miércoles, octubre 31, 2007

Feliz Halloween!

En reconocimiento de la ocasión festiva, quiero felicitar a todas las brujas y wiccanas que lean mi blog en este día de Samhain. Y también en observación de la noche de todos los difuntos, quiero compartir en este blog una entrada concerniente a la reverencia a los ancestros y a nuestra relación con aquellos que han abandonado sus cuerpos, los difuntos, sobre todo los de nuestra familia.

"Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da." - Exodo 20:12

Siento la necesidad de hablar sobre reverencia a los ancestros ya que ha sido parte de mi propia práctica y me ha traido tantas bendiciones. Casi todas, si no todas las religiones, enseñan esto. Con frecuencia, los que recuerdan a sus difuntos son la única voz que algunos de nuestros difuntos amados tienen en este mundo si quieren expresar su preocupación por el bienestar de otro ser amado, o ayudarle. ¿Como podemos mediar efectivamente entre los mundos y reconciliarlos si no desarrollamos este aspecto de nuestra espiritualidad? Como enseña la fe bahá'í, nuestra relación con los difuntos es de intercesión MUTUA.

Muchas religiones modernas se llenan la boca diciendo que la familia es sagrada, pero no honran a sus ancestros. ¿De que les vale hablar de valores familiares, si han olvidado el lazo santo que los unió en vida con sus difuntos? El verdadero sentido de los valores familiares incluye reverencia tanto a los padres y abuelos como a los ancianos de la familia y los ancestros. De hecho, en el Bhagavad Gita 1:40-1 se da a entender que hacer ofrendas a los difuntos y orar por ellos periódicamente es un deber de todo devoto del Señor, mantiene las familias unidas y ayuda a preservar las tradiciones familiares.

Nuestros ancestros nos dieron nuestra lengua, nos educaron e hicieron quienes somos, se sacrificaron y trabajaron duro para darnos desde niñ@s lo que fuera mejor para nosotros, ofrecieron las nobles libaciones de sudor y el trabajo de sus manos por nosotros, y gracias a ellos estamos aquí hoy. Por lo tanto, hemos de honrarlos y enorgullecerlos en todo lo que hacemos: en nuestras vidas profesionales y académicas, nuestras relaciones y familias.

Esta conección sagrada con los difuntos de la familia se celebra en las tradiciones de reverencia ancestral a través del mundo. Algunos de sus beneficios son: fortalecen la comunidad, son fuente de apoyo e inspiración para el aspirante espiritual, traen una importante perspectiva a nuestra visión del mundo, nos ayudan a ser mas genuinos y fieles a nosotros mismos y a redescubrir dones olvidados o heredados, nos hacen mas fuertes mientras aprendemos a conocernos a nosotros mismos de nuevas maneras. Mi propia relación con mi abuela me ha puesto los pies en la tierra y me ha dado fuerza en momentos de dificultad.

Para entender la naturaleza de nuestra relación con nuestros ancestros, es importante que entendamos que las almas viajan juntas. Los ancestros han estado con nosotros vida tras vida, nos hemos dicho muchos adioses, y algunos de ellos ni conocemos porque no están con nosotros ahora pero lo han estado en el pasado, en previas vidas, pero su amor y protección son gratuitos y están siempre disponibles para nosotros.

Imaginen esto: si abandonan ustedes sus cuerpos, ¿no orarían desde el cielo por sus seres amados? ¿No querrían el bien de ellos y, si se les da la oportunidad, no intervendrían en momentos cruciales para salvarlos o asistirles, sin importar donde estén? Ellos nos han amado vida tras vida, nos amaron antes de nacer y nos continuarán amando desde la vida venidera. Solo que no los vemos ahora (usualmente), pero hay tanto amor ahí, y cuando invocamos ese amor y protección que nos es dado liberalmente, y poco a poco cultivamos nuestro jardín ancestral, llegará el momento en que no nos sentiremos solos, estarán en nuestros hogares y tras nosotros siempre protegiéndonos. Esto es un hecho verdadero y tangible. Ningún otro espíritu, deidad u oricha intervendrá tan efectivamente y con tanto amor y rapidez como los ancestros de uno, siempre son los primeros en tomar interés en nosotros cuando estamos en necesidad y son siempre los primeros y principales en hablar a través de las runas y otros sistemas oraculares, cuando nos consultamos.

A pesar que le llamamos reverencia ancestral, esta reverencia no es el tipo de adoración donde uno se postra ante un muerto. La reverencia ancestral es un esfuerzo de preservar las conecciones sagradas de sangre y amor que mantienen unidas a las familias y comunidades. No es adoración servil, sino que consiste de dar honor y orgullo a los que vinieron antes de nosotros. Así, se ennoblece el carácter.

No se si sea esto universal o si tiene que ver con el hecho que la sociedad occidental es tan materialista, pero mi impresión es que los ancestros dan mucha importancia a los bienes materiales, algunos de ellos mas que otros. Es mi experiencia que al leer las runas cuando se hace referenca a los mayores o ancestros que 'hablan' a través de ciertas runas, con frecuencia hablan de dinero o asuntos de herencia. Hace sentido que los que dieron tanto para traernos aquí y nos criaron y nos dieron la mejor vida que pudieron, se interesen en nuestro bienestar material.

La reverencia ancestral no es reverencia de deidades celestiales y alejadas. Es terrenal y orientada hacia la comunidad. Nuestros ancestros generalmente quieren que tengamos un trabajo 'decente' (cada individuo, familia, clan y tribu define 'decente' a su modo), que generemos un ingreso 'decente' y tengamos un buen nombre y reputación. Quieren que prosperemos y tengamos éxito, y si pedimos su asistencia nos pueden proveer con su ayuda para lograr lo que querramos.

Con frecuencia les concierne también la preservación de nuestra cultura, preservar ciertos valores y modos de vida que son únicos a nuestro grupo étnico o familia. Este elemento fortalece nuestra conección con el pasado de nuestra familia y ha inspirado a muchos afroamericanos, por ejemplo, a buscar sus raíces y aprender de donde en Africa surgieron sus ancestros. Este proceso sanador de encontrar nuestras raíces, seamos negros, hispanos, europeos o asiáticos, también neutraliza un poco el aislamiento asociado con vivir en sociedades donde nuestras comunidades y familias ya no realizan el rol que hacían antes. Nos da una fundación mas sólida y un sentido de identidad mas sano y fuerte, y conección con nuestro Yo enraizado en los ancestros, y nos provee de una sana participación en la siquis colectiva, lo cual fortalece al individuo.

Los beneficios espirituales y otros que nacen de las tradiciones ancestrales son muchos, pero en una cultura secular donde hemos cortado con nuestras tradiciones ancestrales, solo puedo sugerir que cada persona explore lo que significa esta reverencia para ellos. Evite derramar libaciones por ancestros que 'necesiten luz' porque vivieron vidas violentas, estuvieron en relaciones abusivas, usaron drogas, etc. Es apropriado enviarles luz, encender velas blancas para enviarles a ellos luz. Solo derrame libaciones por los que murieron muertes naturales, preferiblemente luego de vivir vidas largas y productivas, y por aquellos que eran los mas sabios y virtuosos en la familia. Pero, ore por todos, para que sea la luz y la paz con ellos.

Lo mas probable es que vamos a encontrar mucho sufrimiento ancestral en nuestro trabajo al cuidar el jardín ancestral, a veces este dolor está esperando aún ser reconocido verbalmente y puede ser como una inundación terrible de emociones. Quizá no estemos equipados o emocionalmente preparados y capaces de trabajar con esto, lo cual es aceptable. Siéntalo cuando esté preparado, exprese su amor por esos seres, envíe luz a ellos con una vela (para los ancestros, siempre ha de ser blanca), y entienda que esto es perfectamente normal. Permítase conocerles, con todos sus dolores y alegrías. Esto le acercará a ellos.

Modos de honrar a los difuntos

Debido a su misma naturaleza, la reverencia ancestral es única a cada cultura y a cada familia. Sin embargo, hay ciertos patrones que se ven a traves de las culturas. Comparto aquí algunos de los mas visibles, pero esto no es una lista completa de estas tradiciones y cada aspirante debería comenzar haciendo un estudio independiente de sus ancestros.

Los chinos y japoneses que aún siguen tradiciones ancestrales se unen como familia durante festivales anuales para honrarlos. Estos eventos mantienen las familias unidas. En los altares familiares, se guardan tablas que contienen los nombres de los ancestros, a veces los nombres se añaden en lazos que penden de la tabla y que se pueden ir añadiendo mientras los familiares van abandonando sus cuerpos. Estas tablas se consideran sagradas y ante ellas se ofrece incienso, ofrendas y oraciones.

Fue quizá en Egipto antiguo donde la reverencia a los ancestros evolucionó en el culto mas elaborado de todos, y algunas tradiciones africanas modernas parecen haber adquirido ideas de ellos, o al menos compartido raíces con los egípcios. No entraré en todos los detalles sobre el culto a los akhu (en lenguage kemético, estos son los 'brillantes' o 'resplandecientes', y es así como llamaron ellos a los difuntos), solo daré los conceptos básicos. En Egipto, los difuntos o akhu se creía iban al cielo, donde eran incorporados como una estrella y así nos velaban desde el cielo. Es muy apropiado imaginarlos así, como estrellas que nos protegen desde el cielo.

En Kemet se creía que al morir, el difunto casi siempre se volvía un akhu y era digno de reverancia por los vivos, ya que el ka (alma o doble) permanecía en la Tierra para asistir a los vivos que quedaron atrás en la familia y comunidad. Pero este ka dependía del amor y atención de los vivos para ser eficaz aquí, por lo que era alimentado a diario para mantenerlo fuerte y que pudiera tener el poder para asistirnos en caso de que lo necesitemos.

Si el nombre de una persona era olvidado tras morir, su ka moría también y aunque su existencia eterna en el reino de los muertos, el Oeste, no era afectada por esto, el poder para influenciar asuntos aquí era limitado si se permitía que su ka o impresión muriera porque era a través de su ka que actuaba en este plano. Los nombres eran por lo tanto de gran importancia, y parte del servicio diario a los akhu consistía en repetir los nombres de los benditos difuntos en la familia de uno para evitar que fueran olvidados y muriera su ka, que es como decir la impresión que dejaron, incluyendo el amor que dieron. Sacerdotes epecializados eran pagados por familias ricas que no tenían suficiente tiempo para el culto a los akhu, para el trabajo diario de alimentar y repetir los nombres de sus ancestros. Inscripciones jeroglíficas podían mantener los akhu mágicamente vivos a través de la preservación de sus nombres escritos. En la santería moderna aún se practica esto, se moyuban (saludan) los ancestros en orden cronológico, comenzando por los mas recientes y culminando con los mas antiguos.

Rituales funerarios elaboradísimos fueron creados para preservar el cuerpo para que el ka pudiera tener una casa terrenal, y agua fresca era ofrecida a los difuntos, a veces en sus tumbas, o a veces en altares en el hogar, para refrescarlos. Así, se ganaba su favor. También se les ofrecían asistentes mágicos, llamados 'ashebti' (contestadores) que eran representados como pequeñas figuritas que eran traídas a la vida mágicamente por sacerdotes funerales especializados para que pudieran contestar a los difuntos y servirles por toda la eternidad. La reverencia a los akhu era basada en temor en parte, y en amor en parte. Un akhu hambriento o desgraciado era capaz de gran destrucción según las creencias populares.

El Día de los Muertos, o de los Difuntos (1ro de Noviembre), honra a los que se han ido con reuniones familiares festivas, y altares coloridos repletos de flores y regalos. Estos altares son conocidos como ofrendas. Son recordados con altares coloridos en México, sus platos favoritos son servidos, se incluye dulces, mucho licor, chocolate, etc. La creencia es que, al igual que el festival wiccano de Hallowe'en o Samhain, es esta noche en que la frontera entre los dos mundo se vuelve borrosa y las ánimas viajan al mundo de los vivos a visitarnos, y está en nuestros mejores intereses que les seamos hospitalarios ... parece apropiado que la temporada del otoño que se caracteriza por el decaer, la inercia, y el incremento de la oscuridad en el hemisferio norte, sea dedicada a los difuntos y a reconocer la muerte como parte del ciclo de la vida.

Los afroamericanos, como respuesta a una profunda necesidad y sed espiritual de tener sus propias tradiciones ancestrales tras haber sido robados de Africa y negados su verdadera herencia cultural, han creado su propio equivalente no-consumerista de los festivales de solsticio de invierno que conocen como Kwanzaa, 'Primeras Frutas de Cosecha'. Es una celebración alegre, exhuberante y colorida de los ancestros, los niños, las artes y la comunidad. Los niños reciben regalos, se dan libaciones a los egún o difuntos, y la cultura se celebra, se continúa, se revitaliza y renueva.

Estas tradiciones son importantes porque fortalecen tanto al individuo como a la comunidad, y hay una necesidad sicológica de ellos, lo cual explica porque son tan universales. Todos necesitamos asociarnos e identificarnos con los nuestros.

Un altar para los benditos difuntos

En las tradiciones paganas, el Oeste se asocia con el reino de los muertos, en parte porque el sol muere en el oeste, y luego retorna por el este con la promesa del retorno a la vida y rejuvenecimiento. Otra razón es que los antiguos imaginaban que el Oceano Atlántico terminaba en un abismo y luego lo que había era el reino de los difuntos. Por todas estas razones, los egípcios llamaban este reino de Osiris, rey de los difuntos, simplemente 'el Oeste'. Es por eso que el altar a los ancestros debería estar en el oeste, que tiene asociaciones mágicas con ellos.

En algunas tradiciones, hay una deidad que se cree tiene las llaves de ese mundo. Kali es la diosa del crematorio en India, Hela es la Reina del Hel de los escandinavos que era un lugar de frío y descanso, en la Santería es Oyá quien tiene las llaves del cementerio. En el Vudú, se tiene a Maman Brigitte, que también existe en la religión céltica y wiccana como la diosa Brígida, y en el catolicismo como Santa Brígida. Dependiendo de su origen étnico o afiliación religiosa, debería quizá incluir un símbolo de la deidad apropiada para facilitar el trabajo con los ancestros, y estudiar en que consiste el culto a esa deidad. En las familias que adoran juntas, se puede incluir en el altar ancestral las deidades que se comparten, como la Virgen de Guadalupe (la madre de México), el niño Jesús o los Santos Reyes (muchas familias puertorriqueñas, como la mía, le tienen votos ancestrales a los Reyes). Los negros de Marruecos le tienen reverencia a Bilal, que fue el primer imam negro de la religión musulmana, y muchos afrolatinos reverencian a San Martín de Porres. En fin, cada cultura, aldea, ciudad y grupo tiene sus santos y patrones.

Otro consejo que me dieron mis ancestros: "mira los nombres de tus familiares, tíos, abuelos, etc. incluso de las nuevas generaciones." Los nombres son poderosos cargadores de aché o vitalidad heredada. A veces los niños reciben nombres de ancestros, o la madre al estar preñada intuye el nombre que es en realidad un mito ancestral que le habla a esa persona, usualmente de la mitología religiosa o cultural de la familia. Muchas claves sobre los espíritus que guían a la familia existen en los nombres de sus miembros.

Otras actividades a explorar son: visite los lugares donde vivieron sus ancestros, a veces un olor viejo puede despertar muchos recuerdos que se hallaban enterrados en el inconciente. Involúcrese en artesanía tradicional, escríbales poesía (los antiguos les escribían cartas), permita que su creatividad florezca y escriba las historias que les cuentan sus familiares, particularmente los mayores. Cada familia tiene sus propios mitos ancestrales, leyendas, y folklor que es rico en imaginería que le habla a esas almas de un modo único. Quizá encuentre ahí bendiciones, inspiración, claves, y hasta una experiencia de cierta cualidad numénica ancestral donde menos la esperaba. Abra su mente, y recuerde que todo mito evoluciona de algún lugar: alguna alma in-spirada (en-espiritada) lo conjuró de sus profundidades.

La idea de coleccionar los mitos ancestrales tiene también usos sicoanalíticos: Carl Jung fue quien primero hizo ineludible la existencia del inconciente colectivo de las familias, tribus, naciones, y de toda la humanidad. Los mitos ancestrales ayudan a entender mejor las dinámicas y relaciones familiares, porque en ellos se ven los arquetipos que se constelan en la siquis colectiva y que gobiernan todas las interacciones sociales y personales. Por ejemplo, en la Biblia se ve una y otra vez el tema del hijo favorito, y de los hermanos celosos (Isaac e Ismael, Jacob y Esaú, la vendida de José a la esclavitud por sus hermanos, etc.) y todos los enredos y problemas que generó esta dinámica una y otra vez en esas familias. Es claro que los judíos heredaron cierto complejo sicológico con respecto a sus familiares y vecinos, cierto perfil, que padecían (y muchos padecen aún) de cierto complejo de predilección y que las madres judías tienen una tendencia a prolongar este complejo. Es un tema digno de un libro entero, pero el punto es que en todas las familias, tribus y naciones hay temas, mitos, dramas intrasíquicos que se siguen repitiendo a través de muchas generaciones por causa de los arquetipos que se constelan en el cielo compartido de ese colectivo.

Propongo que nuestra conección con los ancestros sea explorada al principio con oración y ofrendas de incienso y agua fresca, para que sean refrescados, presentadas en un sencillo altar. Esto es llamado por los haitianos en lengua kréyol "un sévis" o servicio a los ancestros. Los mayores en la santería aconsejan que este altar debe llevar un mantel blanco. Tablas ancestrales o árboles familiares con los nombres de los difuntos de la familia pueden ser colocados en el altar, con otros objetos pertinentes a seres particulares, reliquias y fotos. Nunca ponga fotos de seres vivientes en su altar ancestral - los vivos y los muertos han de tener espacios separados, y las tazas o platillos usados para los ancestros han de ser usados solo para ellos. Ofrezca comidas culturalmente apropiadas, agua fresca, flores, agua florida, perfumes que les hayan gustado y otros regalos, y en ocasiones especiales oiga la música que los viejos oían. Esto lo hago a veces cuando cocino comida tradicional.

En Asia y partes de Africa, incluso Egipto Antiguo, y Cuba y otros lugares, los piadosos saludan a diario los nombres de sus ancestros comenzando con los que murieron mas recientemente y trazando el linaje tantas generaciones como sea posible. Es solo apropiado invocar a los que son relativos de sangre o de familia, incluyendo a l@s tí@s, etc. Yo luego saludo aquellos cuyos nombres no conozco, y oro por que sus espíritus sean refrescados, que estén en paz y en la luz siempre.

Con frecuencia comparto el aliento con ellos como hacían los indígenas a través de la fuma de tabaco en su honor mientras los saludo - práctica conocida como cojoba (aunque a los tabacos hoy también se les ha venido a llamar cojoba, pero originalmente la cojoba era el nombre del sacramento taíno). Se supone que esto es una práctica muy auspiciosa, los espíritus parecen apreciarlo -por la razón que sea- y ha sido incorporada en las espiritualidades africanas en el Caribe y Latino América.

En la santería se acostumbra decir 'Moyuba __ , moyuba y bendición' al saludar cada nombre. Moyuba significa 'yo saludo' a tal persona en lengua lucumí. Luego del saludo se le pide la bendición al ser amado.

Se puede derramar libaciones de agua, cerveza, ron, o cualquier otro líquido que invigoriza. Ron claro o ginebra dan fuerza y alegría y se usan con frecuencia. De nuevo, recomiendo licores apropiados al espíritu y la cultura en caso. Las libaciones a los ancestros con frecuencia se dan a la tierra, tanto en tradiciones africanas como clásicas europeas porque los minerales, agua, y otros elementos que componían sus cuerpos fueron reincorporados al planeta luego de morir. Tales libaciones se ofrecían al final de los misterios de Eleusis en Grecia Antigua, y en el Havamal, Odín sugiere se de cerveza a la Tierra, de modo que la tradición de ofrecer libaciones es tanto europea como africana.

El agua les refresca, y es usada en la santería, espiritismo (kardeciano), y hasta en las pinturas de las tumbas de Egipto antiguo vemos a los piadosos ofreciendo libaciones de agua a los ka de sus ancestros para refrescarles. Es una práctica bastante universal: el agua no ha de ser muy caliente ni muy fría, sino fresca y es lo menos que podemos hacer por un ser amado al fallecer y periódicamente, al menos una vez a la semana, por todos los ancestros.

En la tradición kardeciana, el agua se mantiene en vasos claros en el altar ancestral. Se usan siete o nueve vasos en lo que se llama la bóveda espiritual . Por costumbre, el agua es cambiada cada tres o siete días. No debería estar destilada, y debería ser lo mas natural posible. Los espiritistas dan distintas explicaciones para estos vasos: distintas etnicidades o tipos de espíritus. En lo personal, se que algunos usan solo un vaso de agua, pero añaden otros si Eshu o los ancestros se lo piden. El agua tiene propiedades que absorben, es receptiva y contiene y transmite energías emocionales y síquicas.

Siempre separe los espacios reservados para los vivos y los muertos. Esto es importante. En las botánicas se consigue una tiza blanca llamada efún que se usa para marcar la frontera entre el altar ancestral y el espacio externo, con solo trazar una raya alrededor del altar. Solo trabaje con sus ancestros dentro de el espacio dedicado al altar. Déles su tiempo y espacio a diario, y tenga el suyo también, pero que no se apoderen del espacio de los vivos.

Con el tiempo, si cultiva su jardín ancestral, encontrará que una abuela olvidada será quien le escuche cuando necesite alguien con quien hablar, se sentirá guiado y asistido en las dificultades o en tiempos de confusión, verá que fue protegido en situaciones donde había creído estar solo, recibirá llamadas de seres amados que necesitan escuchar algo que usted tiene que decir, y tendrá sueños que le proveerán una perspectiva que no había considerado. Todo esto es muy espontáneo, solo hay que notarlo. Sentirá una conección con ellos, empatía, a veces sentirá sus abrazos que nos envían desde el oeste. La relación con los ancestros es una relacion que no termina cuando parten. Simplemente se transforma.

Notas:

El siguiente enlace concierne las bóvedas espirituales, las cuales suelen servir de altares ancestrales en Latino América, y los ofrezco solo para darles ideas sobre como formar el suyo propio:

El de una omo-Yemayá
El Dia de los Muertos * Colorido festival mexicano a los difuntos

1 comentario:

Francisco Joaquín Marro dijo...

a pesar de que en mi pais hay una propaganda nacionalista contra la parafernalia ludica de la fiesta norteamericana, ésta ha arraigado mucho.... por otro lado, la tradicional "fiesta d etodos los santos" se sigue celebrando en provincias; yo siempre pense que los disfraces sirven para crear un mundo distionto d ela realidad y permitir a los muertos vovler, algo asi como instaurar la sinrazon en el mundo para que el "otro mundo" se hiciera presente.... tu articulo esta muy bueno,