martes, octubre 23, 2007

"Un año de vivir bíblicamente"

Los que leen mi blog saben ya que me he dado a criticar severamente los absurdos de la Biblia, como el mandamiento de apedrear a las adúlteras, cuando los hombres pueden tener muchas esposas, y sexo no consensual con sus esclavas. También soy dado a alabar a Yeshua por romper la tradición al enseñar la no violencia y enseñar valores familiares no tradicionales.

La Biblia, en general, es para mi una caja de sorpresas llena de absurdos, leyes inaplicables, obscenidades, insultos a mi inteligencia, supersticiones y disparates. Es un libro que está 90% obsoleto. No la puedo leer con reverencia, sino solo con un ojo crítico. De hecho, el nombre mismo de la Biblia nos explica parte de su idiosincracia: comparte raíces semánticas con Babel, e implica un intento de construir algo que culmina en confusión.

Pero he aquí que un hombre de ascendencia judía, criado en un hogar completamente secular, ha decidido vivir un año entero siguiendo literalmente la Biblia, al pie de la letra en todos sus detalles, no para demostrar nada en específico sino para escribir un libro comédico titulado "Un año de vivir bíblicamente".

A penas lo compré, y ya me he empezado a reír de los absurdos. No se cortó el pelo o la barba en todo un año (tal y como ordena Levítico), vistió solo blanco, llegó brevemente a ser pastor (de ovejas, literalmente) en Israel y a sacrificar animales, y su lista de fotos con barba es bastante risible. Muestra las fotos desde el comienzo, y como lentamente se fue transformando y pareciendo mas y mas a un talibán.

Bromea sobre sacrificar a su hijo Jasper (como Dios le ordenó a Abraham), y en serio parece haber tirado piedras a las adúlteras, pero no he llegado a esa parte aún. Esperen mi comentario completo sobre el libro una vez lo termine de leer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He leido sobre ese libro y el autor que se declaraba agnostico, había decido dar tras la experiencia, una educación cristiana a su hijo. Ya nos contaras cuando lo acabes.

Hiram dijo...

El autor no era cristiano, era judío y quería criar a su hijo judío.

Mientras leí el libro me reí mucho y lo recomiendo, pero también el autor confiesa que padece de una condición llamada 'desorden obsesivo compulsivo', lo cual explica muchas cosas sobre su adhesión a las leyes bíblicas.

De modo que sale a relucir que el autor padece de un tipo de sicosis en la cual es muy meticuloso y detallado, a un punto obsesivo, y que fue debido a ese desorden sicológico que pudo no solo seguir todas las leyes incluso las mas triviales de la Biblia, sino que también su previo libro fue un comentario sobre su estudio, letra por letra y palabra por palabra, de la Enciclopedia Británica.

He leído que algunos obsesivos compulsivos cuando comen sopa de alfabeto tienen que tener las letras en orden :-O y otros cuando limpian la casa lo hacen hasta que no ven que queda una sola mota de polvo. También he conocido personalmente personas que padecen de este desorden y es muy triste, algunos no pueden dejar de hablar y la gente los tiene que callar, o simplemente los ignoran, no pueden tener relaciones y vidas normales.

Creo que el libro, aunque cómico, muestra también la disfunción no solo de los autores de la Biblia sino de los que se adhieren a ella. Solamente una persona obsesiva compulsiva puede creer que Dios se enfurece, por ejemplo, si la gente mezcla dos tipos distintos de telas en su ropa, como dice Levítico, o si se cortan el cabello.

El libro es muy pero que muy bien recomendado, se va a reir de principio a fin.