lunes, octubre 01, 2007

El hombre es la alegría del hombre

Joven era y caminaba solo
y confuso parecía en mis caminos
pero encontré a otro y rico me consideré,
pues el hombre es la alegría del hombre.
- Havamal, Estanza 47

Hace mas de una década empecé mis estudios de las runas, que son el oráculo que usaron nuestros ancestros escandinavos, godos, vándalos y de otras culturas del norte de Europa durante la edad vikinga y antes. En el proceso de profundizar este hermoso y rico don de nuestros ancestros y de Odín, el Dios sabio de la poesía y sabiduría, estudié una escritura sagrada nórdica conocida como el Havamal, o el Canto del Altísimo.

Para mi, todas las escrituras de todas las tradiciones espirituales tienen algo positivo que enseñar y dar. Eso explica como tuvieron vigencia y dieron vitalidad a la cultura que las parió. Pero el caso del Havamal es extraño porque los consejos que da son muy prácticos, quizá en mucho comparables a la sabiduría de Salomón y el libro de Proverbios en la Biblia, con poemas cortos y claros que dan consejos prácticos. Ambas escrituras, de hecho, alaban con frecuencia lo que llaman 'la riqueza de la Madre Sabiduría' (ver Proverbios 8). De modo que he aquí como dos culturas completamente distintas produjeron versos de escrituras paralelas.

El Havamal no es para todo el mundo: es solo para los funcionarios rúnicos, es decir, por medio de estas estanzas Odín nos entrena y educa para que seamos consejeros rúnicos y oraculares prácticos y eficaces. Odín nos utiliza para ayudar a las personas que necesitan guía, claridad y ayuda. Por eso en ocasiones el consejo que da el Havamal es algo mundano y aparentemente trivial, pero lo que sucede es que hay personas que en momentos de sus vidas necesitan escuchar que se les digan cosas que quizá nunca habían considerado. Algunas personas necesitan aprender a no confiar demasiado, a guardar secretos, a no dejarse usar ni manipular. Estas estanzas están otorgadas por Odín de manera que aprendamos, como funcionarios oraculares, a identificar las ocasiones en las cuales tenemos que dar consejos prácticos a los mortales en un mundo donde hay enemigos, personas con dobles intenciones, gente mala y abusadora, donde hay listos y tontos y el mundo pertenece al mas listo.

En medio de este paradigma, sobresalió en mi lectura del Havamal la insistencia en los buenos amigos y las buenas amistades. Ahora me doy cuenta de lo importante que es tener amigos de alta calidad, y apreciar a estos amigos, reconocerlos, celebrarlos. No hay joya mas preciosa que un buen amigo, un amigo buena onda, que nos quiera sinceramente, que nos llame y se preocupe por nosotros genuinamente, que sea una buena influencia en nuestras vidas, y en quien podamos contar a cualquier hora y para lo que sea. Son muchísimos los consejos del Havamál sobre la importancia de los buenos amigos: como distinguirlos, como honrarlos y celebrarlos (con intercambios regalos que den solidez a la amistad) y como, sin ellos, el ser humano es desafortunado y da lástima.

Primeramente, se nos explica que los verdaderos amigos son aquellos con los cuales podemos ser nosotros mismos y expresar todo nuestro ser cuando estamos con ellos.

¿Tienes un amigo en quien bien confíes,
para el cual deseas bien?
Comparte con el vuestra mente, intercambia regalos con el,
búscale con frecuencia.
- Havamal, Estanza 44

Te aconsejo, griota, acepta mis consejos,
serán tu bendición si los obedeces,
trabajarán tu bien si los ganas:
nunca seas el primero con tu amigo
en romper el lazo de amistad;
la preocupación consumirá tu corazón si no puedes expresar
toda tu mente a otro.
- Havamal, Estanza 120

Con vestidos y armas los amigos se alegrarán mutuamente,
así se comprueba uno;
pues los amigos perduran, si la suerte es justa
cuando dan y dan de nuevo.
- Havamal, Estanza 41

El intercambio de regalos fue aquí establecido en las escrituras como una señal de consolidación de amistad. También explican estos versos la tradición europea de sociedades de beneficio mutuo, que tanto aire de conspiración inspiran hoy. Son parte del sistema de fortalecimiento de la sociedad que los paganos nos dieron a heredar. Siempre han existido, desde la mas remota antigüedad, y su rol en la historia es imposible de subestimar.

Expresar toda tu mente a otro: eso es una clara señal de amistad. Eso no se hace con cualquiera, aconseja luego Odín en otra estanza: hay que elegir con mucho cuidado a quien se destapa lo que llevamos en el pecho. Pocos son dignos de tal desnudez. Un buen amigo no se consigue a diario, y cuando sabemos que tenemos un amigo, no le tomamos por dado: el Señor, por medio de su profeta escandinavo Odín, nos aconseja expresemos nuestro amor, confianza, cariño, agradecimiento y apreciación con actos concretos, intercambios de regalos, con la asociación frecuente, etc. La amistad, al tenerla, la hemos de cultivar.

Mucho que criticaron los cristianos la fe pagana de los vikingos, pero lo cierto es que pocas religiones dictan con tanta claridad que la amistad es sagrada, con protocolos claros, aunque informales, sobre como honrar a los buenos amigos.

La Biblia también da ejemplos de pactos o alianzas que consolidaron amistades entre amigos o tribus, como los amantes David y Jonatán, aunque con frecuencia era para mantener la paz, o para compartir recursos con otras tribus pacíficamente y sin problemas (como pozos de agua en el desierto). Proverbios 3:27 nos exhorta a honrar la confianza que sea puesta en nosotros cuando se nos pida un favor, y dice que no neguemos un favor si podemos hacerlo.

El Havamal, sin embargo, lleva a la amistad a un estatus santo. Estos pactos o convenios entre amigos, consolidados por medio del intercambio de regalos, son entre iguales, y basados en una camaradería y apreciación mutua. Se define claramente en el Havamal lo que es un buen amigo Y QUIEN NO LO ES - y no es solo alguien con quien compartimos un pozo sin conflictos, ni con quien pactamos para que no haya guerra entre ambos.

Hay compartir en amistad cuando el hombre puede expresar
toda su mente a otro;
nada hay tan vil como una lengua inconstante;
no es amigo aquel que solo alaba.
- Havamal, Estanza 123

El amigo no es quien dice ser amigo. Hoy, esta palabra se usa y se tira de aquí a allá liberalmente, sin que signifique mucho. No es malo decir que tenemos muchos amigos, pero en realidad son pocos los verdaderos amigos que tenemos, aquellos que nos conocen tal como somos, que siempre están ahí: es a estos que se refiere al Havamal. Con frecuencia, cuando leo las runas, los ancestros le recuerdan al querellante que tiene amigos que le pueden ayudar. Con frecuencia olvidamos que hay alguien siempre ahí, un amigo entrañable que es un recurso. Invariablemente, cuando doy estos consejos, es el amigo quien da la mano al querellante y lo ayuda.

Finalmente, un amigo es leal. Nunca se canta amigo nuestro mientras se alía con nuestros agresores, enemigos, o quienes nos desean mal, maltratan, hacen daño, o cuyos intereses son opuestos a los nuestros. He aquí la prueba de oro de la amistad.

Un hombre tendrá a su amigo como amigo,
a el y al amigo de el;
pero que se cuide de no hacer amistad
con el amigo de su enemigo.
- Havamal, Estanza 43

Es decir: los amigos de mis amigos son mis amigos, dice el Havamal. Y los amigos de mis enemigos, podrían ser mis enemigos, pero en todo caso aún si no me desean mal, no pueden ser mis amigos. Como en todo, el Señor nos aconseja discernimiento al momento de reconocer quienes son nuestros amigos. En el momento de dar consejos con las runas, son con frecuencia las malas asociaciones las que generan discordia, problemas y enredos. Los falsos amigos confunden y nublan la inteligencia de muchos querellantes, que buscan claridad de las runas porque no están seguros de quienes les rodean.

Quiero terminar con una nota agradable, sin embargo. Mi intención con esta entrada es recordarles que de vez en cuando es bueno recordar a los viejos amigos. Yo tengo amigos que, a través de las décadas, siempre los vuelvo a encontrar, amigos que a la hora que sea, sea para lo que sea, se que puedo llamar y que siempre van a estar ahí para mi. Eso es algo santo, sagrado. No hemos de tomarlo por sentado. Es importante, a veces, decirle a un amigo que lo amamos, darle las gracias, reconocer su contribución a nuestras vidas. Un amigo verdadero, de veras, es irremplazable.

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