Los Edenes

"Mi reino no es de este mundo" - Yeshua

Hecho 1:
Los hijos de los Elohim (=Dioses), se mencionan así mismo, en plural, en Génesis 6: ellos descendieron a la Tierra y se mezclaron con las hijas de los hombres en la remota antigüedad.

Hecho 2:
El profeta Enoc (cuyo libro es parte de la Biblia de la tradición etíope ortodoxa, pero no de la romana) menciona viajes a otros planetas en naves celestiales, a través de casi todo su libro. Ha sido identificado con Hermes Trismegistos.

Hecho 3:
Luego, en Mateo 13, Yeshua hace referencia a los Jardineros, que son los que sembraron la vida en este planeta, la cultivaron y la van a cosechar cuando ya no sea sostenible aquí en este planeta, que es visto como un jardín por ellos. Es por la influencia de ellos que los antiguos llamaron en las escrituras 'jardín' a la Tierra original. Jesús, al explicar esta parábola, les llama ángeles en este capítulo de la Biblia.

Hecho 4:
La inseminación 'milagrosa' (artificial) de María y la de Sara dan la impresión, si es que sucedieron de veras, de que han de haber sido intervenciones de ellos en la genética de nuestra raza. De hecho, esto explicaría la insistencia de las profecías en que David fuera rey en lugar de Saúl y de que el mesías hubiera tenido que ser descendiente de David, como si la configuración genética del rey David hubiera tenido alguna peculiaridad y afinidad con lo que fue sembrado en esta raza cuando el Cristo apareció.

Hecho 5:
En el Ramayana, que es una épica religiosa hindúa, se intima que tanto el Señor Rama (una encarnación crística de hace seis mil años) como sus dos hermanos Lakshmana y Bharat, todos fueron inseminados artificial o milagrosamente. El Ramayana declara que 'los Dioses' (¿los mismos Elohim?) incluso visitaron las bodas de Rama y su esposa Sita cuando se casaron en carrozas celestiales: ¿Porqué razón seres de otros mundos van a visitar una boda de un príncipe terrenal? Normalmente un viaje así se hace para bodas de relativos. ¿Será que Rama era genéticamente de otro mundo?

Hecho 6:
Luego Krishna, que apareció hace cinco mil años, cuando estuvo recién nacido, terminó por una serie complicada de eventos en manos de Yeshoda, que era claramente su madre adoptiva y no biológica. No está muy claro de donde vino aquel niño, y se le pinta en el arte devocional con piel azul aunque los shastras (escrituras) hablan de un color como de nube oscura. Lo que sí queda claro es que su color de piel era oscuro y tan peculiar que incluso su nombre se deriva de su color de piel, y se le llama Shyam (oscuro). Si su piel era verdaderamente de un color parecido al azul, y su belleza tan trascendental como parece haber sido, ha de haber sido fácil entender como fue adorado en vida como un Dios y como pudo haber sido un niño de otro mundo que fue traído a la Tierra de un modo 'milagroso'. Entonces, hay un patrón de este tipo de actividad con las encarnaciones crísticas.

Tenemos además la mención de que 'ángeles' asistieron a Yeshua durante su ayuno en el desierto (y Yeshua dijo claramente que estos ángeles eran los Jardineros), y que también anunciaron su nacimiento a María y lo visitaron mientras lloraba en el Monte de Olivos. Habiendo resumido todos estos hechos, que solo rayan la superficie de la evidencia escritural en las religiones del mundo con respecto a las encarnaciones crísticas, se hace evidente que ha habido una intervención clara en la humanidad por seres de otros mundos, pero que esta intervención usualmente se ha limitado a estas encarnaciones divinas.

Todos estos maestros han predicado la adoración de un Ser Supremo personal, han predicado la no violencia y han suavizado las energías volátiles en la Tierra, ya sea exorcizando fuerzas demoníacas (como hizo Yeshua) o 'matando demonios' (como se presentan Rama y Krishna).

¿Quienes son estos Jardineros del reino de los cielos, estos geneticistas de las galaxias, que han jugado un papel tan crucial en la historia?

Hemos de referirnos nuevamente a la parábola de la cosecha en Mateo 13 (asegúrense de leer las dos partes, la parábola y luego la explicación hacia el final del capítulo).

El fin de la vida en este planeta fue denominado 'la cosecha' por Yeshua. En este capitulo el Cristo explicó que los ángeles -a quienes el llama los Jardineros- sembraron su raza en la humanidad, la mezclaron con la nuestra (como efectivamente afirma Génesis 6), pero también una raza enemiga lo hizo, y que al final habrá que haber una separación, y los Jardineros tomaran interés primero en sus descendientes, claro, porque han hecho una inversión genética en ellos. Luego salvarán al resto. Esta raza enemiga es llamada simplemente 'el enemigo' pero los mitógrafos cristianos primitivos lo tradujeron como el diablo. Al igual que en el libro de Job, la palabra shaitan significa simplemente 'enemigo' en lengua hebrea, entonces ya se diluscida en este verso la existencia de no menos que dos humanidades en el reino de los cielos, además de la nuestra.

He aquí mi interpretación de toda esta información.

Hay que imaginar que, aún si no hay una gran guerra mundial o un meteoro o cataclismo similar, en algún momento la vida en la Tierra no será ya sostenible. Como todo planeta, el nuestro tiene un ciclo de vida que llegará a su fin. Lo mismo el sol. Como toda estrella, se apagará. Entonces, es cuestión de tiempo antes de que necesitemos elevar nuestra civilización y uno o varios ecosistemas comparables al nuestro que nos puedan sostener en otros mundos. Quizá crearemos también hábitats o jardines para que otras especies terrenales sigan evolucionando.

Entonces, se hace evidente que nosotros y nuestros descendientes no tendremos mas opción que convertirnos nosotros mismos en Jardineros galácticos, si es que nuestra especie ha de sobrevivir. Tendremos también que crear protocolos legales y científicos responsables para poder crear ecosistemas sostenibles en otros mundos, que sean justos con nuestra especie y todas las demás. Estos protocolos tendrían entonces que convertirse en un tipo de Ley Suprema de los cielos.

También hay que ponderar esto: si esto sucede, querremos crear ecosistemas sostenibles para NUESTRA especie humana. No gastaríamos recursos en sostener ecosistemas que no sirven, en algún momento o circumstancia, a nuestra especie cuya supervivencia será la responsabilidad mas crucial de estos científicos y Jardineros. Entonces, hay que imaginar que al terraformar otros mundos, será al menos principalmente en servicio de la humanidad.

Entonces, al evolucionar en varios mundos, se desarrollarían varias humanidades, cultural y físicamente variadas pero esencialmente humanas.

De este modo podemos concluir de manera racional y lógica, aunque estemos solo especulando, que estos Jardineros, para haberse esforzado del modo que lo han hecho en crear un hábitat para nuestra especie, han de haber sido humanos, porque en el futuro el único destino inevitable que nos espera es ese mismo.

Hemos dado una vuelta y retornado al punto original de este argumento: hace sentido, entonces, que los 'hijos de los Dioses' hayan venido a aparearse con 'las hijas de los hombres' en Génesis 6. ¿Con que otro propósito nos hubieron querido cultivar? De igual modo, hace sentido que para poderse aparear con miembros de nuestra especie, eran genéticamente compatibles con nosotros, y entonces eran razas humanas. Si se dice que eran gigantes, es quizá porque venían de mundos donde la fuerza de gravedad era distinta: el ser humano, en Marte, pesará un tercio de lo que pesa en la Tierra.

Entonces, esta idea de que los ángeles son estos Jardineros, una idea completamente cristiana y central a la cosmovisión cristiana y al mensaje de Yeshua (si lo demitificamos y depuramos de superstición), es una idea que pinta no uno, sino muchos Edenes a través de los eones.

Dice Yeshua en Mateo 13 que cuando llegue el tiempo de la cosecha, debido a la mezcla de razas luego de tantos milenios, en lugar de preocuparse por los orígenes genéticos de quienes son llevados al 'reino de los cielos', estos Jardineros van a llevarse las porciones de la humanidad que menos iniquidad producen.

Hay que imaginar que se llevarán a los que hayan cultivado las ciencias, la agronomía, la biología, etc. para que sean útiles en la labor de cultivar otros Edenes. Los primeros 'hijos de los Elohim' que visitaron nuestro planeta fueron mencionados en los anales de la historia como héroes culturales que trajeron concimiento astronómico, arquitectural y agricultural que civilizó a nuestra primitiva humanidad.

Hay que imaginar que los que sean demasiado supersticiosos, o que aún odien las ciencias, no serán un recurso muy valioso en este proceso y trabajo tan arduo. Ciertamente, los que amen la iniquidad y produzcan sociedades violentas y sumidas en la ignorancia, se tendrán que quedar atrás. No podrán participar de la cosecha. Hay que imaginar que los miembros de esta especie supuestamente inteligente que aún coman carne o trabajen en mataderos serán un peligro: esto le dice a los Jardineros con cuanta falta de compasión estarían ellos dispuestos a tratar los miembros de otras especies en cualquier planeta al cual sean transportados. Todo esto hace sentido: si fuéramos nosotros a llevar nuestra civilización a otros mundos, haríamos lo mismo. No desperdiciaríamos tanto recurso y tanto trabajo, en protección nuestra y de otras especies, solo para reproducir una sociedad depravada en otras partes.

Se que estas ideas suenan como un episodio de Star Wars, pero tenemos que imaginar que si hay vida en otros mundos, o incluso si a nosotros nos corresponderá sembrar tal vida, entonces este tipo de drama celestial y paradigma no es dificil de imaginar: nuestras futuras generaciones tendrán ineludiblemente que abandonar este planeta en algún momento y colonizar otros cuando la vida no sea sostenible aquí, y lo mismo tuvo que hacer cualquier otra humanidad que haya existido previamente en otros mundos, si es que hubo de sobrevivir.

Los estándares morales y éticos de los científicos o Jardineros (geneticistas) que realicen esta labor tan santa en servicio a la vida en todas partes han de ser elevadísimos: la reverencia por toda la vida, la no violencia, el ambientalismo, el desarrollo sostenible.

Se hace claro, entonces, de donde Yeshua sacó esta extraña noción de que Dios es un Dios de vivos, el Señor es el Supremo Biólogo. Es este un concepto angular en la espiritualidad del reino de los cielos. El Dios de los Jardineros es un Dios de vivos, es el Autor de toda la vida y quiere que la custodiemos, cultivemos y protejamos de un modo responsable, diligente y ético.

Post Scriptum: MSN ha publicado artículos recientes en inglés sobre el futuro de la evolución humana y sobre la evolución humana en un momento pivotal que son relevantes a esta entrada. El autor, Alan Boyle, arguye que tanto establecimientos de colonias en otros mundos como posibles catástrofes o plagas podrían ejercer presión evolutiva, seleccionando pedazos de la especie para que desarrollen atributos que podrían salvarlos, aislarlos y a la vez especiar, es decir, producir especies nuevas. El artículo es interesante en que presenta al menos cinco alternativas o posibilidades (que no son mutuamente exclusivas) sobre el posible futuro de nuestra especie y sus ramas.