martes, octubre 16, 2007

"No temas"

Abandona toda variedad de religión y solo abandónate a Mi. Yo te liberaré de toda reacción pecaminosa. No temas. - Gita 18:66

He aquí, entre todos los versos del Bhagavad Gita, la perla quizá mas valiosa, el verso central, mas puro, santo y de mayor valor quizá en toda esa escritura, que es el corazón de toda la ciencia del bhakti yoga, o el yoga de la devoción. Es aquí donde el Señor indica, claramente, que ninguna religión legítima está jamás basada en el miedo, en la intimidación.

Muchas religiones salvíficas utilizan el miedo para azorar y manipular a la gente, sobre todo el miedo al infierno, o al rechazo de Dios. Otras, usan el miedo para fomentar 'guerras espirituales' entre brujos, que se echan brujerías mutuamente, basados siempre en el miedo, el apego, y el ego, en la arrogancia de ver quien tiene mas poder o protecciones mas poderosas. Muchos brujos pecan de esto. Ostentar nuestras protecciones espirituales es una señal de vergonzosa inmadurez espiritual. Es una actitud infantil, y además se presta para que aquellos que nos proveen 'servicios espirituales' se lucren de la ignorancia y arrogancia del devoto, ofreciendo trabajos innecesarios que apelan a las fantasías de grandor del devoto. Muchos santeros y paleros pecan de eso. Pero esto solo evidencia una falta de apego al Señor, una lejanía de Dios que a todo devoto que se ha refugiado sinceramente se le hace evidente.

El miedo es un instinto primitivo, básico, no es una tendencia espiritual. A Dios no hay que tenerle miedo, porque no es un monstruo. El 'temor de Dios' es un vestigio de una era primitiva donde el hombre vivía en un mundo hostil y no podía imaginar la opulencia hermosa, protectora, rica y generosa del Autor de nuestras vidas. En realidad, el devoto que confía por completo en Dios, no siente nunca miedo, vive libre y feliz, abandonado al Señor y sin neurosis, en paz tanto en las buenas como en las malas, como asegura Krishna en el Gita una y otra vez. ¿De que nos vale practicar todos los yogas, de lo contrario, si permanecemos establecidos en los más básicos y primitivos estados de conciencia, sin probar el néctar de la conciencia de Krishna, de la conciencia trascendental átmica que es nuestra mas alta y verdadera naturaleza?

Entonces, para el que entiende esta sencilla instrucción, si tiene una relación personal amorosa con el Autor de su vida, esto es mas bien un mandamiento, una instrucción clara. Cualquier amigo íntimo se ofendería si no confiamos lo suficiente en el para poner nuestras vidas en sus manos, sobre todo si vivimos con el o nos hemos confiado a su cuidado en un momento vulnerable. ¿No tiene el mismo derecho nuestro Amigo eterno? La amistad de Dios es una amistad trascendental, no es como las amistades condicionales del mundo material, que vienen y se van como las olas del mar.

El Rey de las galaxias tiene todo a su disposición, conoce todas las almas y leyes de todos los mundos. El recibe toda postración desde todo lugar siempre. ¿Como no confiar en su visión superior, trascendental, que es la reserva de toda sabiduría, amor, poder, gracia y opulencia? Cualquier cosa que necesitemos, el Creador la puede proveer. Nada le falta.

Entonces, nunca hay error en refugiarse de este modo, incondicional y completamente, en el Creador, sin temer nunca a nada. El Creador hace perfecto todo aquello que a nosotros concierne cuando nos refugiamos sinceramente y sin reservas, confiando por completo en Dios.

Ni siquiera las religiones artificiales inventadas por los hombres hacen falta, como afirma el mismo Krishna en este verso. Hay que renunciar a la necesidad de tener control, sin embargo. Dios posee recursos de los cuales tenemos escaso entendimiento. Entonces, nuestros procesos intelectuales solo pueden ser piedras que impiden nuestro avance en muchas ocasiones: Dios sabe. Dejemos que Dios termine lo que no podemos terminar.

Hare Krishna!

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