 13) ordena la ejecución. Los evangelios mismos conceden que Poncio Pilato, al juzgarlo, lo declaró inocente y se lavó las manos: Roma no tenía un caso en su contra, pero los sacerdotes del templo sí. Yeshua fue, entonces, víctima del fundamentalismo, de la opresión religiosa y del literalismo bíblico. No de nuestros pecados.

Sin embargo, algunos cristianos primitivos usaron la idea sacrificial para justificar el fin de los sacrificios de animales. Hubieron varios movimientos vegetarianos en el cristianismo primitivo, que articularon el concepto del sacrificio final de Yeshua como un decir 'no más sacrificios de animales'. En este artículo cité versos del Evangelio de la Paz, una de las escrituras encontradas entre los rollos del Mar Muerto, en Qumram, donde Yeshua critica severamente la práctica de consumir carne, haciendo referencia al mandamiento de 'no matarás'.

Si Jesús dijo esto o si no lo dijo, nunca lo sabremos con certeza, de modo que al citar esto solo acentúo la relevancia de que hubieron comunidades tempranas donde el vegetarianismo fue central a la doctrina que se le atribuyó a Yeshua y el entendimiento o interpretación que se tuvo de esta doctrina. La no-violencia era una doctrina cristiana central para ellos. Hoy a penas se menciona en las iglesias.

Estos cristianos originales vieron en esto un avance hacia un tipo de espiritualidad menos supersticiosa y mas racional, mas ética y enfocada en la justicia social, siguiendo el modelo de los profetas. Esta escuela de pensamiento atribuyó importancia a la destrucción del templo, la cual vieron como afirmación de que los sacrificios de animales habían quedado caducos, que Dios se había finalmente hartado de ellos tal y como los profetas presagiaron.

Creo que la intención de algunos de los mitógrafos cristianos originales era en realidad abolir este concepto sacrificial, mientras que otros asumieron que la muerte de Yeshua misma fue sacrificial y los contradijeron. Opino que estos últimos erraron.

Debido a que la idea de la muerte sacrificial de Yeshua contradice la premisa de la no necesidad de sacrificios, que desde los tiempos de los profetas estaba siendo anunciada, mi conclusión es que la muerte sacrificial de Yeshua, además de hacer borroso el problema de la opresión bíblica en el relato de como lo mataron, es también una creencia innecesaria, primitiva y no contribuye al tipo de espiritualidad emancipada que Yeshua enseñó.

El ahimsa: la no violencia como norte ético

El pensamiento religioso, hoy mas que nunca, sigue evolucionando. En la historia de las ideas religiosas, el budismo e hinduismo ofrecen la cúspide, la cima, de la doctrina de ahimsa en ejemplo y práctica. La mayoría de los budistas e hindúes ni siquiera matan animales para comer, por compasión.

Definiré el ahimsa: la palabra ahimsa se traduce literalmente como 'no violencia'. Es una doctrina que declara la sacralidad de todas las entidades vivientes, y urge que se evite hacer daño o violencia a ellas. El ahimsa enseña que todas las entidades vivientes tienen un derecho inherente a existir y que no se debe generar sufrimiento a ellas, que no deben ser heridas. Nuestra generación tiene el ahimsa como su imperativa moral mas importante, ya que cientos de especies están hoy en peligro de extinción por causa de nuestra irresponsabilidad como guardianes del ecosistema. El ahimsa es la doctrina en cuyo marco caben los valores ambientalistas que nunca antes en la historia fueron mas relevantes.

En una entrada previa, había interpretado la idea cristiana de que Dios es un Dios de vivos como una doctrina idéntica y complementaria al ahimsa.

También la enseñanza de que 'todo lo que hayas hecho a estos indefensos, a mi lo has hecho', es una reflección del verdadero uso y propósito de las religiones y la espiritualidad, como un medio para fomentar la no violencia y la rectitud en la sociedad.

Yeshua enseñó el ahimsa, de hecho toda su filosofía ética era basada en el ahimsa y su pensamiento religioso entretuvo ideas relacionadas a la no violencia que solidificaban el ímpetu del ahimsa en su doctrina: por ejemplo, su enseñanza sobre el perdón versus la venganza requiere de modos civilizados de resolver conflictos. Toda la doctrina, de principio a fin, es informada por el ahimsa.

A la luz de todo esto, hace ya mas sentido la indignación de Yeshua al tumbar las mesas en el templo de Jerusalem. Como bien habían señalado los profetas, los levitas hicieron al pueblo olvidar la rectitud y sumirse en la superstición y los sacrificios de animales, y aún luego de tantos siglos de crítica abierta de los profetas a los levitas, había sido sumamente arduo el proceso de reeducar y liberar a la gente de los efectos nocivos de la religión levita en la moral del pueblo, y el templo era aún un lugar apestoso a sangre donde a diario morían animales inocentes.

Opinar que el intercambio de dinero fue la única razón para la tumba de las mesas refleja falta de perspectiva de la no violencia como el norte ético de la espiritualidad de Yeshua y de toda forma civilizada y avanzada de espiritualidad. Al llamar rateros a los que allí vendían animales, es claro que había un resentimiento e indignación moral muy profundos. Claramente, ellos no eran rateros en el sentido literal de la palabra: seguramente cobraban un precio justo por aquellos animales, el mismo precio que costaban en cualquier mercado de cualquier ciudad cercana. Su ratería consistía en mantener al pueblo dependiente de ellos, en hacer al pueblo olvidar la rectitud y sumirse en la superstición y los sacrificios de animales. Quisieron cobrar por algo por lo que no tenían derecho a cobrar: el perdón de los pecados es gratuito, y cualquiera lo puede y debe otorgar a sus enemigos.

En vista de esto, opino que es justo que muchos cristianos primitivos (como los eseneos o los influenciados por ideas mesiánicas eseneas) hayan visto el vegetarianismo como el resultado natural y lógico de la doctrina de la no violencia y del sacrificio de Yeshua. Con su muerte, no era ya necesario inmolir mas animales por nuestros crímenes. Su muerte servía como herramienta ideológica para proponer un sistema religioso mas civilizado y justo.

Entonces, aunque el concepto de la muerte sacrificial de Yeshua carece de base racional, al menos puedo decir que en cierto modo este concepto quizá haya sido de uso en sus orígenes. El ideal, al fin, será una espiritualidad completamente libre de ideas primitivas o supersticiosas ... y una espiritualidad que discierne, en la que la muerte desafortunada de un hombre bueno e inocente como Jesús no sea justificada con metafísica o teología sacrificial, sino llamada por lo que fue: un acto más de abuso fundamentalista.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Shalom amigo , Dios Santo que jamas creí encontrar un sujeto con nociones espirituales y humanistas tan similares alas mias , en serio que es un gusto haber encontrado tu blog, yo soy judio mesianico ,pero librepensador, no me trago esa patraña del sacrificio redentor del Gran Rabbí Yeshúa, realmente ignoro cual era el proposito de que eso aconteciera; pero lo que importa es que me gustaria , tener contacto contigo mail o msn ( malaleche50tuya@hotmail.com )
, como tu gustes , ah por cierto lo olvidaba yo tambien soy felzmente gay .

Shalom lejá ( La paz del Eterno sobre ti)

Hiram dijo...

Sí, creo que ya habíamos compartido emails antes, y he estado considerando la posibilidad de publicar un artículo sobre Isaías 56 a la luz de la teología de la liberación gay ... hablamos luego, siéntase libre en contactarme.