jueves, abril 17, 2008

La madre de los granos



Inspirado por esta receta de quinoa verde, decidí hacer mi propia versión con espinaca y brócoli. En mi versión, no usé vino, acelgas, espárragos verdes, cilantro ni perejil, y sin embargo añadí ajo al agua antes de echar la quinoa para que tenga mas sabor. Me quedó exquisita.

La quinoa, que no es muy conocida en muchas partes fuera del Perú y del movimiento vegan, vegetariano y de no violencia, es un grano del Perú. Bueno, en realidad no es un grano sino una semilla, pero se le considera como si fuera un grano y se le cocina igualito a como se cocina el arroz, pero toma menos tiempo, usualmente entre 15-20 minutos. Es muy versátil y fácil para la digestión, y además contiene todos los aminoácidos esenciales, es rico en valor proteínico, mineral, vegetal, y es una comida tan rica y de un valor nutritivo tan y tan elevado que hasta la NASA la está estudiando para usarla como fuente proteínica en viajes espaciales largos. De modo que la quinoa es una de las súper comidas del futuro. Era tan importante a los incas, que le llamaban la madre de los granos.

La quinoa verde es uno de los platos mas deliciosos que he hecho con quinoa, pero he inventado otros como por ejemplo pimiento verde relleno con quinoa y queso, que se derrite al ser horneado. Para este plato, se prepara la quinoa (hirviéndola en dos partes de agua luego de lavarla, al igual que se hace con el arroz) y luego se usa para rellenar el pimiento con los demás ingredientes. Se puede añadir lentejas, arroz (reciclado de las sobras de otro plato, que es lo que se suele usar para rellenar pimientos verdes o rojos), frijoles, garbanzos, tofú y otros ingredientes.

Encontré una receta (que no he hecho aún) de paella de quinoa que se ve interesantísima y deliciosa, y anoche hice quinoa con maíz usando la receta de arroz con maíz que preparamos los puertorriqueños pero sustituyendo el arroz por quinoa. Me quedó deliciosa.

La acompañé con casabe, el cual preparé con mucho ajo, y con arepa de plátano (plátano majado, adobado, y frito como si fuera una tortilla). Esta arepa (o quizá se le puede llamar pan) de plátano sabe muy parecido a la piel crujiente, aceitosa y deliciosa de la alcapurria, pero tiene la apariencia de una cuca o galleta grande. La arepa de plátano es siempre un orgasmo a mi paladar. Yo he hecho pan hasta de yogurt, y mis panes nutritivos son una de las refutaciones mas vociferantes a la falsa doctrina de que el vegetarianismo es un estilo de vida aburrido.

También he usado la quinoa como relleno para hojas de espinaca. Las hojas de espinaca, en su forma natural, son enormes, tan grandes que pueden ser usadas a modo de tacos pequeños, o como cucharillas. Se pueden poner en ellas bocadillos (queso, quinoa, olivas, etc.) para crear una comida creativa que se come con las manos. Elegir un estilo de vida no violento y vegetariano requiere de este tipo de creatividad en la cocina.

A propósito de todas estas recetas vegans y vegetarianas, les invito a que visiten un blog que descubrí recientemente de cocina vegetariana llamado El Delantal Verde. Su autora, Elena, es una excelente chef vegetariana. ¡Buen provecho!

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