lunes, octubre 29, 2007

El mal karma de comer carne

Conciente de la deficiencia de mi inteligencia, concentro mi atención en Pavana Kumar (Hanuman) y humildemente pido la fuerza, inteligencia y conocimiento verdadero para aliviarme de todas mis manchas que causan dolor. - de la oración Hanuman Chalisa

Esta semana estuve viendo un programa sobre los chimpancés que están siendo criados en la reserva natural de Gombe en Africa, bajo la tutela de la heroína del movimiento de la preservación de esta hermosa especie, Jane Goodall. Fue Jane Goodall quien por primera vez observó a los simios creando y usando herramientas, y fue ella quien por primera vez observó simios asombrados ante una hermosa cascada, expresando quizá un instinto numénico o extático al cual solo se le puede describir como espiritualidad.

El programa me llenó de tristeza al ver como la industria africana ILEGAL de cazar el chimpancé para comer su carne, ha dejado miles de miembros de esta especie huérfanos desde que son bebés, siendo rescatados casi milagrosamente, removidos de los brazos de sus madres muertas donde han pasado miedo, hambre y confusión, y luego teniendo que ser criados por madres humanas - si es que hay alguna dispuesta a vivir en una reserva y dedicarle todo su tiempo, día y noche, a un bebé chimpancé.

La pesadilla no termina ahí: el chimpancé bebé necesita muchísimo afecto. Los primeros dos años de su vida no sueltan a su madre, están constantemente en contacto físico con ella, y muchos no abandonan su proximidad física sino hasta cuando tienen mas de 6 años. El lazo con la madre dura toda la vida. Incluso, adultas que han tenido ya sus propios hijos han sido vistas llorando por la proximidad y el comfort de su madre luego de la muerte de un familiar o bebé. Si privar un bebé simio de su madre deja una marca imborrable, imaginen lo que es privar una generación completa de simios de sus madres. Ya son en evidencia los problemas sicológicos de estos adolescentes en las reservas: problemas de violencia, y la proyección de su afecto hacia otros simios de su misma edad, quizá para llenar el vacío que dejaron sus madres.

Además, en las reservas, el momentum evolutivo de la especie se podría perder por falta de mayores que enseñen su conocimiento tradicional a la nueva generación, como las técnicas para romper nueces o las técnicas de usar herramientas para sacar termitas de sus nidos. Eso es parte de una cultura simia, y solo por medio de relaciones con mayores se puede adquirir.

Los chimpancés solían ser mas o menos una población de un millón cuando Jane Goodall empezó a realizar su labor hace varias décadas, pero hoy solo quedan mas o menos 150,000 chimpancés, muchos de ellos en cautiverio o reservas naturales. Se estima que dentro de una generación, a causa de la deforestación, pérdida de hábitat y las incursiones humanas para suplir carne de simios, ya no quedarán chimpancés en la selva sino que todos estarán en zoológicos, en cautiverio, o en reservas como Gombe.

El chimpancé comparte entre el 98-99% de nuestros genes, de modo que comerlo es casi canibalismo. Es quizá la única otra especie que se sabe reír durante sus interacciones sociales, su vida social, emocional y sicológica es tan compleja como la nuestra, sus bebés parecen bebés humanos, y los sonidos que hacemos al tener sexo son idénticos a los suyos. Cuando mas salvajes y al natural estamos los humanos, es cuando mas expresamos nuestra naturaleza simia reprimida.

Mas allá del asqueante concepto de comerse un mono, que se parece tanto a los miembros de nuestra especie, me he puesto a ponderar sobre las repercusiones kármicas para nuestra especie, de destruir otra especie en peligro de extinción, sobre todo ahora que somos la única especie con la inteligencia y capacidad de salvar al chimpancé de la extinción.

Este artículo sobre los orígenes del VIH indica:

Studies suggest the virus first entered the human population in about 1930 in central Africa, probably when people slaughtered infected chimpanzees for meat. AIDS has killed more than 25 million people and about 40 million others are infected with HIV.

Fue en las primeras décadas del siglo veinte que la versión del virus del HIV que padecían los chimpancés, y para el cual habían desarrollado defensas, parece haber entrado en la corriente sanguínea humana y (siendo un virus sumamente inteligente) se adaptó genéticamente para poder atacar el cuerpo humano y vivir en el cuerpo humano. Del mismo modo que el humano es descendiente del simio, el virus de inmunodeficiencia humana es un descendiente del virus de inmunodeficiencia simia. En esta especie hermana se halla nuestro génesis y nuestro potencial apocalipsis.

Y fue por medio de la demoníaca industria de la carne simia que entró en el cuerpo humano el virus y se mutó para convertirse en un virus humano. Un virus normalmente no transmuta de un momento a otro, sino que es expuesto a nuevas circumstancias una y otra vez, hasta que logra el cambio adaptativo necesario para poder sobrevivir en su nuevo hábitat. En otras palabras, el consumo de carne de simio sucedió por generaciones antes de culminar en la adquisición del VIH por el ser humano.

En Africa, hay naciones donde entre el 33% (Sud Africa) hasta el 40% (Rwanda) de la población es seropositiva. La generación mas productiva (entre los veinte y cuarenta años) ha casi desaparecido en Rwanda, dejando ancianas cuidando docenas de huérfanos solas, en sociedades donde la clase productiva casi no existe. Es decir, las viejitas que tienen diez hijos ajenos que cuidar, y que son casi las únicas sobrevivientes, no pueden a la vez ser maestras, carpinteras, taxistas, etc. La sociedad no puede funcionar de un modo normal, sino que se buscan el pan como pueden y tienen que vivir en sociedades disfuncionales e incompletas.

Entonces, ¿no es irónico que por causa de destruir la continuidad entre las generaciones de los simios, los miembros de la especie humana en Africa se encuentran en el mismo paradigma? Eso es karma. Nada menos. Es la Madre Naturaleza enseñándonos que para ella, las vidas de estos seres es tan preciosa y valiosa como las nuestras.

Tales son los caminos de todo el que se beneficia por la violencia: que quita la vida de sus poseedores. - Proverbios 1:19

Muchos arguyen que el VIH surge del mal uso de la energía sexual, lo cual también puede ser cierto, pero originalmente este paradigma surge a partir de la industria de la carne de simio, que ha llevado a esa especie al borde de la extinción. Si no fuera por Jane Goodall, esta única mortal compasiva, quizá ya no quedarían simios.

En el Hinduismo existen nombres y aspectos de la Divinidad no solo en forma humana y divina, sino que hay Deidades que rigen las evoluciones de otras especies, lo cual solo hace sentido. En mi tradición vaishnava hay un dios llamado Hanuman, el heroico Dios mono, que personifica la devoción y la diligencia, el servicio a Dios y a la creación entera.

Hanuman fue el mono y siervo del avatar, o encarnación divina, Rama. El Señor Rama encarnó hace seis mil años en la ciudad de Ayodhya para mostrar a los miembros de nuestra raza como tener relaciones santas: ejemplificó el ideal en todas sus relaciones, fue el rey ideal, el esposo ideal, el amo ideal, el hermano e hijo ideal, etc. En su amorosa relación con Hanuman, nos muestra como tratar a las otras especies.

Cuenta el Hanuman Chalisa, una canción devocional a Hanuman, que en un momento tierno del Ramáyana, Rama abraza a su siervo Hanuman diciéndole: "Amigo, yo te amo igual que a mi hermano Lákshmana". Imaginen que Jesús el Cristo hubiera dicho esto a un inteligentísimo chimpancé mascota mientras lo abrazaba con un genuino amor y agradecimiento, y entenderán la ternura que despierta esta escena en los devotos y el buen ejemplo que dio Rama sobre como debemos tratar a los animalitos, no como inferiores ni como bestias sino como entidades vivientes capaces de amar y completamente dignas de ser amadas.

Las historias de la épica sagrada del Ramáyana se usan en India para sembrar valores humanos en los pechos de los niños, sus escenas son el equivalente a las historias de super héroes en occidente, a las caricaturas, excepto que en India los niños creen que Hanuman es, literalmente, un Dios que los protege, un super héroe real que les ayuda a sacar buenas calificaciones en la escuela y que les da el ejemplo de como obedecer a sus padres y servir a la sociedad. Se dice que Hanuman llora de amor cada vez que escucha a los devotos cantando con amor el nombre santo de Rama, y sus devotos tratan de ganar su favor cantando los nombres de Dios. Es como si, para recibir el favor de la Virgen, nos pusiéramos a cantar los nombres de Jesús. Entonces, los efectos santificadores del culto a Hanuman son muchísimos, y con la gracia de Hanuman los niños aprenden a construir su carácter desde muy temprana edad.

Hanuman simboliza la capacidad de servir a Dios, aún si nuestras cualidades bestiales o animales están muy desarrolladas. Aún si somos inquietos e incapaces de sentarnos a practicar yoga por mas de tres minutos, por medio del servicio podemos agradar a Dios y purificarnos por medio del seva, o servicio a toda la creación.

El super héroe Hanuman nos ayuda a entender que todas las entidades vivientes poseen almas, que todas evolucionan siguiendo lineamientos espirituales apropiados para su propia naturaleza. Un perro que ayuda un hombre a pastorear sus ovejas puede evolucionar y ennoblecerse por su trabajo digno, tanto como el hombre. Un perrito que guía a un hombre ciego, en mi opinión, no es menos que un ángel encarnado. Una simia que, con una reserva de infinita paciencia, cría a su hija y le enseña como cazar termitas, como conseguir comida, y le da amor y protección a través de los años, posee cualidades idénticas en todos los respectos a una madre humana. Este ideal de la madre simia ha sido encarnado en la dulce madre de Hanuman, Anjana.

En India, a los simios les hacen funerales, los creman y oran por ellos como se ora por un ser humano. Incluso en el Ramáyana, el mismo Señor Rama presidió sobre el funeral de una lechuza. Este modo de sentir compasión por otra entidad viviente no existe en otras culturas, excepto en el antiguo Egipto. Una vez la tuvimos, pero se ha perdido, y en el mundo moderno los humanos usualmente se limitan a expresar empatía por animales muertos cuando se trata de sus mascotas, casi siempre gatos y perros. Si hasta los elefantes observan funerales por sus parientes difuntos, ¿que de raro puede haber en observar el pasaje de los miembros de otras especies, almas que, ahora sin cuerpos, podrían transmigrar a la especie humana o a cualquier otra? ... porque el alma no tiene especie.

Entonces, invito a mis lectores a mirar a los animalitos inocentes e indefensos con nuevos ojos. A no limitar sus actos de justicia social y de compasión a los miembros de nuestra especie.

El humilde sabio, por virtud de su verdadero conocimiento, ve con igual visión al erudito y manso monge, a la vaca, al elefante, al perro y al paria (desposeído). - El Señor Sri Krishna, en el Bhagavad Gita 5:18

1 comentario:

irene dijo...

hola hace nada mas que 3 dias decidi definitivamente sin vueltas atras ser vegetariana ,no comer nada que tenga ojos no se, me impresione y repentinamente lo decidi, tengo casi 30 años!!!....lamento haber ayudado a la demanda de matanza....
practico el budismo de nichiren daishonin,y tengo una ideologia bastante primitiva ,creo en otras vidas y se que no estoy tan errada,sinceramente me falta ocupar un lugar de accion para promover mis ideas.
me gusto mucho la informacion que aportaste... muy interesante,gracias!